Aún sin saber si su motocicleta soportaría el trayecto, Ernesto decidió conducir por más de cinco horas rumbo a la Basílica de Guadalupe, para encontrarse este lunes con la morenita del Tepeyac.
“La fe es la que nos mueve, nada más que eso y agradecerle todo lo que nos ha dado en este año”, dice, mientras espera a un costado de la autopista México-Pachuca, frente a la caseta de cobro de Ecatepec, Estado de México.
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“Eso sí, de que llegamos, llegamos aunque la moto se nos vaya parando, vemos cómo le hacemos, la echamos a la camioneta o algo y nos seguimos”, señala mientras espera que el motor tome un descanso.
Junto a un centenar de amigos, familiares y vecinos, emprendió el viaje en dos ruedas. Con el primer rayo de sol, la caravana salió desde la comunidad de Munitepec de Madero, en Hidalgo, con dirección a la Ciudad de México.
“Ahorita venimos casi todos, uno que otro no pudo por algunas situaciones, pero venimos con alegría para cantarle las mañanitas a nuestra madre”, dijo, cubierto con más de tres chamarras para soportar las bajas temperaturas.
Antes del mediodía, el grupo logró superar poblados hidalguenses como Progreso, Santa Cruz del Tezontle y El Pedregal, para llegar a su última parada en el Estado de México, antes de llegar a Indios Verdes, la antesala de la meta.
“Cada año venimos a la Basílica, y pues somos varios, venimos de varias zonas y nos están escoltando estas camionetas para que lleguemos con bien, todo con la bendición de Dios y de la Virgen”, dice.
Por más de 90 kilómetros, luces y las sirenas anunciaron su peregrinar rumbo al santuario guadalupano, que recibirá a miles de fieles con motivo dela celebración del Día de la Virgen de Guadalupe.
Y es que para Ernesto las oraciones que envió a la Virgen de Guadalupe en este año la salud de todos sus familiares fue buena. Nadie enfermó y todos lograron llegar a diciembre con empleo y en compañía de sus seres queridos.
“Más que nada, venimos a agradecerle porque nos haya brindado salud y trabajo. Con tanta enfermedad y sufrimiento que hay en el mundo, la virgencita siempre nos ha tendido la mano cuando se lo pedimos”, comenta.
“Ahorita nos ha ido todo muy bien, hay gente que nos dio un cafecito y un pan y se los agradecemos de corazón. Ahorita nos tuvimos que parar a descansar un poquito porque ya eran muchas horas y teníamos que descansar”, explicó.
Como cada año, los comuneros de Munitepec de Madero, esperan participar en la celebración guadalupana para cantarle las mañanitas en punto de la medianoche.
Los peregrinos son acompañados por cuerpos de rescate
Cada año el tránsito de feligreses que viajan hacia la Basílica de Guadalupe aumenta principalmente sobre las vialidades ubicadas al norte de municipios mexiquenses del Valle de México.
Entre ellas las más concurridas se encuentran la Vía Morelos, la avenida Carlos Hank González (Central), autopista Siervo de la Nación, la México-Pachuca y la avenida Adolfo López Mateos (R-1). Además de la carretera Lechería-Texcoco y la libre México-Pachuca.
En estos puntos, los peregrinos son acompañados por cuerpos de rescate, paramédicos, bomberos y de protección civil, que en este año sumaron más de 2 mil 500 elementos como parte del operativo “Peregrino Seguro 2023”.
Datos del gobierno local de Ecatepec, estiman que tan solo en esta zona de la entidad se registra el paso de hasta 2 millones de guadalupanos provenientes de estados y municipios vecinos que buscan llegar a la Ciudad de México.