Rodeado de grandes rocas y cubierto de polvo que vuela por el aire, Julio César Estrada ha tratado de recuperar lo poco que le dejó la lluvia registrada el pasado fin de semana en el municipio de Ecatepec, Estado de México.
“No tenemos a dónde ir, por eso nos tenemos que quedar aquí. Voy a acomodar y levantar mis cosas de lo que quedó”, cuenta a La Silla Rota mientras apila uno a uno los ladrillos que conformaban su vivienda, construida al pie de una barranca en la colonia Cuauhtémoc.
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El sábado pasado el presunto reblandecimiento de la tierra, producto de las primeras lluvias en el Valle de México, provocó la caída de un talud que prácticamente sepultó el hogar de Julio César y que, por fortuna, no le quitó la vida.
“Nada más escuché el tronado del árbol y las piedras que se cayeron”, dice.
Las grandes rocas cayeron en el cuarto que habilitaba para dormir, destruyeron parte del techo, pero no golpearon el acceso principal, por lo que pudo salir para ponerse a salvo.
“Antes nada más caían poquitos cachitos, pero ahorita sí se desprendió todo, la camioneta cómo la dejó”.
“Ya después de esto no me quedé aquí, me fui a un hotel. Ahorita voy a buscar mi ropa que tengo ahí para echarme un baño y tratar de descansar”, señala apoyado de un poste de luz.
Vecinos de Ecatepec, en riesgo de derrumbes
Desde hace tres años, Julio César Estrada se asentó en esta zona irregular del Estado de México, cercana a la autopista México-Pachuca, donde decenas de familias han construido su patrimonio pese al alto riesgo de colapso.
“Si se tiene temor de que se vaya a caer más, pero qué se puede hacer”, dice, acompañado de chícolo y pelusa, dos caninos que perdieron su compañero shadow, quien terminó herido de gravedad tras quedar atrapado en una camioneta que resultó afectada.
Y es que, de acuerdo con el atlas de riesgo del gobierno de Ecatepec, en la demarcación existen, al menos, siete zonas de alto riesgo de derrumbes por su cercanía a la Sierra de Guadalupe y zonas de barrancas que conforman la parte alta de la localidad.
Entre las regiones más peligrosas se encuentran las comunidades de Texalpa, Viveros Tulpetlac, Las Venitas, Benito Juárez, Cerro Gordo, La Esperanza y Vista Hermosa, donde personal de Protección Civil han detectado riesgo alto a deslizamientos, derrumbes, caídas de roca o flujos por inestabilidad de laderas.
Incluso, se estima que en esta zona habitan aproximadamente 11,000 personas, quienes están consideradas en vulnerabilidad en la que se encuentran por las afectacciones que, año con año, han registrado en temporada de lluvias.
El más reciente ocurrió en octubre del 2020, cuando se registró un derrumbe que afectó a tres casas y destruyó un automóvil, así como varios desprendimientos posteriores que obligó al desalojo provisional de 21 personas. Ante ello, el gobierno local anunció un plan de reubicación para las familias más vulnerables, lo que permitió que en enero pasado se moviera a 12 familias que habitaban una zona de riesgo.
El programa se realizó con apoyo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que logró trasladar a residentes de la colonia Texalpa hacia viviendas en la comunidad de Tizayuca, Hidalgo, las cuales fueron otorgadas para el desalojo de las zonas vulnerables.
De acuerdo con autoridades locales, sus predios, que eran considerados de alto riesgo, ya no se encuentran habitables e, incluso, lucen leyendas de aviso: “Peligro zona de alto riesgo”, justo en la misma calle donde se registró el deslizamiento este fin de semana.
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