Esther, paciente con cáncer de linfoma, vino desde Chiapas para tratarse en un hospital de especialidad de la Ciudad de México, sin embargo una estancia de tanto tiempo y sin el suficiente dinero, buscó opciones. Así, llegó a la casa de Comunidad Musas.
En mayo de este año, a Esther le detectaron un tumor en el ovario, por lo cual tuvo que trasladarse desde su ciudad natal hasta la capital del país para ser atendida en el Instituto Nacional de Cancerología.
En este centro de especialidad se le diagnosticó cáncer de linfoma, por lo que debe permanecer en la CDMX para continuar con el tratamiento.
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“Entonces, en la búsqueda de una estancia, porque el tratamiento dura bastante tiempo, nos encontramos con la Comunidad Musas. Ya llevamos aquí casi dos meses porque no podemos estar viajando constantemente, y en lo económico también se nos hace un poco difícil”, contó para La Silla Rota.
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Apoyo para todas las pacientes oncológicas
Mónica Trujillo, sobreviviente de cáncer de mama, fundó la Comunidad Mujeres Unidas con Salud, Amor y Seguridad (Musas) para brindar acompañamiento a todas las mujeres con cáncer.
“Lo que buscamos es ir eliminando las piedras del camino que se van presentando además del cáncer, para que el cáncer sea lo único que se tenga que resolver, y creemos que así es mucho más sencillo”, externó.
Dentro de su familia, su madre y abuela fueron diagnosticadas con cáncer de mama, sin embargo fue un tema que no se habló completamente. Por ello, ahora busca que todas aquellas mujeres diagnosticadas tengan ese apoyo y fortaleza entre ellas.
Un acompañamiento integral
Ubicada al sur de la CDMX, cerca de la zona de hospitales como el INCAN, la casa de Comunidad Musas es un centro integral para el acompañamiento de familiares y pacientes.
En el lugar se proporciona albergue a 20 pacientes, cuenta con espacios para actividades recreativas, realizan pelucas para las residentes, y ofrecen consultas especializadas y tratamientos complementarios.
Además, Mónica mencionó que intentan proporcionar el apoyo necesario para cada una de ellas, desde medicinas para otras enfermedades hasta reunir el dinero para los tratamientos y estudios requeridos.
El arte de realizar pelucas oncológicas
Una de las actividades más relevantes es la elaboración de pelucas. Irma, quien se encarga de realizar y guiar a más mujeres en la creación de sus pelucas, comentó que es un trabajo muy extenso. “Si una persona se dedicara, por ejemplo, ocho horas al día, creo que en una semana tendría una sola peluca”, mencionó.
Para realizar una peluca, se debe tener el cabello donado, escogerlo por textura y color, peinarlo, acomodarlo por tamaño, coser las capas con máquina y, finalmente, coser a mano el gorro que irá en contacto con el cráneo.
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Sin ningún costo… ¿Cómo se sostiene la Comunidad Musas?
Mónica mencionó que el reto más complicado es rentar el espacio en el que conviven diariamente, sin embargo es algo que logran solucionar con el voluntariado y donaciones.
Dentro de la casa se realizan actividades para el público en general con una cuota de remuneración. Algunas de ellas son clases de baile, matemáticas, cata de vinos, entre otras.
Por otro lado, todos los días tienen un bazar abierto que se sostiene a partir de la donación de ropa, zapatos, platos, libros y otros objetos en buen estado. A esto se le agrega la colecta de papel, tapitas de plástico de botellas, vidrio y electrónicos descompuestos que venden a recicladoras.
Además, aceptan donaciones de material didáctico como pintura, pinceles, papel de color, etc., para que las habitantes puedan realizar actividades.
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