FRANELEROS

Hospital General, “infestado” de “franeleros”; los “dueños de la calle” cobran hasta 50 pesos por estacionarse

Pacientes y visitantes enfrentan cobros diarios y espacios apartados con objetos, aunque la ley impone arresto; las extorsiones de policías a los famosos “viene-viene” provoca que las cuotas a automovilistas aumenten

Créditos: Raúl Estrella | LSR
Escrito en METRÓPOLI el

A pesar de que hace dos meses el Congreso de la Ciudad de México aprobó arrestos de hasta 36 horas inconmutables a quienes aparten lugares y cobren por estacionar en la vía pública, la señora Maribel Saldívar sigue desembolsando entre 800 y mil 200 pesos mensuales para estacionar su auto en las inmediaciones del Hospital General de México.

“Hay que pagar para poder estacionarse. Piden entre 40 y 50 pesos, si no pagas, te arriesgas”, afirma en entrevista, segundos después de pagarle a una mujer que le exigió 50 pesos para que pudiera estacionarse sobre la calle Dr. Jiménez, en la colonia Doctores.

Maribel acude todos los días al hospital acompañada de su esposo. Ha aprendido que discutir con los “viene viene” no vale la pena. “Ya conocemos la colonia, ¿para qué te arriesgas?”, dice.

Sin embargo, el costo por “no quedarse sin un espejo retrovisor o con una llanta ponchada” supera los 14 mil pesos al año.

Durante recorridos realizados por La Silla Rota en las calles Doctor Jiménez, Doctor Márquez, Doctor Rafael Norma, Doctor Federico Gómez Santos y Pedro Miranda, se constató que los franeleros siguen ocupando las calles con huacales, garrafones y botes llenos de cemento para apartar espacios, a plena luz del día, frente a los hospitales del complejo médico conformado por el Hospital General y el Centro Médico Nacional Siglo XXI.

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Los cobros van desde 20 pesos por motocicleta hasta 50 pesos o más por automóvil, sin que haya presencia policial que impida la práctica, pese a los operativos anunciados por la Subsecretaría de Tránsito desde agosto.

“Apartan los lugares, y eso genera caos”

Pedro García, otro visitante del hospital, dice que el problema va más allá del dinero. “Aparte de cobrar, estacionan los carros en doble fila y luego que esto es avenida de doble sentido, imagínese el tráfico. Uno viene con urgencias y se tarda mucho”, relata.

Aunque asegura estar al tanto de la nueva ley, Pedro considera que la norma no se cumple. “Para donde quiera que uno vaya, ahí están. Yo paso todo el día en la calle y es lo mismo en todos lados”, lamenta.

Foto: Raúl Estrella | LSR

Contexto: El 15 de agosto, el pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó la iniciativa de la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, para endurecer las sanciones contra quienes ocupen o cobren por el uso del espacio público.

La reforma a la Ley de Cultura Cívica estableció penas de 24 a 36 horas de arresto obligatorio (sin posibilidad de cambiarlo por multa) a los llamados “franeleros”, sin posibilidad de sustituirlas por multas o trabajo comunitario. Además, la medida fue presentada como parte de una estrategia que incluiría campañas de concientización y programas de empleo alternativo.

“En esta ciudad, el espacio público es un derecho, no es una mercancía ni debe ser un privilegio. Y cuando alguien se apropia de las calles, cuando alguien condiciona su uso para estacionar vehículos con amenazas o con cobros indebidos, lo que está haciendo es romper el principio básico de equidad en esta ciudad”, afirmó la mandataria capitalina al presentar la iniciativa de ley.

Foto: Raúl Estrella | LSR

“Nos están satanizando”

Del otro lado de la historia está Edgar Carmona, franelero desde hace más de una década. Trabaja en la esquina de Doctor Jiménez y Doctor Márquez. Dice que no se considera estar haciendo algo malo, sino alguien que “protege” la zona.

“Nos están satanizando. Dicen que somos una mafia, pero gracias a nosotros ya no roban los carros ni los tanques de gas de los negocios. Nosotros barremos la calle desde las cuatro de la mañana, limpiamos toda esta área”, asegura en entrevista con La Silla Rota.

Carmona admite que cobra 50 pesos por auto, aunque, asegura, no obliga a nadie. “Si no traen dinero, no hay problema, ya me darás después, yo aquí voy a estar, yo no me muevo”.

Edgar insiste en que su grupo trabaja con una ética distinta a la de otros "malvivientes" que operan cerca. Señala que muchos de sus "clientes" son doctores que prefieren pagar los 50 pesos diarios para evitar las pensiones caras.

Para él, la nueva ley no ha cambiado nada, salvo el precio de la extorsión. “Ahora los policías cobran más caro por dejarnos trabajar”, acusa. “No sé hacer otra cosa. Tengo antecedentes penales y a esta edad ya nadie me da trabajo. Mejor cuidar carros que robar”.

Foto: Raúl Estrella | LSR

398 franeleros en la ciudad

De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, hasta el 5 de agosto de 2025 había 398 personas registradas como trabajadores no asalariados dedicados al cuidado o lavado de vehículos en toda la Ciudad de México.

En la alcaldía Cuauhtémoc, donde se ubican el Hospital General y el Centro Médico, hay 47 registrados, aunque las autoridades reconocen que la cifra real podría ser varias veces mayor.

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La propia alcaldía Cuauhtémoc informó a este medio que, durante la presente administración, ha detenido a mil 200 franeleros, pero la mayoría vuelve a las calles al día siguiente.

“La credencial de trabajador no asalariado no autoriza apartar lugares ni cobrar cuotas”, advierte la Secretaría del Trabajo.
Sin embargo, en la práctica, los franeleros se adueñan de banquetas y las calles, mientras automovilistas y pacientes como Maribel pagan por miedo, costumbre o simple necesidad.

“El gobierno debería de checar porque ellos se sienten dueños de la calle y no es así, es una vía pública, dice Maribel. “Además, la patrulla pasa y les dan su mochada, por eso nadie los quita”, concluye su esposo.

Foto: Raúl Estrella | LSR

gph