Las altas temperaturas, la crisis de abasto de agua y la persistencia de incendios forestales en las zonas boscosas del Valle de México, han dejado expectantes a miles de capitalinos ante la llegada de la temporada de lluvias en la Ciudad de México, sin embargo, las precipitaciones no siempre son una buena noticia para todos los residentes de la capital.
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Ante la próxima llegada de lluvias, en muchas colonias de la capital los vecinos han comenzado a prepararse para las posibles inundaciones que sufrirán por los encharcamientos y peor ante el desbordamiento de los canales de aguas negras que año con año padecen, entre otras cosas por el atascamiento de basura en el Sistema de drenaje y alcantarillado de la CDMX.
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Para intentar contrarrestar esta situación, brigadas como la “Cacomixtle” en la alcaldía Tlalpan hacen trabajos por adelantado, antes de que lleguen las lluvias, para prevenir inundaciones. Dichos trabajos consisten en la recolección de basura en calles, barrancas y canales de la capital. Tan solo esta semana han reportado la recolección de 3 toneladas de basura en la barranca ubicada entre calle Arcelia y Av. México Ajusco.
Pese a ello, las probabilidades de que alguna colonia resulte inundada esta temporada de lluvia en la Ciudad de México siguen estando presentes. Y en caso de que esos lamentables sucesos ocurran, los veremos reportados en medios de comunicación, tal como ocurrió la última vez que la Ciudad de México vivió una gran inundación.
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La última gran inundación en la CDMX
En el verano de 1951, en plena temporada de lluvias, la Ciudad de México vivió un evento que a día de hoy pocos capitalinos recordarán. La mañana de un lunes 16 de julio de 1951, la capital amaneció bajo el agua. Dicha inundación, que barco toda la ciudad, duro por tres meses.
En ese entonces la Ciudad de México padeció una vez más las desventajas de su entorno geográfico, el cual es ventajoso para actividades como la agricultura, pero que en temporada de lluvias, se corre el riesgo de inundaciones en diversos puntos de la ciudad.
La CDMX se localiza sobre una región lacustre delimitada por un sistema montañoso. Incluso, la zona más baja de la cuenca del Valle de México resulta ser la más poblada.
Una noche antes de aquel fatídico lunes, el domingo 15 de julio de 1951, había estado lloviendo mucho, lo que provocó que en varias zonas de la cuenca de México subiera el nivel del agua y cubriera gran parte de la ciudad.
La inundación fue tal que incluso la gente se tuvo que movilizar en lanchas para trasladarse de un lugar a otro. Así lo demuestran fotos que guardan memoria de aquel peculiar evento.
Según algunos artículos, la inundación duró aproximadamente tres meses, en los cuales, la ciudad quedó sumergida en dos terceras partes con una profundidad de dos metros en las zonas más bajas.
Tras la inundación, las autoridades capitalinas tomaron la decisión de entubar el río Churubusco, construir varios cárcamos y plantas de bombeo de los colectores principales al Gran Canal, así como incrementar su capacidad mediante la ampliación de secciones hidráulicas y la construcción del segundo túnel de Tequixquiac, el cual se concluyó hasta 1954.
VGB