Lo que inició como una cita de revisión mensual con un dolor abdominal en la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Infonavit Norte, se ha convertido en una pesadilla de negligencia médica y un gasto superior a los cien mil pesos para la familia de la señora Elba, una adulta mayor de 76 años.
Su nieto, José Miguel, relató a La Silla Rota que la salud de su abuela se deterioró rápidamente desde el pasado 16 de agosto, luego de que un médico de la Unidad Médica Familiar (UMF) 52 emitiera un diagnóstico apresurado y presuntamente erróneo.
El diagnóstico inicial: una hernia, sin estudios
La señora Elba acudió a la UMF 52, ubicada en la colonia Infonavit Norte, en Cuautitlán Izcalli, presentando un dolor abdominal intenso y un bulto visible. Pese a la gravedad de los síntomas, Miguel asegura que el doctor Juan Manuel, 3
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"El médico no le mandó a hacer ningún estudio, nada, solo nos dio un pase a cirugía general," dijo Miguel, sorprendido por la ligereza del diagnóstico.
Días después de la consulta, la salud de la abuela Elba empeoró: su piel y ojos comenzaron a tornarse de un color amarillento y el dolor abdominal se intensificó. Estos síntomas eran la primera señal de un problema mucho más grave que una simple hernia.
Segunda atención y trato indigno en clínica 57
Ante el agravamiento de la señora Elba, la familia la llevó de emergencia al Hospital General de Zona (HGZ) No. 57 de La Quebrada. Miguel cuenta que, en este lugar, la atención que recibieron fue indigna: "fue sentada en una silla de plástico y presuntamente le dieron guantes de látex para que ahí depositara su orina para unos exámenes."
Este trato y la falta de soluciones obligaron a la familia a buscar atención fuera del IMSS.
Cáncer, gastos mayores a 100 Mil pesos
La familia decidió internar a la señora Elba en el Hospital Santa Anita en Tepotzotlán, un centro privado. Allí, el diagnóstico inicial fue un "síndrome ictérico" (acumulación de bilirrubina), que explicaba la coloración amarillenta. Durante tres días permaneció internada, se le practicaron estudios que dieron como diagnóstico final cáncer en vías biliares.
Con ese diagnóstico, el médico particular recomendó a la familia que Elba fuera reingresada en el HGZ 57. Tras nuevos estudios, se confirmó el diagnóstico de cáncer en vías biliares. El líquido biliar comenzó a esparcirse, comprometiendo órganos e incluso afectando uno de sus pulmones, haciendo indispensable el uso de oxígeno medicinal.
"Imagínese, si nos esperamos y si no la hubiéramos llevado a Tepotzotlán mi abuelita se nos va", lamentó Miguel, al destacar que el diagnóstico tardío pudo haberle costado la vida.
La breve estancia en el hospital privado elevó la cuenta a más de 100 mil pesos. Aun de vuelta en casa, los gastos no cesan: la familia gasta 2,500 pesos a la semana solo en medicamentos, además de cubrir el costo del oxígeno, la administración de fármacos y el drenado diario de la bolsa de bilis.
Burocracia y citas a largo plazo
A pesar de que el estado de salud de la señora Elba requiere atención urgente, la burocracia del IMSS complica su tratamiento. Miguel relata que, al ingresar la solicitud de oxígeno, les pidieron que presentaran a la paciente, un requisito imposible dada su condición de salud, por lo que aún no han podido obtener el tanque o concentrador.
Lo más preocupante son los tiempos de espera: las citas que les ofrecen para el área de oncología son hasta febrero del próximo del 2026, y para medicina interna, hasta noviembre o diciembre de 2025. Un tiempo inaceptable para una paciente con cáncer avanzado.
La familia está solicitando apoyo de la ciudadanía, ya que los gastos han superado por completo su economía, evidenciando cómo la presunta negligencia inicial en un servicio público de salud ha desencadenado una crisis económica y de salud devastadora.
La familia de Elba, esta preparando un expediente para presentar una denuncia por negligencia médica, pero sobre todo busca que el IMSS la atienda a la brevedad, porque cada día su condición es más grave.
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IMSS y la crisis de citas de oncología
En contexto: el caso de la señora Elba no es aislado. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha enfrentado, en años recientes, severas críticas y denuncias por tiempos de espera excesivos para la atención de enfermedades crónicas y oncológicas. Las largas listas de espera para especialidades como oncología, cardiología y neurología son un problema estructural que, en el caso de padecimientos progresivos como el cáncer, se traduce directamente en la disminución de las posibilidades de supervivencia de los pacientes y un deterioro en su calidad de vida, forzando a las familias a buscar y endeudarse con servicios privados. Este contexto agrava la presunta negligencia inicial en la UMF 52, al dejar a la paciente en un limbo donde el diagnóstico fue tardío y el tratamiento es burocrático.
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