Tres familias venezolanas que se encontraban hospedadas en el albergue para migrantes “Arcángel Rafael” en San Francisco Xalostoc, en el municipio de Ecatepec, se encuentran prácticamente en el limbo por la cancelación de citas del gobierno de Estados Unidos, tras la toma de posesión de Donald Trump, informó el director de este albergue, Padre Juan Luis Carbajal.
Explicó que ellos se dirigieron a la frontera para acudir a su cita programada para el próximo 25 de enero, la cual ya fue cancelada por las autoridades del país vecino.
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El clérigo que dirige la casa para migrantes de Ecatepec en el Estado de México y otra en Iztapalapa en la Ciudad de México, destacó que tanto en la entidad mexiquense como en la ciudad capital las autoridades no están preparadas para deportaciones masivas de connacionales y de población de otros países.
Duro golpe para los migrantes en albergues
Explicó que para la población de los albergues la cancelación de las citas consulares fue un duro golpe, “no saben ahora qué hacer, algunos de los migrantes optaron incluso por irse al norte para intentar pasar de ilegales. Otros están valorando regresar a su nación”.
La Casa del Migrante de Ecatepec, que se encuentra en Xalostoc, tiene espacio para 170 personas y actualmente tienen hospedadas a 70, en su mayoría procedentes de Venezuela que ya no saben qué hacer respecto a su futuro.
No se está listo para recibir deportaciones masivas
“El Estado de México no está preparado para las deportaciones masivas, al igual que en el país, no hay programas sociales que permitan una llegada a las personas connacionales y migrantes de otras naciones que seguramente si los sacan de Estados Unidos, quizás los dejarían en la frontera, no sabemos aún cómo va a estar ese tema”, dijo el clérigo.
Refirió que los migrantes de otras naciones han llegado a los albergues por oleadas, “primero tuvimos haitianos, los cuales permanecían unas cuantas semanas y les llegaban sus citas consulares y se retiraban; luego no sabemos la razón, pero llegaron también oleadas de africanos a los cuales en Estados Unidos les facilitaron su traslado, hasta camiones les mandaban”, explicó.
Señaló que luego llegaron grupos de guatemaltecos, cubanos y colombianos, y la reciente oleada fue de venezolanos, “que es la mayoría de población que tenemos en nuestros albergues”.
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No hay recursos para atención y estrategias
El sacerdote explicó que las autoridades primero deberían de formar un fondo para atención a población migrante deportada, y luego establecer estrategias de apoyo a los connacionales y migrantes de otros países.
Dijo que “hasta hoy no hay nada de información sobre a quienes pretenden deportar, como lo van a hacer. Si es vía terrestre, si los van a dejar en la frontera, y si es vía aérea los llevarán a Guadalajara, Tijuana, Monterrey o la Ciudad de México. No se sabe nada y eso es lo preocupante”.
En el albergue los migrantes, principalmente venezolanos, apoyan en las labores de limpieza y preparando los alimentos, otros de ellos en la venta de frutas y verduras, los cuales son parte de las donaciones que les hace la Central de Abasto de Iztapalapa.
Considera quedarse en México
La tarde de este martes, la venezolana Donella y sus hijos llegaron al albergue, comentó que decidieron irse para el refugio de migrantes para apoyar en la venta de las frutas y verduras, porque se han encontrado con gente mala.
“Vine con mis hijos y mi esposo huyendo de los grupos de gente mala, los que siempre le buscan líos a toda cosa. Nos fastidiamos ya de estar trabajando para esa gente y de las represiones de ese gobierno”, explicó.
Al igual que los otros migrantes que se encuentran en el albergue “Arcángel Rafael”, Donella está en espera de más información para saber qué decisión tomar, valora si seguir en su camino por el “suelo americano o quedarse en nuestro país.