La mañana del 28 de noviembre de 2025, mientras José Ramírez Cedeño pedaleaba hacia su trabajo por la ciclovía de la avenida Guelatao, un camión sin placas de la Ruta 37, sin seguro y conducido por un operador sin licencia giró a la derecha para tomar un atajo y lo atropelló. José, de 31 años, murió en el lugar.
Su madre, Lucía Cedeño, se enteró del accidente cuando el jefe de su hijo la llamó porque él no había llegado a trabajar. Un amigo de José reconoció la bicicleta y el casco. Minutos después, la familia confirmó la noticia.
José era padre soltero de una niña de nueve años. Estudiaba administración en línea y había adoptado la bicicleta como medio de transporte diario desde hace dos años, cuando se mudó nuevamente a la casa de sus padres. La ciclovía de Guelatao era parte de su ruta habitual hacia una tienda de oxígeno medicinal en la alcaldía Iztacalco en la que trabajaba.
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“Él dejó de usar el auto cuando se tuvo que mudar acá a mi casa y se dio cuenta que el transporte público era muy tardado. Entonces empezó a probar con la bicicleta y se animó, precisamente, por la ciclovía, porque era una manera más segura”, explica a La Silla Rota Lucía, su madre.
Según el peritaje preliminar, el camión golpeó a José con la parte delantera derecha y lo arrolló con las llantas traseras. Fueron los propios pasajeros de la unidad, sin placas ni número oficial visible, quienes obligaron al operador a detenerse.
Ciclovía Guelatao, invadida y sin mantenimiento
El siniestro ocurrió en la intersección de la avenida Guelatao y la calle Emiliano Zapata, en la colonia Zona Urbana Ejidal Santa María Aztahuacan, alcaldía Iztapalapa.
La madre de José no había visitado la escena del accidente hasta el día de la entrevista con La Silla Rota. Mientras hablaba, varios automóviles se estacionaban sobre la ciclovía, lo que obligaba a los ciclistas a pedalear sobre el arroyo vehicular.
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En el lugar, la ciclovía de avenida Guelatao presenta un deterioro evidente. Faltan varios bolardos que sirven para delimitar y proteger el carril exclusivo y la pintura verde, en algunos tramos, es apenas visible. Asimismo, en el punto exacto del hecho, se encuentran las rejas de una vieja coladera. La ciclovía tampoco cuenta ya con postes delimitadores.
Las consignas “Justicia para José” y “No más muertes viales”, pintadas por ciclistas la noche del accidente, pertenecen aún visibles.
Ruta 37, acumula denuncias de manejo imprudente
De acuerdo con testimonios de vecinos y usuarios de transporte público, los choferes de la Ruta 37 suelen manejar de manera imprudente, a exceso de velocidad y sin respetar las reglas de tránsito.
“Son imprudentes al manejar. Luego se van correteando, peleando por el pasaje. A veces los pasajeros les reclaman, pero nos ignoran”, afirma en envista Mireya García, usuaria frecuente de esa ruta.
La joven también sostiene que la invasión de la ciclovía por parte de estos camiones es habitual. “Cuando llega a haber tráfico, para saltárselo, se meten a la ciclovía o se meten entre calles. Tampoco llevan identificación ni uniforme”.
Ricardo Adrián, ciclista habitual de Guelatao, confirma estos señalamientos. “Aquí el problema es que los carros no respetan. Antes de dar vuelta no espejean. Me ha pasado que me abren la puerta. Y los camiones verdes se pegan mucho, te avientan el camión”.
“No he tenido tiempo de llorar”
Lucía Cedeño se enteró de las irregularidades del conductor hasta la audiencia inicial del chofer detenido. “Ahí nos dicen que no llevaba licencia, que la unidad no tenía seguro y que tenía antecedentes penales”, relata. El delito fue calificado como homicidio culposo por tratarse de un hecho de tránsito.
Ese mismo día, mientras la familia despedía a José, ella estaba en los juzgados. “No pude ir al sepelio de mi hijo porque tuve que ir a la audiencia”, dice. Desde entonces, su tiempo ha estado repartido entre citas con la Fiscalía, reuniones con autoridades y acompañamiento legal.
El conductor permanece detenido, y aunque la Secretaría de Movilidad (Semovi) instruyó a la ruta a dialogar, la familia asegura que ni el dueño de la unidad ni los responsables de la Ruta 37 se han acercado. Sólo un representante legal ha asistido a las juntas de mediación, sin que hasta la fecha exista un acuerdo reparatorio concreto para la hija de José, quien ha quedado en la orfandad.
“No he tenido tiempo de llorar. Tenemos cosas más importantes que arreglar. Ya me podré sentar a llorar cuando tengamos algo seguro para la niña”, sentencia Lucía. “Él ya no puede luchar por su hija, pero lo vamos a hacer nosotros”.
Consultada por La Silla Rota, la Semovi agregó que el trámite de revocación de la concesión de la unidad ya está en curso y que legalmente “deberá resarcirse el daño”.
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Contexto: el 1 de noviembre, cuando el gobierno de la CDMX autorizó un aumento de tarifa de 1.50 pesos, los concesionarios se comprometieron a retirar el polarizado de sus unidades, a portar placas, número económico, contar con seguro de daños a terceros.
Además se comprometieron a someter a las unidades a revisiones periódicas de frenos, luces y llantas; cámaras, botones de auxilio y GPS en funcionamiento; limpieza y capacitación obligatoria. En el caso del camión de Ruta 37 involucrado, no cumplieron con el seguro.
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Desde esa fecha, las unidades del transporte público concesionado han protagonizado al menos seis percances, incluido el que provocó la muerte de José.
Las rutas 18 y 37, que operan en las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Iztapalapa y Tláhuac, son las que han protagonizado más incidentes.
Crece violencia vial
El asesinato de José se suma a las más de 200 muertes por hechos de tránsito registradas en 2025 y forma parte de una tendencia al alza en la violencia vial de la Ciudad de México.
De acuerdo con los reportes trimestrales de la Semovi, las muertes por hechos de tránsito han aumentado constantemente desde 2020.
- 2020: 388 fallecidos
- 2021: 424 fallecidos
- 2022: 533 fallecidos
- 2023: 472 fallecidos
- 2024: 533 fallecidos
Hasta el primer semestre de 2025, ya se contabilizaban 225 muertes. En cuanto a los ciclistas, 20 perdieron la vida en 2024. De ellos, dos murieron, como José, tras ser embestidos por autobuses de pasajeros.
Las lesiones también van en aumento. En 2024 se registraron 35 mil 527 personas lesionadas por hechos de tránsito, un incremento del 70% en comparación con 2019.
Mientras las cifras crecen, en la esquina de Guelatao y Zapata, los bolardos siguen faltando y los camiones de la Ruta 37 continúan buscando atajos, pasando a centímetros de las flores que la familia de José colocó sobre el asfalto.
gph
