El año nuevo no ha pintado de lo mejor para Mike. A pesar de que ha recorrido las calles del municipio de Chalco, en el oriente del Estado de México, su condición de migrante se ha convertido en un obstáculo para encontrar un empleo.
“Desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde salimos a buscar y no hemos encontrado nada”, nos cuenta frente a un local de comida donde lo rechazaron.
Acompañado de tres de sus amigos, salió hace más de dos meses desde República Dominicana. Lo hace para conseguir un mejor futuro para su familia que no pudo abandonar el caribe.
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“Migramos para acá para tener un futuro mejor, vamos con rumbo a Estados Unidos, si Dios quiere. Estamos acá por motivos de Dios, porque pasamos cosas muy fuertes para llegar acá”, señala con una sonrisa.
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La fe y la esperanza lo han hecho fuerte. Con los pocos recursos que le queda ha conseguido pasar la navidad alejado de sus seres queridos, pero con la ilusión de algún día reencontrarse.
“La familia es en nuestro país, están en una condición precaria y no nos pueden enviar dinero desde nuestro país. Está muy difícil la cosa, pero todo es posible en la vida. Ahora mismo nos estamos sustentando con el poco dinero que traemos”.
Sueñan con Estados Unidos
El grupo de migrantes forma parte de los cientos de refugiados que han abandonado su país para mejorar su condición de vida.
De acuerdo con estimaciones de gobiernos municipales, tan sólo en la región Oriente del Estado de México, se calculan que en los últimos tres meses han arribado cerca de 7 mil personas provenientes de Centroamérica.
Entre las nacionalidades que más registran solicitudes de empleo en esta zona del Valle de México destacan ciudadanos venezolanos, colombianos y hondureños, quienes no han conseguido obtener ingresos en México.
“Yo les pediría que le abran la puerta a los migrantes porque necesitamos y más que estamos de paso acá, que no nos vamos a quedar acá y que nos abran un poco más de puertas para trabajar”.
“Aquí en la zona Oriente, la mayoría de la gente son muy amables y nos sentimos más cómodos acá, más cerca del centro”, dice Mike.
A pesar de lo difícil del camino, el sueño para Mike de llegar a Estados Unidos continúa intacto.
“Queremos ir a Estados Unidos para tener una mejor futuro para mi familia allá en mi país República Dominicana. Es tener un mejor estatus de vida”
“Ahorita vemos de buscar empleo. Estamos buscando trabajo. Tenemos dos días, pero con fe se que lo vamos a conseguir”.
VGB