Enclavado en el corazón de la colonia Nápoles de Ciudad de México, el “Saloon Diamante Negro” comenzó a resentir pérdidas económicas debido a la disminución de la clientela, tras el endurecimiento de las medidas antitabaco.
Desde el 15 de enero de 2023, la ley que prohíbe fumar al aire libre, en lugares públicos, patios, terrazas y balcones, entre otros sitios, afectó las ventas de este restaurante bar, donde la asistencia ha bajado hasta 50%, apenas a una semana de que la reforma entró en vigor.
Roberto Gutiérrez, bartender del establecimiento que tiene 15 años de operación en el número 99 de la calle Louisiana, esquina Dakota, explica que el “Saloon Diamante Negro” tuvo que adaptarse a las primeras disposiciones -aprobadas en 2008- para la creación de espacios libres de humo de tabaco.
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Comenta que en este lugar, los propietarios colocaron ceniceros metálicos afuera del inmueble, en la vía pública, después de que se prohibió fumar en los espacios cerrados de este tipo de negocios.
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La clientela salía y podía consumir tabaco afuera del establecimiento, sin exponerse; no tiraba sus colillas al piso, sino que las colocaba en estos ceniceros que se fabricaron especialmente para evitar que residuos de cigarrillos contaminen y ensucien la calle.
También en el negocio se creó un área especial en vía pública para que los asistentes pudieran fumar al aire libre, y se acondicionó una terraza con el mismo propósito.
DISMINUYE CLIENTELA
Sin embargo, con la reforma a la Ley General para el Control de Tabaco -que entró en vigor el 15 de enero pasado- la clientela comenzó a disminuir casi en un 50%. Este fin de semana, casi no hubo comensales, la mayoría ahuyentados por las nuevas disposiciones.
“Nos están pidiendo que saquemos a la gente de nuestra área de fumar, al principio nosotros dejábamos a la gente fumar (como cualquier restaurante, bar y cantina, antes de las reformas de 2008), después cambiaron las reglas y ahora podían fumar en el área de la banqueta, pusimos los ceniceros para que fumaran y tiraran la colilla ahí, y no hicieran tiradero".
“Después pusimos las mesas en esta área, para que así pudieran sentarse y convivir los clientes que se estaban tomando una chela y poder fumar ahí, ahora ya nos dijeron que no que ya no se puede, nos están pidiendo que mandemos a la gente cinco metros de nuestro establecimiento para que no contaminen a los demás que no son fumadores”, señala Roberto Gutiérrez.
Este restaurante bar, donde los fines de semana tocan bandas de rock en vivo, se ha caracterizado por el cumplimiento de las disposiciones legales de las autoridades, sin embargo, las medidas antitabaco han afectado su espacio para atender a clientes, lo que, en consecuencia, ocasiona una afectación en sus ingresos económicos.
Aquí solo se venden bebidas alcohólicas con alimentos, como pizzas, choripán, pastas y botanas.
“Este balcón lo tenemos para justamente fumadores, que va desde la esquina hasta a otra esquina del establecimiento, ahora nos están prohibiendo que lo usemos, en sí tenemos que sacar a la gente (fumadora) a la calle”.
Manifiesta que además de las afectaciones económicas, el endurecimiento de las medidas antitabaco pueden ocasionar problemas en la seguridad de la propia clientela e incluso con los vecinos, ante la posibilidad de que éstos crean que ellos los mandan a fumar afuera de sus casas.
“Los clientes se están quejando demasiado y estamos perdiendo clientela, porque la mayoría fuma, son fumadores y quieren convivir en un grupo que fuma, los estamos mandando lejos y se exponen al cruzar la calle a un asalto, a que los atropellen, ya que tenemos dos cruces en la calle…”
Alejandra Martínez, quien labora como hostess, manifiesta que las nuevas reglas para consumir tabaco les ha ocasionado pérdidas.
“DAME CHANCE DE FUMAR”
En la cantina “La Número 20” de Plaza Oasis Coyoacán, uno de los meseros explica que hay molestia entre algunos clientes, a quienes tienen que explicar que ahora deben buscar un lugar fuera del establecimiento y de la plaza para poder fumar.
“Antes teníamos un área de fumar y de no fumar, separamos niños de adultos, ahorita, desde el domingo, que empezó la ley, ya se integran todos, ya hay más familias. Obviamente, quienes están acostumbrados a fumar sí nos piden que les demos chance, que les demos permiso, no podemos, no vamos a perder nuestro trabajo por alguien que fuma…la verdad es que los que piden fumar no podemos, ya no se puede”.
Sostuvo que las autoridades no les han notificado oficialmente las sanciones en caso de que se registre un fumador en el negocio. “Solo el comunicado, que está prohibido fumar y lo llevamos al pie de la letra (…) si nos dicen queremos fumar, déjanos fumar, negamos, para poder fumar solo afuera de la plaza, ya no hay un lugar habilitado para ello ni en restaurante ni en la plaza”.
El trabajador indica que por el momento no ha bajado la clientela por esta situación, pero considera que en el futuro puede afectar.
VGB