Leticia Cruz es una mujer indígena otomí, madre soltera, dedicada a la venta de productos de belleza por catálogo, maestra voluntaria y activista en la comunidad de Llano Grande Azcapotzaltongo, del municipio de Nicolás Romero. Estuvo presa en el Penal de Barrientos durante 10 meses, sin haber cometido algún delito; hoy, es parte de los pobladores que luchan por hacer justicia a su compañero Tomás Martínez Mandujano, quien, como ella, es preso político en México desde 2020.
"¿Por qué las personas que quieren hacer un verdadero cambio en el país no tienen más que dos opciones: la cárcel o la muerte?", cuestiona Leticia en marco del Día Internacional de los Presos Políticos, que se conmemora este miércoles 17 de abril.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Te podría interesar
Busca a su compañero y es detenida
El único "crimen" de Leticia Cruz ha sido vivir en Llano Grande, una comunidad de usos y costumbres que durante años ha sido marginada y sufrido discriminación, acoso y señalamientos por parte de las autoridades estatales y, sobre todo, municipales.
Ella forma parte del grupo de activistas que, al no recibir servicios públicos por parte del gobierno de Nicolás Romero, se han organizado para autogestionar sus necesidades durante ocho años. En entrevista con La Silla Rota, cuenta que, antes de su detención, defendieron su territorio y agua frente a intereses del ayuntamiento y empresas inmobiliarias que pretendían despojarlos de estos recursos; sin embargo, como consecuencia, recibieron hostigamiento, agresiones y fabricación de delitos.
El 4 junio del 2022, un grupo de personas armadas ingresaron al pueblo y detuvieron a su vecino Tomás Martínez Mandujano, un albañil indígena, defensor de los derechos de la comunidad que fue acusado del homicidio de un agente de investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), ocurrido en esa comunidad el 10 de marzo de 2020, día en que los pobladores, aseguran, Tomás no estaba en la comunidad.
Leticia cuenta que él ya había recibido amenazas y el pueblo temía por su vida. Por esa razón estaba preocupada y decidió buscarlo en distintas agencias del Ministerio Público, para encontrarlo y tratar de ayudarlo, pero en el proceso de búsqueda en el MP de Tlalnepantla, escuchó que alguien grito: “ahí va esa perra” y enseguida llegaron cientos de policías municipales de Atizapán, Nicolás Romero y de un grupo especial a detenerla. La rodearon y la detuvieron arbitrariamente "como si fuera la peor delincuente".
La mujer recuerda que desde el momento que la subieron a la patrulla, le encadenaron los pies, las manos y le pusieron una bolsa negra en la cara; también le quitaron el celular y le borraron el material en el que había tratado de grabar el abuso policiaco. Uno de sus compañeros, que llegó al lugar, trató de defenderla, pero también fue aprehendido.
"Cuando a mí me detienen me dicen: 'pinche india, para qué bajaste de tu cerro'. Yo me siento orgullosa de ser de origen otomí, porque, a lo mejor, si yo no hubiera sido india, no hubiera aguantado la tortura que hicieron sobre mí".
Recuerda que los elementos policíacos la “pasearon en la patrulla”, la torturaron, querían que se culpara de delitos que no cometió, entre ellos: haber quemado una patrulla y asesinar a personas.
“Creí que iba a perder la vida. De tanto golpe, ya no sentía el cuerpo. Logré reaccionar gracias a un balde de agua fría. Me quitaron la ropa, logré ver mi suéter, mi pantalón ensangrentado”, relata.
Leti, como le dicen sus amigos, fue presentada ante el Ministerio Público y remitida a los juzgados del Penal de Barrientos, fue acusada de robarse 650 pesos y permaneció en la cárcel por 10 meses, pero al no comprobarse su responsabilidad en los sucesos del 10 de marzo de 2020, fue puesta en libertad el 31 de marzo del 2023. A más de un año, sus heridas internas no han sanado: "Estando en prisión se doblega el alma, se doblega hasta la mismísima fe".
Leticia salió libre, pero Tomás fue sentenciado a 47 años de prisión
Aunque Leticia Cruz consiguió salir la libertad, su compañero, Tomás Martínez Mandujano, lleva más de 22 meses privado de la libertad en el Centro Penitenciario de Otumba, sentenciado a 47 años de prisión.
Tomás es un hombre indígena y padre de familia, de 49 años, que ha buscado el bienestar de las 5,000 familias que viven en Llano Grande, a través de la unión del pueblo y el trabajo colectivo. Sus vecinos, dicen que es "el albañil que construye dignidad", pues gracias a su visión e impulso, cuentan con escuelas, parroquias, templos y pozos de agua que muchos desean en estos tiempos de escasez.
El Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, considera que Tomás Martínez es un preso político, como en su momento también lo fue Leticia Cruz, pues han sido hostigados y criminalizados debido a esta lucha que han emprendido por la autonomía, el territorio, la vivienda digna, el agua y los bienes comunes
Por esta razón, este 17 de abril de 2024, el Ángel de la Independencia fue sede de la marcha por la conmemoración del Día Internacional por la Libertad de los Presos Políticos, organizada por la comunidad de Llano Grande, en alianza con centros de derechos humanos de toda la República.
Los manifestantes solicitaron la pronta liberación de dos miembros de su comunidad: Tomás Mandujano y Xóchitl Ramírez; aseguran que ambos arrestos fueron ilegales y sin fundamentos, que los cargos de asesinato y "huachicoleo" que les imputó el presidente municipal Armando Navarrete son apócrifos.
"Llegaron los ministeriales a donde yo estaba vendiendo, a unas dos cuadras, a ellos no les importó que hubiera niños, mujeres o comerciantes. Iban tirando de balazos, cuando él (Tomás) llegó ya estaban tirando la balacera. Tenemos testigos de cómo le pintaron el cuatro para agarrarlo".
"Está preso por ayudar al campesino y darle tierra al que lo necesitaba, eso es todo", aseguraron pobladores que se llegaron a Paseo de la Reforma este miércoles con una caravana de camiones y pancartas a gritar por la justicia de sus amigos.
Los presos políticos de Llano Grande
Tomás Mandujano fue acusado en 2020 de asesinar a un policía de la región y desde 2022 se encuentra preso en el penal de Otumba con cargo de asesinato y "huachicoleo", a la espera de un juicio.
Xóchitl Ramírez es una defensora de derechos humanos, de mujeres y niños; en 2023 fue detenida arbitrariamente bajo los cargos de secuestro agravado, ocurrido en marzo de 2019.
De acuerdo con el hermano de la activista, los cargos son infundados, debido a que su hermana se encontraba haciendo labores sociales en Tlamacazapa, Guerrero, el mismo día que tomó lugar el secuestro en Ocotepec, Morelos.
"Vengo a defender a Tomás Martínez Mandujano porque es una persona inocente que se quitaba el bocado de la boca para dárselo a otra persona… Aseguramos todos que es inocente".
ONU revisa el caso de Tomás
La comunidad de Llano Grande ha realizado protestas para exigir su libertad, pues aseguran que Tomás Martínez Mandujano no cometió el delito del que se le acusa. Entre las manifestaciones que han realizado se encuentra una faena frente al edificio del Poder Judicial del Estado de México en Toluca, el pasado 17 de enero.
Al tiempo que realizaban su protesta, integrantes de la ONU-México manifestaron su interés en el caso e informaron que revisarán y darán seguimiento a la situación de sus derechos humanos bajo una apreciación independiente y parcial.
Representantes de ONU-México, como parte de su revisión, ya realizaron una visita a la comunidad Llano Grande, ubicada en la parte alta de Nicolás Romero, donde fueron informados de los avances que se lograron por el trabajo que realizaba Tomás.
Pobladores dan ultimátum al Gobierno Capitalino
A las 20:01 horas de esta noche, pobladores de Llano Grande, quienes protestan por la liberación de Martínez Mandujano, dieron un ultimátum al Gobierno de la CDMX, al señalar que tienen un plazo de 20 minutos para presentarse, de lo contrarió, instalarán un campamento en Paseo de la Reforma, a la altura de El Caballito.
Además, han formado un cerco alrededor de El Caballito, bloqueando todas las calles que cruzan Paseo de la Reforma en esa zona y permitiendo solo el paso de peatones, excluyendo motocicletas y automóviles.