TARIFAZO AL TRANSPORTE PÚBLICO

“Choferes no ganan y usuarios pagan más”: entra en vigor aumento al pasaje en CDMX

El Gobierno de la CDMX anunció un aumento de 1.50 pesos al transporte concesionado para fortalecer al sector y mejorar el servicio; sin embargo, la medida dividió opiniones, ya que los choferes aseguran que el beneficio “se queda en los dueños” y los usuarios dudan que haya mejoras

Créditos: Erik López | LSR
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Escrito en METRÓPOLI el

El nuevo aumento de 1.50 pesos a la tarifa del transporte público concesionado en la Ciudad de México fue recibido con resignación entre los choferes, quienes coinciden en que el ajuste mejorará poco o no mejorará sus ingresos, pues en el modelo “hombre-camión” el beneficio, aseguran, se quedará en manos de los dueños de las unidades.

“Nosotros seguimos igual. El aumento es para los patrones”, dice Daniel Cisneros, chofer desde hace 15 años. “Yo pago dos mil pesos de renta diaria por la unidad, más mil 800 de diésel. Lo que sobra, unos 700 u 800 pesos, es lo que me queda después de 17 horas de trabajo”.

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El anuncio del incremento se hizo la noche del 31 de octubre, tras una larga reunión entre los titulares de Gobierno, Finanzas y Movilidad y representantes del sector transportista. En un comunicado, la administración de Clara Brugada defendió la medida como un paso hacia la “mejora del servicio” y la “estabilidad del sector”, mientras que la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) lo celebró como un “triunfo para el pequeño empresario” que evitará “el quiebre económico” del transporte concesionado.

Sin embargo, entre los operadores el ánimo es muy distinto. Jorge de Ávila, con dos décadas al volante, reconoce que el aumento era necesario para cubrir los altos costos de mantenimiento, pero advierte que el beneficio se diluye antes de llegar al conductor.

“Yo doy mil 100 de cuenta y ahora va a subir a mil 250. Entonces el beneficio no es para nosotros. En realidad seguimos ganando lo mismo”, explica en entrevista con La Silla Rota. “Trabajamos más de 12 horas diarias y con eso apenas sale para el día”.

El modelo hombre-camión

El sistema concesionado del transporte en la Ciudad de México opera, en parte, bajo el esquema conocido como “hombre-camión”. Cada unidad pertenece a un particular que la renta a los choferes a cambio de una cuota fija diaria. El conductor debe pagar esa cuenta, cubrir el combustible y, solo después, quedarse con lo que resta.

El resultado, según los propios operadores, son ganancias mínimas por largas jornadas de trabajo. Es por ello que Raziel Rojas, con 36 años de experiencia, considera que el aumento es insuficiente y mal distribuido.

“Se me hace una grosería. Es una falta de respeto. Los gastos son enormes, las refacciones, el diésel, todo. Un peso con cincuenta no compensa nada. Lo justo hubiera sido cuatro pesos. Pero al final el aumento se va en las llantas, el aceite y en la renta del camión”.

Foto: Erik López | LSR

La FAT asegura que el ajuste permitirá “capitalizar al concesionario” y mejorar gradualmente las unidades. En su comunicado, el gremio prometió cumplir con las nuevas condiciones de operación como uniformes, limpieza, eliminación de vidrios polarizados y cursos de capacitación. A cambio, cancelaron los bloqueos y protestas que habían anunciado para exigir el incremento.

“Más caro, mismo servicio: usuarios” 

A pesar de la inconformidad de los choferes, los pasajeros, que son los que pagarán más por el servicio, dudan que el aumento se refleje en una mejora visible.

“Es complicado, porque aunque parece poco, 1.50 pesos diarios por persona se vuelve mucho para una familia que usa tres o cuatro transportes”, opina Scarlett, usuaria ocasional del servicio. “Lo peor es que uno paga más, pero se sigue subiendo a camiones viejos y sin mantenimiento”.

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Otros, como Dylan Martínez, quien usa el transporte todos los días, coinciden en que el alza sólo tendría sentido si viniera acompañada de una renovación real del parque vehicular.

“Si las unidades estuvieran bien, estaría bien el aumento. Pero muchas están en muy mal estado, sin timbre, asientos rotos, sucias. Uno paga más, pero sigue viajando igual”, dice.

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El Gobierno de la Ciudad de México sostiene que el aumento busca “no afectar la economía popular” y que la mejora en el servicio será vigilada a través de revisiones técnicas y reportes ciudadanos en Locatel. Sin embargo, los operadores insisten en que, mientras no cambie el modelo económico del transporte concesionado, ningún aumento resolverá el fondo del problema.

“La gente piensa que el chofer gana más cuando sube el pasaje, pero la verdad es que seguimos igual”, lamenta Jorge, mientras cobra todavía los 6 pesos por pasaje vigentes desde 2022.

gph