Los ojos grandes de Priscila Bautista Zaragoza dan la impresión de “observar” detrás del vidrio. Permanecen iluminados por la luz de veladoras que día y noche colocan sus familiares frente al portarretratos con su foto. La joven fue víctima de una constante violencia machista por parte de su ex pareja y padre de su hijo, la cual culminó con su feminicidio el 2 de junio de 2023, en una habitación del Hotel Pop Life de Avenida Revolución, en Ciudad de México.
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La otra víctima es Matías, el hijo de ambos de 5 años de edad, quien le fue arrebatado a la joven y sus deudos por la familia del probable feminicida Ricardo Manuel Ramírez Miranda, por lo que ahora la lucha de los Bautista Zaragoza es por recuperarlo.
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Devastada, la señora Claudia, madre de la joven que tenía 26 años de edad, envió un mensaje: “Exijo justicia para mi hija Priscila, que fue víctima de feminicidio, golpeada con saña hasta quitarle la vida por el padre de su hijo; es por eso que pido a la fiscalía de feminicidios, en especial a la licenciada Ernestina Godoy Ramos, al DIF y al ministro Arturo Zaldívar de todo su apoyo para que el caso de mi hija no quede impune. Pese al miedo por represalias no tendrán el beneficio de nuestro silencio”.
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El probable feminicida es Ricardo Manuel Ramírez Miranda, su expareja y padre de su hijo Matías, de 5 años de edad, quien intentó escapar de un salto desde la venta del segundo piso del hotel, pero fue arrestado y ahora está en el Reclusorio Preventivo Oriente en espera de ser procesado y enjuiciado.
A la tragedia que enlutó a la familia de Priscila se suma que parientes del presunto asesino, de 28 años de edad, les arrebataron al menor, cuya custodia tenía que haber decidido un juez de lo familiar del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) capitalino el 15 de junio de 2023, lo que ya no fue posible por el feminicidio de la joven que confiaba en recuperar a su pequeño, dijo a La Silla Rota Jocelyn Bautista Zaragoza, hermana de la víctima.
Claudia, su mamá, y Juan, su papá, temen por su nieto Matías, pues denunciaron que fue raptado, no les permiten verlo y ha sido obligado a permanecer en un entorno que no sólo le ocasiona daño psicológico y emocional, sino que resulta inadecuado para su bienestar y sano desarrollo, además de que esta situación viola los derechos de la niñez.
PIDEN APOYO A FISCAL GODOY, JEFE DE GOBIERNO, MINISTRO ZALDÍVAR
Con el dolor que les ha dejado este crimen, pidieron apoyo a la fiscal General de Justicia, Ernestina Godoy; al jefe de Gobierno, Martí Batres; a Rebeca Olivia Sánchez, directora del DIF CDMX, así como al ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, quien se ha manifestado a favor de proteger los derechos de mujeres, de las infancias y de personas vulnerables-, a fin de recuperar o volver a ver a Matías.
También pidieron justicia en este caso de feminicidio, para que el probable responsable reciba una condena ejemplar. “Sabemos que esto no nos la va a devolver, pero puede servir de consuelo”.
Jocelyn Bautista dice que tienen miedo de represalias del presunto feminicida pese a que está en la cárcel, porque asegura que la gente cercana a él es muy conflictiva. “Tenemos un Código Águila para que policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana hagan rondines, sin embargo, ya vimos que es gente muy peligrosa, la ex pareja de mi hermana la asesinó, la golpeó y estranguló tras citarla con engaños, y se llevaron a mi sobrino Matías ilegalmente”.
Comentó que Ricardo y Manuela, padre y madre de Ricardo Manuel, tienen al niño y no dejan que lo vean; ellos mismos dicen que lo tienen escondido y que no lo devolverán; ni siquiera le permitieron despedirse por última vez de su mamá cuando la velaron.
Los deudos de Priscila no tienen dinero suficiente para pagar un abogado particular y reiniciar el juicio sobre la custodia de Matías, el cual fue anulado con el feminicidio.
Incluso, todavía deben 30 mil pesos a la administración del panteón donde fue sepultada en San Miguel Ajusco, y debieron juntar 6 mil pesos para completar los honorarios de la abogada que llevó el caso de la custodia, a quien sólo le habían dado un adelanto de 4 ml pesos.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) los apoyó con 11 mil pesos que pagaron a la funeraria, pero el resto de los trámites corrió por su cuenta.
VÍCTIMA DE CONSTANTE MALTRATO
Ricardo Manuel aparentaba “querer a la buena” a la joven de 26 años; él es del pueblo de San Andrés Totoltepec, alcaldía Tlalpan, y ella de San Miguel Ajusco; en ambos poblados se conservan usos y costumbres, como el denominado “contento” que se aplica cuando alguien “se roba la novia”.
A sabiendas de que había quedado embarazada durante su noviazgo, él y sus padres fueron a disculparse y a pedir la mano de Priscila con la promesa de casarse con ella, lo que finalmente no sucedió porque vivieron en “unión libre”; también les entregaron “presentes” como canastas con fruta, comida, pan y botellas.
Según el relato de los deudos, Ricardo Manuel trabajaba como despachador en gasolinerías de las que fue despedido y boletinado por realizar cobros indebidos con las tarjetas de los clientes y presuntamente por cometer “robo hormiga”.
Comenzó a beber, a tener aventuras con otras mujeres, a maltratar a su pareja, aunque también le robó 10 mil pesos de su tarjeta de débito y un teléfono celular, donde ella tenía fotografías de secuelas de las golpizas y mensajes con amenazas e insultos que recibía, cuyo material iba utilizar en el juicio sobre la custodia de su hijo para demostrar el maltrato de que era víctima.
Priscila sufría violencia física y psicológica por parte de este hombre, quien la humillaba, golpeaba, la hacía sentir menos y chantajeaba con quitarle para siempre a Matías. “Eres una fracasada…mejor mátate…no te voy a regresar a Matías… no mereces ser madre…”, eran algunas de las frases que gritaba constantemente.
Cansada, al enterarse que él tenía desde hace 2 años una relación con otra mujer, decidió separarse en diciembre de 2022; los padres de Ricardo Manuel lo corrieron de la casa y convencieron a la joven que se quedara con ellos porque fue su hijo el que “cometió la falta”.
A los tres meses, la joven no aguantó y regresó a la casa de su mamá en San Miguel Ajusco, por lo que su pareja decidió iniciar un proceso legal para intentar obtener la custodia de Matías.
Con engaños, le arrebataron al niño y tras llegar a un acuerdo informal decidieron que cada uno pasara determinados días con el menor; sin embargo, la relación era tensa.
Mientras el juicio por la custodia seguía su curso y el pequeño estaba con la familia del presunto feminicida, éste citó a Priscila después de prometerle que cambiaría y que se iba a desistir de la demanda.
La última vez que la víctima vio a su hijo fue el 31 de mayo de 2023; el 1 de junio se reunió con su asesino con quien ingresó alrededor de las 22:30 horas al Hotel Pop Life, en la alcaldía Benito Juárez.
Empleados escucharon los gritos de una mujer, llamaron al 911 y abrieron la puerta justo cuando Ricardo Manuel saltó desde la venta del segundo piso. La joven había sido asesinada.
FEMINICIDA PIDIÓ PRISIÓN DOMICILIARIA
Ricardo Manuel Ramírez no pudo correr porque sufrió una lesión en la columna al caer y fue aprehendido.
El 8 de junio de 2023, en la primera audiencia por su probable responsabilidad en el delito de feminicidio, pidió al juez de control que le permitiera seguir su proceso en “arresto domiciliario con un brazalete electrónico”, debido a sus lesiones. No mostraba remordimiento, relata Jocelyn Bautista, hermana de Priscila.
El juez fue enérgico y lo vinculó a proceso por el delito de feminicidio con prisión preventiva oficiosa en el Reclusorio Oriente. “Tú la citaste y ella fue con la ilusión de recuperar a su familia, a su hijo, y a su pareja, y lo que le diste fue la muerte, la asfixiaste”, soltó el juzgador.
VGB