Por tercera ocasión en esta semana, se registra un microsismo menor de 3.0 de magnitud, a dos kilómetros al nororiente del centro del municipio de Naucalpan, en lo que expertos de la UNAM llaman la "falla Satélite" y podría tener relación con otros eventos similares ocurridos en la Ciudad de México.
El sismo de este viernes ocurrió por la madrugada, a las 3:40:29 (hora del centro), con magnitud de 2.3 grados y a una distancia de 1 kilómetro al suroeste de Naucalpan y con una profundidad de 3 kilómetros.
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El primero de los sismos de esta semana ocurrió el domingo pasado, alrededor de las 14:43:42 horas; de acuerdo con el Servicio Sismológico de la UNAM, fue de 1.8 grados con epicentro en Naucalpan, específicamente en la zona de Alce Blanco y Modelo, con una profundidad de 1.6 kilómetros. Evento que se asoció con fallas locales en la zona límite del Estado de México y la Ciudad de México.
El 14 de febrero de 2024 ocurrió un segundo microsismo, de una magnitud de 1.6 grados y con epicentro localizado a 2 kilómetros al noreste de Naucalpan de Juárez, Edomex, ocurrió a las 9:15 horas, informó en el Servicio Sismológico Nacional.
Al igual que el miércoles, a las 9:35:23 de este viernes un microsismo de 2.0 grados se registró en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, tres kilómetros al sur y con una profundidad de 1.0 kilómetros.
Microsismos en Edomex, ¿parecidos a la falla Plateros-Mixcoac de CDMX?
La causa principal de los sismos de baja magnitud que se han registrando tanto en la Ciudad de México como en el Estado de México son las fallas geológicas activas que hay en el subsuelo del Valle de México, así lo explica en un texto difundido en la Gaceta de la UNAM, Luis Quintanar, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, quien añade que los sismos ocurren sobre fallas preexistentes y, para que haya un sismo en un determinado punto, debe haber abajo una falla activa.
Para el investigador del de la UNAM, el Valle de México está atravesado por una serie de fallas (ya cartografiadas por el Instituto de Geología (IGL) de la UNAM) que cuando son activadas por acumulación de esfuerzos, dan lugar a la sismicidad local.
Explicó que esos sismos locales son de baja magnitud, ello debido a que la longitud de las fallas que los originan no es tan grande como las de zonas de las costas en el Pacífico. Cuando un sismo de gran magnitud ocurre fuera del Valle de México, el subsuelo de la capital resiente la llegada de sus ondas (por lo general, muy energéticas), lo que puede provocar que las pequeñas fallas preexistentes se activen y desencadenen los sismos de baja magnitud.
El investigador de la UNAM aclara que el origen y la formación de las fallas tienen causas geológicas, cuyos tiempos son muy extensos, existen desde hace miles de años, los sismos de baja magnitud en la capital no han dejado de presentarse a lo largo de su historia.
Precisó que estos microsismos siempre han existido, sólo que no había forma de detectarlos, porque en el Valle de México se tenía solo una estación de monitoreo y ahora hay 30.