Ante las recientes capturas de líderes y cabecillas de la Unión Tepito, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) analiza el cambio de estructura y generacional que se viene para la célula delictiva de la capital del país, pues los nuevos sicarios y narcotraficantes son parte de la llamada Generación Z, nacidos entre 1997 y 2010, por lo que ni siquiera alcanzan los 25 años.
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Y es que, de acuerdo con una entrevista de Milenio a mandos de la SSC-CDMX, el cambio de mandos y la brecha generacional también es un problema que está alcanzando a grupos del crimen organizado, tema que genera angustia y preocupación a las fuerzas de inteligencia, quienes han visto en estos "ascendentes" perfiles mucho más sanguinarios e impredecibles.
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Mandos policiacos, que mantuvieron anonimato por temas de seguridad, afirmaron al periódico que la sucesión de un "cargo" en las células delictivas se hace en horas, donde se tienen planteados panoramas en caso de detenciones o muertes; sin embargo, con las nuevas generaciones, la tendencia cambia, pues los nuevos "jefes" son muy jóvenes y, al no tener "experiencia criminal" son más violentos, "no saben negociar, no saben hacer acuerdos, sólo dejan sangre por donde van".
El entrevistado contó a Milenio que, por ejemplo, no habían pasado ni 48 horas desde la detención de Eduardo Ramírez Tiburcio, alias "El Chori", cuando la policía capitalina ya tenía informes de que el nuevo líder operativo era "El Elvis", un criminal de cerca de 30 años que presume haber pasado su infancia en un tutelar y que, incluso, se volvió una especie de "reclutador" de jóvenes para el cártel de la CDMX.
No obstante, para los elementos que se encargan de investigar las operaciones criminales asociadas con venta y tráfico de drogas, extorsión y homicidios, la mayor preocupación es el incremento de homicidas y extorsionadores de entre 14 y 25 años, como es el caso de la banda de "Los Paraguayos", identificados por los policías por crecer y controlar las zonas de la calle República de Paraguay, en el Centro Histórico, y donde se cree que la Unión Tepito usa vecindades para torturar a comerciantes que se niegan a pagar "cuotas".
La mayoría de este grupo nacieron del año 2000 en adelante y se les reconoce, mayormente, por rondar el número 62 o 63 de la calle Paraguay, vecindades en las que mandos policiacos aseguran no poder entrar si no es mediante un megaoperativo, pese a que muchos de los "guardianes" son menores de edad, como "El Canicas", a quien policías temen y estiman que no rebasa los 13 años de edad.
El dominio de la "Gen Z" en el crimen
De acuerdo con la entrevista de Óscar Balderas, la nueva administración de la Ciudad de México enfrentará una emergencia en seguridad pública, la cual deriva del surgimiento de una nueva generación de líderes del crimen organizado que, a diferencia de la vieja guardia, no están motivados principalmente por escapar de la pobreza, sino de alcanzar poder y reconocimiento.
El recién capturado "El Tomate" es uno de los ejemplos de ascenso juvenil, pues con cerca de 20 años logró subir como cabecilla de la Unión Tepito y, tras relacionarse con la masacre de Garibaldi en 2018, afianzó un lugar entre los presuntos protegidos y "pupilos" de "El Chori".
Así, el cambio generacional en el crimen organizado plantea nuevos panoramas de estructura y organización, nuevas formas de operar que hacen que los hijos de líderes anteriores tengan que disputar su lugar y el control dentro de la organización con aquellos forjados dentro del ambiente de violencia y la "meritocracia" criminal.