Ante la evidencia de la muerte de abejas causada por los insecticidas, la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) emprendió un proyecto de largo aliento que busca la prohibición en México de los llamados plaguicidas altamente tóxicos para las abejas, también prohibidos en otros países por atentar contra la salud humana.
Así lo dio a conocer el Doctor Manuel Ángel Gómez Cruz, Coordinador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI) de la Universidad Autónoma Chapingo, rumbo al Día Mundial de las Abejas, a celebrarse el 20 de mayo.
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En nuestro país, señaló el especialista, todavía se usan insecticidas que están prohibidos en la Unión Europea y otros países. Se ha identificado que son 29 estados y la Ciudad de México, las entidades que cuentan con una ley para la protección de las abejas, sin embargo, faltan sinergias en la política para la gestión de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.
De acuerdo con la Lista de Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAN), según el catálogo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), las abejas presentan hipersensibilidad a la mayoría de los diferentes pesticidas padeciendo alteraciones en el sistema nervioso, cambios en sus ciclos reproductivos e inmunosupresión.
Plaguicidas representan riesgos
Manuel Ángel Gómez Cruz, experto en problemas económicos agroindustriales de México, indicó que la aplicación de uno de estos pesticidas identificado como Benevia representa un alto riesgo para las parcelas orgánicas certificadas y en transición; su uso en huertas aledañas podría ocasionar la contaminación de los cultivos orgánicos y pérdida de la certificación.
“Además de consecuencias como el grave daño ambiental por intoxicación de polinizadores y un impacto negativo en los ingresos de miles de productores. Otra de las desventajas de los agrotóxicos es el fenómeno llamado Trastorno por colapso de colonias (CCD), el cual ha causado la desaparición de colmenas y poblaciones de abejas nativas en varios países”.
La propuesta pretende contribuir en la detección y regulación de la aplicación de agrotóxicos con ayuda de profesores, becarios estudiantes de doctorado, en busca de la protección de las abejas Apis Mellifera y Meliponas del norte de Veracruz y noreste de Puebla, retomando casos de éxito como las experiencias en Colima, Campeche y Yucatán.
Se unen universidades
El investigador, integrante del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER), señala que el movimiento comenzará con dieciséis organizaciones orgánicas, asociaciones, centros de investigación del norte de Veracruz y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI) de la Universidad Autónoma Chapingo, entre otras instancias para alcanzar una política de alianzas.
Para el desarrollo del proyecto, realizado por el CIIDRI, consideró que será fundamental fortalecer la acción colectiva de apicultores, meliponicultores, organizaciones no gubernamentales, municipios, instancias estatales, federales y del aparato legislativo.
También contempla salidas de campo que incluirán la realización de conversatorios con los actores clave que participan en el movimiento de protección de las abejas y reuniones con las organizaciones de apicultores y productores orgánicos con el objetivo de sistematizar sus experiencias en la acción colectiva.
Con ello, la Universidad Autónoma Chapingo buscará consolidar un proyecto en contra de la aplicación de ciantraniliprol para concretar una ley en los estados de Veracruz, Puebla y la entidad mexiquense que proteja abejas, otros polinizadores y fauna benéfica, disminuyendo el uso de agrotóxicos nocivos para la salud humana y el medio ambiente.