“Me quitaste lo único que amaba en esta vida”, exclama entre lágrimas, desesperación y enojo la dueña de dos perros, quien tuvo que interrumpir abruptamente sus vacaciones de Semana Santa, tras recibir la noticia de que sus perros habían fallecido repentinamente en la pensión para mascotas en la que los había encargado, creyendo que los cuidarían bien.
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Antes de irse de vacaciones, los dueños de Nala y Tango, una boxer y un bulldog, contrataron los servicios de una guardería hotel para perros de nombre "Doggy City", localizada en la colonia Tierra Nueva, en la alcaldía Xochimilco de la Ciudad de México, donde le brindarían el cuidado adecuado a sus mascotas mientras ellos no estaban. Tras viralizarse el caso, las redes sociales de este lugar fueron cerradas.
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Todo inició el lunes 25 de marzo, cuando el encargado del lugar, Alfredo “A”, recogió a los perros para llevarlos a la guardería. En un inicio todo parecía ir bien, ya que el encargado se mantuvo en contacto con los dueños de los perros a través de mensajes en los que los mantenía al tanto del estado de sus preciadas mascotas.
Sin embargo, a partir del miércoles todo fue para peor, pues dejaron de recibir notificaciones sobre el estado de Nala y Tango y por más que intentaron contactar con el encargado, este no les respondió las llamadas ni los mensajes. Volvieron a saber de él hasta que los contacto a las 10:00 horas del viernes 29 de marzo.
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En ese momento, el mensaje del encargado fue claro y conciso, pero trajo consigo dolor e incertidumbre a los dueños de los lomitos, a quienes les dijeron: “tengo un problemita con tus perritos, están muertos”, sin mayor explicación de cuándo o cómo ocurrió.
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Alfredo “A”, a quien la dueña de los perritos señala como el responsable del fallecimiento de Nala y Tango, unos perros de 3 y 2 años, llevó a los lomitos al domicilio de sus dueños para entregar sus cuerpos sin vida, donde fue confrontado por la familia sobre lo ocurrido con sus mascotas.
El encargado de la guardería para perros intentó ofrecer una justificación de lo ocurrido para intentar señalar un accidente y quitarse de encima la responsabilidad por su posible participación en el delito de maltrato animal.
Según la primera excusa que les dio el encargado, los dos perros fallecieron dormidos en una jaula, probablemente por un golpe de calor. La segunda versión que les dio fue que posiblemente murieron asfixiados al jalarse. Alfredo “A”, dijo que los metió en una jaula porque uno de los perros estaba ladrando y no quería molestar a los vecinos.
Sin embargo, la familia denunció que los perros tenían marcas de violencia y tortura, por lo que llamaron a las autoridades para denunciar el maltrato de sus mascotas y su posterior asesinato, sin embargo, el presunto culpable no fue detenido por los policías que acudieron a su llamado, solo abrieron una investigación por los delitos de maltrato animal.
La familia espera que tras los peritajes y las autopsias a los perros pueda hacerse justicia y se castigue al encargado de la guardería por su responsabilidad en el hecho.
En redes, han compartido un video del momento en el que encaran al encargado, quien solo le dice a la dueña, quien está alterada emocionalmente por la muerte de sus perritos, “lo siento”, “fue un accidente”, como si eso aliviará la pérdida por la que la está haciendo pasar.
VGB