Las obras de infraestructura recién inauguradas en el poniente de la Ciudad de México, como el Cablebús y el Tren Interurbano, han llamado la atención y son una especie de atractivo turístico, sin embargo, no alivian los largos recorridos que hacen quienes trabajan en la zona de oficinas corporativas y escuelas de Santa Fe.
La Silla Rota hizo recorridos de oriente a poniente de la Ciudad de México, desde la estación Pantitlán del Metro, hasta la zona de corporativos, vecina de la estación Santa Fe del Tren Interurbano.
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Lo que encontró es que el “Insurgente”, que transporta a personas desde Zinacantepec y Toluca hasta Santa Fe y viceversa, no sirve a quienes vienen del oriente, porque la conexión con la línea 1 del Metro, en Observatorio, aún no se concluye y tampoco con la Línea 3 del Cablebús, en Vasco de Quiroga.
De hecho, las obras de modernización de esa línea, que comenzaron en julio de 2022, aún no terminan y el gobierno de la Ciudad de México no ha informado cuándo finalizarán.
Así como el Tren Interurbano, la nueva línea del Cablebús tampoco funciona para resolver los problemas de movilidad de la ciudad, ya que no llega hasta la zona de oficinas, la ruta llega hasta el pueblo de Santa Fe y son los habitantes de las colonias aledañas quienes se benefician para acercarse a la estación Constituyentes del Metro.
Cablebús y Tren Interurbano, desconectados
Durante un recorrido por el Tren Interurbano se pudo constatar que el ferrocarril está compuesto de ocho vagones que pueden transportar hasta mil 388 pasajeros; el día en el que La Silla Rota lo abordó viajaron alrededor de 20 personas y ocho guardias.
Durante el recorrido, Vicky Fuentes, una pasajera del “Insurgente” aseguró que es normal que el convoy no vaya lleno: “normalmente la gente sigue usando los camiones para llegar de Toluca a Santa Fe, pero a mí no me molesta pararme antes y venir sentada y calientita a tener que ir parada”.
El Tren Interurbano no funciona igual que el Metro de la Ciudad de México, se paga al entrar y al salir. Si se sale de alguna estación de la capital el ingreso cuesta 60 pesos, si se hace desde alguna del Edomex son 15 pesos.
En total el viaje puede costar de 120 a 30 pesos, todo depende dónde se aborde y cuál sea el destino. Esto lo hace más caro que tomar un camión de la línea Caminante, que cuesta 94 pesos.
En entrevista con La Silla Rota, el urbanista Roberto Remes explicó que es probable que el “Insurgente” tarde más de seis meses en completarse, ya que el solo hecho de mover una trabe toma una semana.
“Quizá le metan velocidad para que avance lo más posible en los primeros 100 días de (Claudia) Sheinbaum, pero desde que quedó la estación Santa Fe, he visto que ya no han avanzado mucho” añadió.
Obras nuevas, trayecto más prolongado
La Silla Rota hizo una comparación entre el tiempo que toma trasladarse hasta la zona de edificios corporativos de Santa Fe desde la estación Pantitlán del Metro y otro usando la nueva línea del Cablebús.
La ruta de Pantitlán implicó recorrer la Línea 9 del Metro hasta llegar a Tacubaya y luego abordar el camión Tacubaya-San Mateo que lo deja justo en el destino.
Si se usa el Cablebús primero hay que abordar el Metro en Pantitlán recorrer la línea hasta llegar a Tacubaya, transbordar a la Línea 7 en dirección a El Rosario, bajar en Constituyentes, caminar hacia la estación del Cablebús Los Pinos, descender en Vasco de Quiroga y abordar el camión Tacubaya-San Mateo que finalmente lo deja en el destino.
El tiempo total de la primera ruta fue de una hora con 35 minutos, mientras que la ruta que incluye el Cablebús, para evitar un tramo del camión Tacubaya-San Mateo, es de una hora con 55 minutos.
El cablebús como turismo y como medio de transporte
Dos días antes que el expresidente Andrés Manuel López Obrador dejara el cargo y se fuera a vivir a Palenque se inauguró la Línea 3 del Cablebús.
Claudia Sheinbaum anunció que está obra estaría lista en noviembre de 2023, plazo que no se cumplió.
Fue construida por el Grupo INDI en asociación con Doppelmayr que después de una inversión de alrededor de 2 mil 263 millones de pesos y dos años de trabajo entregaron la tercera línea, que mide 5.5 kilómetros, cruza por los aires al Bosque de Chapultepec y cuenta con seis estaciones.
Al ser parte de un proyecto que busca hacer del Bosque de Chapultepec un espacio con mayor disponibilidad para los ciudadanos, las estaciones de la línea tienen conexión con espacios recreativos como museos, cineteca, parque de skateboarding y áreas verdes.
Las estaciones son Vasco de Quiroga, Cineteca Nacional, Parque Cri-Cri, CECYT 4/Lienzo Charro, Panteón Dolores y Los Pinos.