Naucalpan, Estado de México.- Hasta ahora a la Fiscalía General de la República no se le ha dado parte de lo ocurrido en el Bar Black Royce, a pesar de que en el caso se involucraron temas de trata de personas y tráfico de drogas como delitos federales que se habrían practicado en el inmueble, del cual sería incluso aplicable la extinción de dominio.
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Al realizarse la sesión de cabildo ordinario en el Ayuntamiento de Naucalpan, en la discusión del asunto donde se condonaría multas y recargos, además de facilitar la regularización de unidades económicas que incluye bares y restaurantes, el onceavo regidor destacó que desde su punto de vista se deberían vigilar los horarios de funcionamientos, ya que como fue el caso del Black Royce, que según las evidencias operó durante la noche cuando falleció el empresario Inigo Arenas.
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En respuesta una de las regidoras señaló que, al Bar Black Royce, se le otorgó la licencia en el 2019 en la administración anterior. Aclarando luego Mauricio Aguirre que la licencia se le otorgó para funcionar como restaurante y parrilla, pero por la falta de supervisión laboraban como bar y centro nocturno, sin tener los permisos correspondientes.
Cuestionado después de la sesión de cabildo, el onceavo regidor destacó que hasta donde conoce la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ha llevado el caso del Bar Black Royce en el fuero común y no ha dado parte a la FGR por los temas de trata de personas y tráfico de drogas, pese a que encontraron indicios de sustancias ilícitas.
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Destacó que en los hechos y con base en las evidencias no sólo se debió asegurar el inmueble, sino que es aplicable la extinción de dominio del inmueble usado para cuestiones ilícitas del fuero común y federal.
Hasta ahora en el acceso principal del bar disfrazado de restaurante y parrilla, han sido colocados los sellos de “Inmueble asegurado” y dos más del Instituto de salud del Estado de México con la suspensión total del inmueble por expender bebidas y alimentos sin la licencia de salud correspondiente.
“Sin duda que falta personal para que realicen la supervisión de los lugares como donde ocurrieron los hechos el 6 de agosto anterior. Basta con darse una vuelta los fines de semana en la noche por la calle de Pafnuncio Padilla en Plaza Satélite y se encuentran lupanares de todo tipo, los cuales operan hasta la madrugada”, dijo el décimo primer regidor.
Añadió finalmente que es raro que en ese lugar de Satélite los vecinos se quejan más de los vendedores ambulantes que de los bares, centros nocturnos y demás lugares de venta de bebidas al copeo con espectáculos y atención personalizada.
VGB