Ante los microsismos y crujidos que se han percibido en la zona de Praderas de San Mateo en el municipio de Naucalpan, necesario hacer un estudio fondo en torno a la falla geológica que va de presa Madín, en Atizapán hacia ese punto y verificar la humedad que presenta la zona para prevenir deslaves e incidentes mayores, informó el director del Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas (IIGEA), Carlos del Ángel.
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La Presa Madín fue construida en 1959 en terrenos donde por el subsuelo cruza una falla geológica que llega a Praderas de San Mateo, por lo que es indispensable se realicen diversos estudios para prevenir situaciones adversas y se pueda además realizar programas de conciencia ciudadana en torno al riesgo que hay en el lugar.
Carlos del Ángel, explicó que en Praderas de San Mateo han detectado dos fallas geológicas, una que viene de la zona de Jilotzingo y otra de la Presa Madín, hasta el momento no se tienen elementos que indiquen que representen un riesgo para ese cuerpo de agua “porque fueron formaciones geológicas de hace miles de años”.
Sin embargo, dijo que se necesita que se realice un estudio a profundidad para medir el grado de riesgo, a fin de que se pueda determinar si la presea presente o no alguna ruptura y las autoridades de Atizapán de Zaragoza, Naucalpan y Tlalnepantla, así como del Estado de México, puedan implementar medidas preventivas.
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En Praderas de San Mateo los sismógrafos han detectado de julio a septiembre de este año,180 eventos sísmicos, de intensidad menor a los 2.7 grados, algunos de ellos imperceptibles para las personas, “en teoría los movimientos y estruendos los habría de producir la falla geológica proveniente de Jilotzingo”.
Dijo que ven más riesgo en las consecuencias que pudieran generar los sismos, de mantenerse como hasta ahora, “es probable que llegue a darse un desprendimiento de rocas en la zona de la barranca, ello derivado de las fuertes lluvias que se han tenido en las dos últimas semanas, que han provocado que sea abundante la humedad”, explicó.
El titular del IIGEA destacó que de hecho en la zona de Praderas hay una cuenca de un río del bajaba de El Calvario, “hay una secundaria y una lechería, traspasa unas calles y llegan a una zona donde hay campos de fútbol. Debajo de esa cuenca pasa el agua que llega a los campos, hay un nivel de humedad bastante alto. Aumenta la posibilidad de que, con los movimientos sísmicos, se pueda causar un colapso. es muy baja la probabilidad, pero si existe”, refirió.
IPN y UNAM estudian crujidos en Praderas de San Mateo, Naucalpan
Consultado al respecto Chuen Uac Zip, el representante del grupo ambientalista Nacel Arcoiris, quien ha dedicado más de una década al cuidado y protección de la Presa Madín, refirió que desde hace años se detectó la falla geológica, destacando que no es algo que pudiera generar un peligro, “más riesgoso era cuando la presa alcanzó su máximo nivel de almacenamiento, la cual llegó a derramarse en la zona del árbol que se encuentra en el lado derecho de las cortinas”.
Aseguró que se ha tenido acercamiento con las autoridades de protección civil municipal, sin embargo, han trabajado respecto a este tema con personal de protección civil y gestión de riesgos del Estado de México, y con los investigadores de la UNAM y IPN de quienes esperan los resultados de estudios que realizaron.
Ambas instituciones han instalado, junto con IIGEA, sistemas para monitorear y medir la sismicidad de la zona, así como detectar el origen de los crujidos que desde el pasado mes de julio han quitado el sueño, creado angustia y temor entre los habitantes de Praderas de San Mateo, en el municipio mexiquense de Naucalpan.
La presa Madín es el principal cuerpo de agua artificial para las zonas norte de Naucalpan y sur de Atizapán de Zaragoza, tiene una superficie de 190 hectáreas, una profundidad de 18 metros y una capacidad de almacenamiento de 24,700,000 metros cúbicos de agua, y es la principal fuente de abasto para 32 colonias de esos municipios y Tlalnepantla, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua.