La crisis de agua en el Valle de México, en parte agravada por la difícil situación del Sistema Cutzamala, cuyos niveles de acumulación de agua se encuentran por debajo de mínimos históricos; no solo provoca la inconformidad de las poblaciones afectadas, sino también de los gobiernos locales que buscan atender las demandas de su población.
Esto trae consigo disputas territoriales por el suministro y distribución del agua, sobre todo, del control de los pozos de extracción y presas cuya agua se reparte entre el territorio donde se localizan y otro cuyo abastecimiento depende en gran parte de traer agua del exterior. Tal es el caso del Estado de México y la Ciudad de México.
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Y es que debido a un acuerdo firmado entre las administraciones de ambos territorios en 1966, el 66% del agua extraída de pozos y presas en el Estado de México es enviada a la Ciudad de México, por lo que, el vicepresidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de México, Maurilio Hernández González, reclama una revisión de dicho acuerdo.
El diputado mexiquense reclama que el reparto inequitativo del agua potable extraída del Estado de México debe terminar, pues aunque en el año en que se firmó el acuerdo antes mencionado había razones lógicas para justificar dicha distribución, esas mismas ya no son válidas en la actualidad, y la Ciudad de México debería dejar de ser la mayor receptora del agua en el Valle de México.
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En 1966 cuando se firmó el acuerdo para una distribución inequitativa del agua entre la CDMX, entonces Distrito Federal y el Estado de México en una proporción 66 – 34 por ciento, la capital era la demarcación con mayor población, más del doble, por lo que el Gobierno Federal apoyó dicha distribución.
No obstante, en la actualidad la situación se ha invertido y el Estado de México ha pasado a ser la demarcación con mayor población de las dos, por lo que la distribución actual del agua va en detrimento del estado y los mexiquenses.
El acuerdo establecía que el agua extraída de los afluentes del Río Lerma se dividiría en dos terceras partes para el Distrito Federal y una tercera parte para el Estado de México. Lo mismo ocurre con el agua de las presas del Sistema Cutzamala, Valle de Bravo y Villa Victoria, las cuales se localizan en el Estado de México.
El diputado mexiquense recalcó que el que dicha distribución inequitativa del agua permanezca se debe a una serie de políticas equivocadas, las cuales se deben corregir y revertir. Señaló que aunque el acuerdo se firmó a nivel federal, el Estado de México tienen derecho a exigir que se revierta como principal afectado en la disputa por el agua.
“Son acuerdos federales, pero el estado, como parte de la Federación tiene todo el derecho, para efecto de que así como en su momento se firmaron esos acuerdos a petición del Distrito Federal, ahora tenemos que buscar revertirlos, a efecto de que se genere un trato equilibrado en cuanto al abasto del agua de las poblaciones del Estado de México que es la que mayor demanda tiene por su población”, explicó el líder parlamentario.
VGB