El gobierno de Ciudad de México y la fiscalía capitalina reorientaron la estrategia anticrimen al implementar, por primera vez en esta administración, un programa de recompensas de entre 500 mil y hasta 5 millones de pesos para detener a los principales objetivos delincuenciales. Por un primer grupo de 5 sospechosos, se ofrece un total de 10 millones 250 mil pesos de gratificación.
Encabeza la lista Lalo Ramírez Tiburcio, alias “El Chori”, uno de los líderes de La Unión Tepito, con 5 millones de pesos; Fabián Osvaldo Solís Vieyra, alias “El Cachorro”, con 3 millones de pesos; Axel Esli Espinoza García, 1 millón de pesos. Jesús Uriel Salgado Suárez, alias “El Tuto”, 750 mil pesos y José Francisco Contreras Martínez, 500 mil pesos.
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En la presentación del Programa de Recompensas para Capturar a Generadores de Violencia, la fiscal Ernestina Godoy dijo ante el jefe de Gobierno, Martí Batres, que existen órdenes de aprehensión e investigaciones sólidas contra estos sujetos.
Comentó que están implicados en delitos de alto impacto social: homicidio, secuestro, narcomenudeo, lesiones por disparo de arma de fuego y asociación delictuosa.
La titular de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Ciudad de México prometió que se brindará toda la protección de las autoridades a los ciudadanos que deseen colaborar y aportar información sobre el paradero de los probables delincuentes, por lo que no deben tener miedo por su seguridad.
“Queremos ejecutar las órdenes de aprehensión y que sean llevados a juicio, que se respeten sus derechos, su derecho al debido proceso, pero que enfrenten a la justicia, que la enfrenten ante los jueces, sí, que se defiendan, pero que se les juzgue”, puntualizó.
Manifestó que la decisión de lanzar esta iniciativa, cuyos lineamientos se publicaron este lunes en la Gaceta Oficial, se tomó al interior del gabinete de seguridad de Ciudad de México, el cual cuenta con el apoyo presupuestario del gobierno capitalino y será coordinado por la FGJ y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
“(…) La incidencia delictiva está a la baja, queremos que no tengamos ningún tropiezo, no vamos a tener reposo hasta que tengamos una ciudad mucho más tranquila y mucho más segura, en ese camino vamos (…) estamos comprometidas las autoridades en lograr la paz en nuestras comunidades, y esto pasa por la desarticulación efectiva de grupos criminales que operan con armas de fuego y que operan de manera muy violenta”.
Se trata de la primera vez que el gobierno capitalino de la 4T implementa un programa de recompensas ciudadanas para aprehender a objetivos delincuenciales prioritarios, además de que no se había llegado a la cifra de hasta 5 millones de pesos de gratificación.
El pago de gratificaciones por parte de la FGJ llegó hasta 2 millones de pesos por información para detener a homicidas o responsables de la desaparición de personas.
Sin embargo, las recompensas directas han sido aplicadas en anteriores administraciones a nivel federal, por ejemplo eran comunes durante el gobierno del ex presidente Felipe Calderón, lo que le generó críticas de adversarios políticos que consideraron en su momento que intentaba convertir a México en un país de “soplones”.
En el caso de este Programa de Recompensas para Capturar a Generadores de Violencia, lo que resulta inusual, de acuerdo con el Código Nacional de Procedimientos Penales, es que el gobierno y la fiscalía de Ciudad de México hayan difundido nombres y rostros completos.
La fiscal Ernestina Godoy aclaró que independientemente de las gratificaciones económicas, la Policía de Investigación (PDI) y la SSC siguen con sus labores de inteligencia y operativas para atrapar a estos objetivos delincuenciales.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, resaltó que se trata de “no dar tregua a los generadores de violencia más peligrosos de la Ciudad de México.
Aclaró que la iniciativa no significa que el gobierno de la capital vaya a dejar de lanzar nuevos programas con el objetivo de avanzar cada día más en la seguridad para obtener información valiosa a fin de dar con el paradero de los criminales más peligrosos.
MRV