Con perforación de nuevos pozos, rehabilitación de algunos de ellos, construcción de plantas de tratamiento, un programa de reparación de fugas y distribución de tinacos, es como gobiernos municipales de la zona conurbada en el Valle de México buscan disminuir los problemas de la crisis y desabasto de agua, por la reducción generada por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desde noviembre de 2023.
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Los trabajos para disminuir las afectaciones por desabasto y poder incrementar el suministro para que la población cuente con agua para sus necesidades, algunos se han concluido, otros siguen en proceso e, incluso, para algunos aún se esperan recursos federales para poder realizarlos.
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En Tlalnepantla, de acuerdo con información del organismo de agua OPDM, con la construcción de una planta potabilizadora en Valle Dorado se resolvió el abasto para 12 mil habitantes. La planta se hizo en un pozo que estaba en desuso desde el año 2012 y ahora brinda un caudal de 50 litros por segundo, para subsanar los faltantes derivados de los recortes del Sistema Cutzamala.
Además, en este lugar se construyen tres pozos nuevos y se rehabilitaron más de 27; según el OPDM, estos mejoraron la capacidad de distribución de agua a las comunidades del municipio.
En Atizapán de Zaragoza, el plan para enfrentar la crisis hídrica contempla realizar la perforación de seis nuevos pozos, la rehabilitación de 66 ya existentes y la construcción de dos macrotanques, trabajos que aún se están llevando a cabo.
En Naucalpan se enfocaron en la rehabilitación de pozos municipales estratégicos, como los de Bosques de Moctezuma, Santa Cruz del Monte, Conejos, y las plantas de rebombeo del Calvario, Colón de Echegaray, los Remedios, el Cerros de Moctezuma y en la Cascada.
Además, los municipios aplican programas especiales de combate a fugas, por ejemplo, en el caso de Tlalnepantla en enero se informó que tenían registradas más de 600 fugas en distintas partes del municipio, por lo que harían un programa especial para combatirlas con incremento de personal, acciones que siguen vigentes, toda vez que son constantes las llamadas de denuncia de fugas. Mientras que en Naucalpan, informes del gobierno local señalan que el 40 por ciento del total del agua disponible se perdía en fugas, por lo que de igual manera realizan un programa especial para eliminar en medida de lo posible la pérdida del líquido.
Construcción nuevos pozos
De los pozos nuevos anunciados por los gobiernos municipales de estas alcaldías aún están en construcción tres en Tlalnepantla, uno de ellos en Santa Mónica, que lleva de excavación cerca de 200 metros de profundidad y se espera alcance hasta 350, y otro en Tepeolulco.
En Naucalpan esperan recursos, del orden de 20 millones de pesos solicitados a la Conagua para obras hidráulicas, recursos federales del Programa de Saneamiento de Aguas Residuales (Prodder), que desde 2023 esperan recibir, para invertir en la rehabilitación de pozos, entre otras acciones que ayuden a hacer frente a la reducción de suministro del Sistema Cutzamala.
En Atizapán continúan trabajando en la rehabilitación de 36 pozos y la perforación de seis en las colonias Granjas, Reserva Jinetes, Calzada del Bosque, Arboledas, Cedros y Lázaro Cárdenas, de los cuales, sólo el último se puso en funcionamiento y abastece a una población de 7,000 habitantes de las colonias El Potrero y Lázaro Cárdenas.
Asimismo, los municipios de esta región pretenden impulsar obras emergentes para dotar de agua potable a sus habitantes y depender lo menos posible del Sistema Cutzamala y con el uso de los tinacos de alta capacidad, se espera que la población cuente con contenedores de mayor capacidad para almacenar agua y sean operables a la par de la programación del tandeo del suministro.
Atizapán de Zaragoza fue el primer municipio que inició en el 2023 con la distribución de 3,000 tinacos para almacenar el agua potable, primero eran gratuitos, pero para el programa de 2024, según un informe del organismo SAPASA, se hizo un cobro mínimo por los más de 10,000 tinacos que se programaron para ser entregados en las comunidades de la alcaldía.
En Tlalnepantla se entregaron 5,000 tinacos y en Naucalpan se vendieron con un 60 por ciento de su costo para mitigar los efectos de la crisis hídrica que enfrentan los municipios.
¿Cómo se sanea el agua?
La infraestructura rehabilitada se someterá a un proceso de oxidación con cloro y otros tratamientos para posteriormente enviar el agua al sistema de distribución municipal.
Cuando los pozos permanecen sin operar, concentran metales pesados cinco veces más arriba de los permitidos, indicó personal de la empresa Acuanovus, que realizó la construcción de cuatro filtros para hacer un proceso de limpieza al agua de pozos.
El personal de la empresa explicó que el proceso de limpiar el agua se hace mediante la oxidación con cloro, adhesión de metabisulfito de sodio, filtración en cartuchos, se dosificará hidróxido de sodio y cloro, además de un proceso de osmosis para quitar sales, destacando que son los procedimientos habituales para las plantas tratadoras.
Jilotzingo e Isidro Fabela son municipios que se encuentran enclavados en la Sierra Montealto, su territorio es parte del llamado Bosque del Agua y ellos son autosuficientes, sus comunidades cuentan con comités de agua independientes que administran el líquido de escurrimientos naturales y manantiales.
Sin embargo, intereses particulares de algunos ejidatarios ha generado desequilibrio en la dotación del agua a algunas comunidades de Jilotzingo, particularmente a Santa María Mazatla, donde el líquido es extraído sin control y vendido a piperos que la distribuyen a su precio en otras localidades e, incluso, fuera del municipio.
Los vecinos de Santa María Mazatla iniciaron una serie de movilizaciones que incluyeron el impedir que salieran más pipas con agua, ya que algunos ejidatarios con tomas arriba de las permitidas extraen el agua para venderla a los piperos.