MAÍZ TRANSGÉNICO

Sin maíz transgénicos, necesario impulsar el campo mexicano: investigador de Chapingo

Tan solo en el 2022 el país importó alrededor de 16.5 millones de maíz amarillo transgénico, del cual el 80% fue destinado a la producción pecuaria y 20% para el uso industrial, donde se incluye el consumo humano

Sin maíz transgénico, necesario impulsar el campo mexicano: investigadores de Chapingo
Maíz en México.Sin maíz transgénico, necesario impulsar el campo mexicano: investigadores de ChapingoCréditos: Cuartoscuro
Escrito en METRÓPOLI el

Texcoco.- Investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), dedicados al estudio de la producción del maíz en México, llamaron al gobierno federal a diseñar un plan encaminado a reforzar la producción del grano amarillo en el país tras la restricción para importarlo por decreto presencial.

Gerardo Noriega Altamirano, profesor investigador de la universidad agrónoma, consideró como una buena medida prohibir el ingreso de maíz transgénico a los hogares mexicanos, aunque advirtió que no establecer un plan para cubrir el déficit habrá afectaciones en la industria.  

“Lo que tiene que hacer el gobierno mexicano es desarrollar dentro de la política publica un aumento a la producción de maíz amarillo y que entre otras cosas requiere el fortalecimiento de las instituciones de investigación, llámese Chapingo, colegio de postgraduados, Antonio narro, politécnico, UNAM, metropolitana y demás universidades”.

Maíz en México:cuartoscuro

“Hay que fortalecer nuestra red de instituciones en término de la investigación. Tenemos que producir la semilla México tiene que darle oportunidad de desarrollarse a profesionalmente a los alumnos para que esos conocimientos lleguen al surco y para que de esta manera podamos levantar la producción agrícola, requerimos que todos los maíces que están ahí en el mercado tanto de empresas mexicanas como internacionales sean valorados agronómicamente, explicó.

Para ello, explicó, desde la academia se ha establecido un proyecto para el fortalecimiento del maíz nativo de México que podría ayudar a mejorar el abasto dentro de la cadena productiva en México con el apoyo de instituciones de investigación.

“Estamos integrando una propuesta para la producción de maíz amarillo para sustituir este maíz transgénico de tal manera que en el mediano plazo México, si el gobierno federal abrazara esto como una política pública, pudieran estar consumiendo alimentos sanos, de alta calidad y libres de maíces transgénicos”, señaló.

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El plan contempla construir una alianza entre las instituciones de investigación, entre las que se encuentra el Colegio de Postgraduados, el Instituto Politécnico Nacional, la UNAM y la Universidad Metropolitana.

“Estamos identificado al talento mexicano que tiene que ver con la producción de semillas, estamos hablando que genetistas, fitomejoradores, fisiólogos, de químicos, biólogos, de bioquímicos y la intención es poder desarrollar un planteamiento que permita al país en el mediano plazo producir parte de la semilla hibrída que requerimos para estar produciendo maíz amarillo”, sostuvo.

De acuerdo con los investigadores, tan solo en el 2022 el país importó alrededor de 16.5 millones de maíz amarillo transgénico, del cual el 80% fue destinado a la producción pecuaria y 20% para el uso industrial, donde se incluye el consumo humano.

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En relación al uso del grano en la industria alimenticia, explicó que entre algunos de los productos donde se utiliza el insumo se encuentra principalmente para la elaboración de edulcorantes y harinas en el sector panadero y tortillero.

“Podemos ver estos productos en las mesas de los consumidores son frecuentes pero muchos de este producido que estamos sumiendo vienen justamente de ese maíz amarillo transgénico”, reconoció.

De acuerdo con los investigadores, de los 16. 5 millones de toneladas de maíz que se consumen en el país, “podríamos apostarle en el mediano plazo en México produjéramos un 30 % del maíz amarillo, esto significa unos 5 millones de toneladas”.

“El maíz amarillo no tiene desarrollada la genética de una manera tan avanzada como los blancos, por eso estamos proyectando un rendimiento más medio de unas 7 toneladas y media, eso significa que México en el corto plazo y mediano plazo debe de estar expandiendo el cultivo amarillo en unas 666 mil hectáreas, pero dicen los agricultores de subsistencia “No”, eso es en los productores medianos y grandes que en promedio cultivamos las 10 hectáreas”, comentó.

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Señalaron que para consolidar el proyecto es necesario apoyar a unos 666 mil productores de maiz para alcanzar una producción de al menos 5 millones de toneladas de maíz amarillo y así evitar una escasez del insumo en la industria.

“Llevar la ciencia y la tecnología a estos 666 mil productores necesita un programa de extensionismo especial que vaya orientado al alto rendimiento de la producción de maíz amarillo, para ello entonces el estado mexicano deberá contratar alrededor de unos mil 300 profesionales del desarrollo rural que deberán de ser capacitados por un grupo de expertos que justamente es de lo que estamos tratando de ir hablando de ir construyendo en este planteamiento y de esa manera ciencia y tecnología llegara hasta el surco de los productores de maíz amarillo que tengamos en México”, detalló.

Y es que para la Universidad Autónoma de Chapingo el ingreso de los maíces transgénicos pueden contaminar los más de 55 maíces nativos del país, lo que supondría un alto riesgo “toda esa fortaleza genética que la naturaleza ha logrado en 10 mil años”.

“No representa para nosotros ninguna ventaja estar utilizando maíces transgénicos, el patrimonio genético que tiene México con un manejo agronómico donde ciencia y tecnología concurra y lleguen a la parcela es suficiente para mejorar los rendimientos actuales y que a mediano plazo México produzca para caminar a la autosuficiencia alimentaria”.

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“En estos momentos la industria ocupa alrededor de 4 millones de toneladas de maíz, estamos produciendo en México alrededor de 3 millones de toneladas para cubrir las necesidades específicas de la industria, estamos hablando de un millón de toneladas de maíz, si nos damos a la tarea en el marco de una política pública México en el corto plazo puede garantizarle a los mexicanos que tengan una alimentación sana de alta calidad, libre de transgénicos, así es”.

“Yo creo que el espíritu del decreto es relevante. Tomar la decisión de que los mexicanos tengamos derecho a una alimentación sana es lo mínimo a lo que deberíamos estar aspirando, en ese sentido, de que en todas las mesas de nuestros compatriotas tengan alimentos sanos y de alta calidad es un sueño que desde las universidades y los académicos lo estamos abrazando con mucho entusiasmo”, concluyó.

VGB