Una forma de evitar robos de coladeras que, además de dañar el patrimonio de la ciudad pueden ser la causa de accidentes y hasta muertes entre peatones, es identificar y sancionar también a quiénes las compran, pues aunque se cambiara el material de éstas por plástico o concreto, si no se atiende el robo, seguirá ocurriendo. Así lo consideró Roberto Remes, ex coordinador de la Agencia del Espacio Público de la Ciudad de México.
“Sí que se debe reemplazar el material, pero (también) se tendría que ver dónde está el problema y hacer labor de inteligencia para saber a dónde se vende. Cuando se la roban, eso ya está tipificado”.
“No puedo decir si con aumentar la sanción esto va a cambiar, interesa más tipificar la compra, quien lo hace con las tapas de infraestructura urbana como son las coladeras y las tapas de los postes, debe ser corresponsable”, propuso Remes en entrevista con La Silla Rota.
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Para el especialista, quien estuvo al frente de la hoy extinta Agencia del Espacio Público, el material puede ser una solución, pero mientras no se la venta de las coladeras, y por ende el robo, el problema no se solucionará.
Ya se cuentan víctimas
Sofía y Esmeralda fallecieron el 10 de noviembre del 2022, las dos hermanas iban a tomar el transporte público para acudir a un concierto en el Palacio de los Deportes, pero cayeron a una coladera de aguas negras que no tenía tapa. Además, la calle estaba poco iluminada. Murieron en el momento.
A finales de año, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) determinó la existencia de un delito, pero el Sistema de Aguas capitalino (Sacmex) llegó a un acuerdo reparatorio con la familia.
En febrero de este 2023, un motociclista cayó a una alcantarilla que estaba en mal estado, mientras circulaba en la alcaldía Álvaro Obregón, falleció a pesar de traer el casco de seguridad.
“Quien compró esas coladeras es corresponsable”, dijo Remes sobre ambos casos.
¿Coladeras de plástico?
Se le pregunta a Remes si la solución es cambiar el material de las coladeras, para que ya no se venda como fierro viejo. Dijo que sabe que hay sustitutos de polímero, también tapas de coladera de concreto, que a veces no están bien colocadas, las cuales se convierten “en una especie de bache y se terminan rompiendo”.
Remes mencionó que hace año y medio, en Balderas, también vio que faltaban una especie de coladeras o drenes, como de 10 centímetros de ancho por 20 de largo, hechas de un material metálico que no se funde y aun así se las robaron.
“No tienen mercado porque no las pueden derretir”, dijo. Eso lleva al tema de si no se pueden fundir por qué se las roban. Remes consideró que pueden ser vendidas como material de construcción, incluso las de polímero, de ahí la importancia del trabajo de inteligencia.
“Se trata de responder rápido cuando se roban las cosas, para tener métodos de fijación, una llave especial para que cuando vayas a hacer limpieza solo quien la tiene la pueda usar y la Secretaría de Obras podría llevar eso”.
En su opinión, el material es parte de la solución, pero insiste en que hace falta identificar rápido donde faltan coladeras, por el riesgo que representan.
“Porque los más notorios son los hoyos en la banqueta, pasa tantas veces y hay riesgo en la vida. Sí hay un riesgo sobre la integridad física y debe haber algo que te permita reaccionar rápido en cuanto sucede y que sea más allá de las cámaras del C5”.
“Necesitas un mecanismo para que, muy rápido, cualquier vehículo oficial lo reporte, mecanismos que ayuden a detectar cuando ocurre. A ello sumar la labor donde los que se dedican al reciclaje y que son los mismos que reciben latas de coca cola y pet, investígalos y si quieres tipificar un delito, no subas una pena que ya existe, mejor tipifica la compra de este tipo de cosas”, concluyó.
Se las roban, aunque no puedan fundirse
Remes puntualizó que las personas que se dedican a robar coladeras no solo se dedican a ello: hacen lo mismo con las tapas de postes y registros. A él como funcionario de la anterior administración capitalina le tocó verlo. Luego de la restauración del Barrio Chino, a los pocos días ya se habían robado algunas tapas de los macetones.
¿Cómo es cuando se las roban?
Cuando empezó a pasar en el Barrio Chino sí nos avisaron los comerciantes y en un momento se iban a organizar para sustituirlas; hay veces que los tentáculos del gobierno no llegan tan lejos y cuando hay comercio local se les puede involucrar mucho mejor y dar una mejor respuesta. Obvio eso no puede pasar en toda la ciudad.
¿Se detuvo a alguien?
Seguro no se detuvo a nadie. Me contaron la historia de alguien que se robó la tapa de los macetones que pusimos en el Barrio Chino, eran poliedros y un día vieron a un tipo caminando sobre el Eje Central con una de las tapas, se la robó pensando sacar un dinero y no se le detuvo.