XALAPA, VER. - La Ley Antitabaco va a generar un efecto nocivo para el sector empresarial en Veracruz, especialmente para las microempresas y restauranteros, que tendrán que limitar o restringir la venta y el consumo del cigarro, lo que ocasionará una reducción de compradores y comensales.
Empresarios del estado consideran que limitar el consumo en espacios abiertos, públicos o cerrados podría no tener efecto en dejar de fumar, pues la gente que necesita nicotina seguirá haciéndolo.
Sin embargo, afectará los ingresos de los comercios, pues se cree que la venta de cigarro genera 25 por ciento de sus ventas, lo que se suma a algunas otras cargas financieras como el aumento al salario mínimo y en los días de vacaciones.
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Los empresarios Fernando Arana Watty, presidente del Consejo Empresarial Metropolitano; y Carlos Luna Gómez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Sectur) en Xalapa, pidieron que al regular la prohibición, las sanciones por fumar en espacios prohibidos se impongan a los consumidores.
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Los inversionistas consideran que dejar de fumar es un tema de educación y cultura, por lo que se requieren campañas de difusión para evitar el consumo, pues cuando alguien necesita la nicotina encuentran lugares y motivos para prender un cigarro y, en base a la experiencia, la prohibición no inhibe las conductas.
Desde el año 2013, en Veracruz ya existía una Ley que prohíbe fumar en áreas públicas o privadas, que incluyen sanciones como: amonestación con apercibimiento, multa, clausura temporal o definitiva, que podrá ser parcial o total; y el arresto hasta por treinta y seis horas, es decir, día y medio.
¿Qué dice la nueva Ley Antitabaco?
Este domingo 15 de enero entró en vigor el nuevo reglamento de la Ley General de Tabaco, que prohíbe la publicidad o propaganda para promover productos del tabaco, marcas o fabricantes, que pueda vender o alentar el consumo del tabaco.
La prohibición de publicidad alcanza medios de comunicación impresos, como revistas, diarios, periódicos, folletos, volantes, boletines, cartas, vallas publicitarias, carteles, letreros; medios de comunicación sonora, visual y audiovisual, como radio, cine, televisión, teatro, espectáculos en vivo, películas cinematográficas, DVD, CD, y redes sociales.
La medida, según expone el reglamento, permite a la autoridad federal tener el control, fomento y vigilancia sanitaria de los productos del tabaco, su elaboración, fabricación, importación y prohibiciones en toda forma de publicidad, promoción y patrocinio.
Las medidas restrictivas buscan proteger a la población de la exposición al humo de tabaco y emisiones en áreas física con acceso al público; en espacios cerrados, que incluyen lugar de trabajo, y transporte público; en espacios de concurrencia colectiva; así como en escuelas públicas y privadas de todos los niveles.
La misma Ley define como espacios de concurrencia colectiva los patios, terrazas, balcones, parques de diversiones, área de juegos o lugares donde permanezcan o se congreguen niñas, niños y adolescentes, parques de desarrollo urbano, deportivos, playas, centros de espectáculos y entretenimiento.
Además de canchas, estadios, arenas, plazas comerciales, mercados, hoteles, hospitales, centros de salud, clínicas médicas, sitios o lugares de culto religioso, lugares de consumo o servicio de alimentos o bebidas, y paraderos de transporte. Todos son considerados espacios 100 por ciento libres de humo.
Para hacer cumplir la nueva disposición y estar vigilantes del reglamento, se establece que la Secretaría de Salud deberá poner en operación un número telefónico de acceso gratuito, a través del cual se podrán formular denuncias y quejas sobre el incumplimiento, y da la autoridad a cualquier persona propietaria, administradora o responsable de un comercio, jefes, conductores del transporte público, estudiantes y docentes, personal administrativo, padres o madres de familia y personas integrantes de las asociaciones escolares a pedir que alguien deje de fumar o apague su cigarro.
Si el fumador no hace caso a la indicación puede exigirle se retire del espacio 100 por ciento libre de humo de tabaco y emisiones, y se traslade a la zona exclusivamente para fumar ubicada en espacio al aire libre; si opone resistencia, negarle el servicio y, en su caso, buscar la asistencia de la autoridad correspondiente.
¿Habrá espacios para fumadores?
El reglamento propone áreas para fumar que deberán reunir algunos requisitos como: estar físicamente separadas e incomunicadas de los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco y emisiones; no ser paso obligado para las personas o encontrarse en los accesos o salidas de los inmuebles.
Deberán estar a una distancia de menos diez metros de las entradas, accesos, salidas o cualquier lugar obligado donde las personas pasen o se congreguen, así como de los sitios donde se encuentren conductos de entrada de aire; y no podrán ser mayor al 10 por ciento del total del inmueble.
Estos espacios tendrán que contar con la señalización que prohíbe la entrada a menores de edad y mujeres embarazadas, la cual debe ser visible y adecuada. Asimismo, emplear señalización que incluya advertencias sanitarias gráficas sobre los efectos y daños en la salud a que se exponen las personas por entrar en zonas exclusivamente para fumar.
Empresarios adecuaron espacios recreativos, y ahora prohíben fumar
Fernando Arana Watty, presidente del Consejo Empresarial Metropolitano, consideró que, si bien la medida es positiva para reducir el tabaquismo, se ha comprobado que prohibir conductas no logran inhibir el consumo.
Las tienditas de la esquina o las tiendas de conveniencia serán las más afectadas, pues deben quitar los exhibidores de los cigarros, y eso tendrá un impacto en la venta del producto, que debe estar “oculto”.
En el caso de los restaurantes, cafés, bares o videobares, donde es común ver a las personas fumar despues de consumir alimentos o tomando alguna bebida, será difícil el poder “obligar” a los comensales a no fumar o apagar el cigarro, incluso, se podría inhibir la asistencia a esos comercios.
“Hace poco hicieron una inversión para modificar espacios, crearon terrazas, modificaron el techo para crear área de fumadores, y ahora, en gran parte, o en casi todos lados, estará prohibido fumar”, platicó en entrevista.
El empresario planteó que la sanción se dirija a quien consume el tabaco, pues resulta injusto que se le quiera imponer a los comercios, cuando ellos brindan un servicio, pero no tiene la autoridad para prohibir algo.
“Si la gente esta fumando en el parque o la playa a quién van a multar, la multa debe ser a la persona, no al negocio, se trata de que aprendan a respetar las reglas. Tenemos un año complicado con inflación, con aumento de vacaciones y salario; y ahora no puedes vender ciertos productos, y por otro lado, la amenaza, de multas y clausura de los comercios”.
Arana Watty consideró que el regular o inhibir la venta y el consumo del tabaco está relacionado con la educación en la casa o la escuela y una campaña de difusión que explique los daños y el gasto que implica atender enfermedades relacionadas con el consumo del cigarro.
Se promulgan leyes por ocurrencia
Carlos Luna Gómez, representante de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servitur), planteó que se deben generar leyes, pero se deben consultar con los sectores a los que se va a impactar.
“En materia de salud es una decisión acertada, pero nuevamente se emiten leyes sin llevar el consenso de las personas que se encuentran en los comercios, los restauranteros y los bares hicieron inversiones importantes para tener lugares para fumadores que, dicho sea de paso, si hay un número importante de consumidores”.
La inversión que se hizo a raíz de la Ley que promovía espacios libres de humo en Veracruz, en el año 2013, se echa por la borda, en un momento económico complicado para los empresarios, que día con día hacen un esfuerzo para acatar las disposiciones legales que se les imponen.
Luna Gómez dijo que al carecer de estudios de impacto de las políticas públicas hace pensar que las decisiones se toman de manera improvisada, “es la ocurrencia de alguien, de que hay algún beneficio para la población, pero, en esa parte de nuestra propia ignorancia de no conocer las aristas de un problema, elegimos recomendaciones que no son consensuadas y tienen impacto en la economía formal”.
Pidió a los políticos tener mayor sensibilidad para acercarse los sectores de la población y emitir leyes que mejoren las condiciones de vida, sin lesionar a quienes sostienen la economía.
“Esto poco va a inhibir el tema de los fumadores, los fumadores encuentran el lugar y el motivo (…), no creo que en el corto plazo resulte un impacto inmediato en la reducción de consumo”.
Observó que, en el pasado, cuando se implementó la Ley en Veracruz se dio un periodo de transición para todos los comercios, para adecuar sus instalaciones, sin embargo, ahora la medida fue radical, “o es todo o es nada”.
mb