Erick Márquez, cirujano plástico, cumplió 14 años en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) "Luis Guillermo Ibarra Ibarra". Sin embargo, este 2025 renunció debido al hostigamiento y acoso laboral que recibió por parte del director administrativo, Humberto Moheno Diez.
Márquez explicó que la violencia laboral se manifestó en diversas ocasiones, desde informarle verbalmente que ya no se desempeñaría en ciertos cargos, hasta las denuncias que interpuso sin respuesta y la difamación que sufrió.
"Cobardemente, este licenciado (Humberto Moheno Diez), en una junta, menciona que yo lo mandé amenazar de muerte", explicó Márquez.
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En ese momento, el cirujano presentó su renuncia y señaló que varios compañeros han hecho lo mismo debido a la presión que se vive dentro del INR. Este acoso por parte de Moheno y su equipo, junto con la falta de insumos, medicinas y equipo médico, ha deteriorado la atención a los pacientes.
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Denuncias acumuladas
Contexto: El 19 de octubre de 2025, La Silla Rota publicó las denuncias del personal del INR, en las cuales señalaron que existe un deterioro al interior de este instituto debido a la gestión de Moheno Diez.
Posteriormente, el INR difundió una tarjeta informativa en la que mencionó que estaban dispuestos a colaborar ante prácticas indebidas "por parte de cualquier servidor público".
Erick Márquez indicó que en diversas ocasiones realizó denuncias ante las instancias correspondientes, sin embargo, muchas de ellas terminaban en el mismo escritorio de Moheno.
“No soy el único que ha recibido este tipo de acoso. Todos estos problemas son conocidos por el director y están bajo su visto bueno”, explicó.
Comentó que presentó sus denuncias al Comité de Ética, pero se le negó proceder debido a un “conflicto de interés”.
“Después me enteré de que, como pueden ver en el organigrama, quien preside ese Comité de Ética es el licenciado Moheno”, señaló.
Les niegan los recursos
Márquez ocupó el cargo de profesor titular del curso de cirugía plástica dentro del INR, en el cual tuvo que poner de su propio dinero para cubrir gastos básicos, como las camas de los residentes.
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“Cuando solicitamos estos recursos, el instituto nos dice: 'No hay recursos'. Entonces, a mí lo que me interesaba era que esto siguiera adelante”, señaló.
Enfatizó que se le cuestionó injustificadamente sobre los fundamentos de la escuela y supuestamente existían múltiples quejas sobre el curso. Sin embargo, indicó que fuera del INR se les premió en distintas ocasiones por el trabajo realizado.
Es de recordar que para 2025 el presupuesto designado para este instituto fue de mil 972.8 millones de pesos, y el contemplado para 2026 es de mil 972 millones de pesos.
Desde febrero de 2020, La Silla Rota documentó que un grupo de trabajadores del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” ha denunciado la corrupción que existe en este hospital, donde hay venta de plazas laborales y desde hace varios años la falta de insumos mínimos para atender a los pacientes y el envejecimiento de los equipos médicos.
Instituto Nacional de Rehabilitación responde
El Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INRLGII) emitió un comunicado en el que precisó información relacionada con una nota publicada por La Silla Rota, titulada “Médicos renuncian al Instituto de Rehabilitación por hostigamiento y falta de apoyo”. La institución afirmó que no ha recibido, hasta la fecha, ninguna notificación de recursos legales, apelaciones o demandas laborales vinculadas al caso mencionado.
Según el documento, el médico Erick Agustín Márquez Gutiérrez presentó su renuncia voluntaria el 11 de marzo de 2025, sin que hasta ahora se haya informado al Instituto sobre algún procedimiento de inconformidad o impugnación en curso.
El INRLGII también aclaró que el 18 de enero de 2022, Márquez Gutiérrez presentó una denuncia ante el Comité de Ética del Instituto, bajo el folio CIE-INR-000001-2022. Sin embargo, tras el análisis del caso y la deliberación del comité, se determinó el 2 de marzo de ese mismo año que los señalamientos no constituían una falta administrativa según el Código de Conducta ni un acto de hostigamiento o acoso sexual.
La institución subrayó que mantiene su compromiso con la atención y respeto a los derechos humanos de todo su personal, así como con la aplicación de los procedimientos internos establecidos para la prevención, investigación y sanción de conductas inapropiadas.
Finalmente, el Instituto Nacional de Rehabilitación reiteró que continúa colaborando con las autoridades competentes y con los mecanismos internos de ética para garantizar un ambiente laboral seguro y conforme a la ley.
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