La señora Hermelinda Ortega es otra afectada del colapso de la Línea 12 del Metro: su negocio de comida y las accesorias que renta no han podido recuperarse, sumado a qué no fue beneficiaria del apoyo que el Gobierno de la Ciudad de México otorgó a comerciantes de la zona donde se reparó el tramo elevado.
"Mis locales ya no se rentan, desquitan el mes del depósito y se van, no hay venta", dice la vecina de la colonia La Conchita, en Tláhuac.
Con las obras para reforzar el tramo elevado de la Línea 12 del Metro los negocios de la señora Hermelinda se vinieron abajo.
A pesar de que las dos accesorias que renta se encuentran sobre avenida Tláhuac y a unas calles de una estación del tramo elevado de la llamada Línea Dorada, desde que se instauró el sistema de transporte alterno e iniciaron las obras de reforzamiento no ha podido rentarlas más de dos meses seguidos.
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Sin apoyo y con daños en su propiedad
Sobre el apoyo que el Gobierno de la Ciudad de México entregó a comerciantes afectados por los trabajos de reparación del tramo elevado, la vecina de la conchita dice no haberlo recibido.
Autoridades de Gobierno capitalino determinaron el pasado 23 de julio que el monto de la compensación a comerciantes de la zona sería de 96 mil pesos.
Al segundo día de operaciones de la totalidad de la Línea 12, la vendedora de comida de la colonia La Conchita niega haber sido beneficiaria de los 96 mil pesos, caso contrario con el de algunos de sus vecinos.
"Yo no lo recibí, siendo que a otros vecinos si les dieron", asegura la vecina de la Línea 12.
Luego de la reapertura del tramo elevado de la Línea 12, los trabajos de reforzamiento continúan frente a la casa de la vecina de Tláhuac.
Además de que las ventas de comida no han sido las mismas, la casa de doña Hermelinda muestra varias grietas que, asegura, surgieron cuando se construyó la Línea 12.
"Esta grieta está pequeña, hay otras peores en el piso" dice al señalar uno de los muros que da a su negocio.
"Ando esperando al fin de semana para ver cómo va de gente para ver si invierto en mi negocio"
Antes de la caída de la Línea 12, la señora Elvia vendía desayunos en su pequeña accesoria a un lado de la estación Zapotitlán.
Al segundo día de operaciones de la estación que tiene a unos metros, Elvia solo vende dulces y refrescos, espera que las ventas se retomen con el tiempo.
"Vendía sandwiches, licuados, pan, café. Ahorita ando esperando al fin de semana para ver cómo va de gente para ver si invierto en mi negocio de desayunos", dice la vendedora de Zapotitlán.
Incluso, a raíz del cierre del Metro que corre sobre avenida Tláhuac, el compañero de accesoria de Elvia, un vendedor de tamales, dejó de vender, pues las ventas también se fueron abajo.
Elvia tampoco recibió el apoyo monetario de las autoridades
Elvia prefería seguir abriendo su local para tener un ingreso pequeño, pero seguro, que asistir a las reuniones para recibir la compensación.
"Estuvieron llamando a juntas, a mí me invitaron, pero como estoy sola, si yo tengo que ir a una junta obviamente tengo que cerrar, yo decía que es un albur, te pueden dar como no", explica la vecina de Tláhuac.
A pesar de no haber recibido los 96 mil pesos que entregaron autoridades, Elvia se muestra con optimismo ahora que la Línea Dorada opera con normalidad.
En base al flujo de gente, Elvia determinará si vuelve a vender desayuno e invita a su antiguo compañero de trabajo que quebró tras el colapso de la Línea 12.
VGB