La próxima elección a la gubernatura en el Estado de México encuentra debilitados a los partidos de oposición, que atraviesan por crisis internas aunque afirman que la alianza Va por México, los fortalecerá.
La Silla Rota consultó expertos sobre este tema quienes consideraron que no se advierte un escenario optimista para la alianza PRI, PAN y PRD, aunque ellos aseguren lo contrario.
En general detallaron que los tres partidos llegan en condiciones de incertidumbre y debilitados, además de poca credibilidad y desconfianza ciudadana.
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Cuestionados
Horacio Vives, politólogo del ITAM, afirmó que los partidos que integran esta alianza, más que llegar fortalecidos, llegan cuestionados al terreno mexiquense.
"Si Va por México llegase a ganar la elección en Estado de México, por supuesto se fortalecen. Pero las encuestas de intención del voto, hasta ahora, reflejan que Morena mantendrá continuará arrebatando gubernaturas a la oposición", dijo.
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Contextualizó que la entidad es relevante simbólicamente, en términos electorales, por ser uno de los estados con mayor número de potenciales votantes para una elección presidencial.
"Es una entidad particularmente importante para el el PRI porque ahí y en Coahuila no ha habido alternancia, siempre ha ganado el tricolor. Y en las últimas elecciones lo que hemos visto es que el PRI ha perdido bastiones de sus gubernaturas. Así que tendrá que defender su última fortaleza", dijo. Y consideró que lo que está arriesgando el PRI, será relevante para la coalición.
El 12 de enero Va por México relanzó su alianza electoral. El dirigente panista, Marko Cortés, declaró que el PRI será responsable de elegir los candidatos a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila. "Era lógico que en estos acuerdos el tricolor lleve mano para la postulación de una candidatura conjunta de Alejandra del Moral", explicó Vives.
La aspirante es la ex secretaria de Desarrollo Social del Estado de México y cuenta con el aval del gobernador Alfredo del Mazo, primo del último ex presidente priista, Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, Vives consideró que pensar que la entidad es el laboratorio de una futura elección presidencial, es en realidad un mito. "Por una sencilla razón", explicó, "el PRI nunca ha dejado de gobernar el Estado de México y sin embargo, ha perdido las últimas elecciones presidenciales. Por esa razón no creo que eso sea tan determinante".
En este momento, el PRI atraviesa por una crisis interna después de que su dirigente nacional Alejandro Moreno amplió -a través de modificaciones a sus estatutos-, ampliar algunos meses su estadía en la presidencia del partido. Además, en la Cámara de Diputados continúan manteniendo en suspenso su proceso de desafuero por probable enriquecimiento ilícito.
En el PRD la situación no es mejor. Sus derrotas electorales y reducción de legisladores en el Congreso lo han llevado al extremo de que se considere que, de no aumentar su número de votos, perdería su registro nacional como partido.
Y Acción Nacional, aunque incrementó su número de diputados en el Congreso, no cuenta con la fuerza política para poder sostener por si sola la alianza Va por México. Así quedó demostrado cuando el PRI se desligó momentáneamente de la coalición para apoyar a Morena con la ampliación de mandato para que la Guardia Nacional continúe realizando labores de seguridad pública al mando de la Sedena. Esto, gracias a una iniciativa que propuso y votó a favor junto a Morena y sus aliados.
"El año pasado hubo momentos que pusieron a prueba la alianza; y aunque al final del día todos los partidos votaron en contra de la reforma electoral constitucional, energética así como otras, en este momento parecen estar razonablemente unidos. No obstante, estos acuerdos pueden cambiar dado los intereses particulares que tienen; y porque la lógica de las elecciones locales no necesariamente tiene que corresponder al escenario de una elección nacional".
La división interna de una alianza
Julio Jiménez, vicepresidente de Colegio Nacional de Abogados y analista político, explicó que los partidos nacionales atraviesan por en un momento crítico de incertidumbre democrática, desconfianza ciudadana y división interna.
El PRD, dijo, "prácticamente llega desmantelado, la coalición es un chaleco salvavidas porque estaría en riesgo de perder su registro".
El caso del PAN, afirmó, "es otro porque todavía retiene algunos gobiernos estatales y municipales con resultados positivos como Yucatán y Querétaro. Cuenta con confianza de su electorado gracias a algunas políticas públicas implementadas. Pero no es suficiente en una entidad que no gobierna como el Estado de México".
Jiménez señaló que "hay muchas caprichos y ocurrencias" de su dirigente Marko Cortés. "No ha habido una operación cicatriz ni acuerdo de alto nivel entre los liderazgos panistas y los sectores que los respaldan".
El caso del tricolor es otro, explicó. "El PRI es parte fundamental del proceso electoral 2023, pero en esta alianza me parece que lejos de abonarles, les resta. La administración de Alfredo del Mazo es desafortunada, con más obscuros que claros; resultados magros en materia de seguridad, prevención del delito y combate a la corrupción. En materia social, salud y educación hay pendientes. Y si a eso le sumamos el desprestigio galopante de Alito Moreno y los escándalos en los que se ha visto envueltos, eso les resta frente a un partido como Morena y sus aliados quienes se encuentran en condiciones más benéficas al prometer la expectativa de un cambio".
Y agregó "la percepción de la militancia priista nacional y mexiquense es que Alfredo del Mazo, igual que otros gobernadores priistas, están haciendo todo lo necesario para entregar la plaza a Morena y con ello gozar del beneplácito de un premio; de hecho, él aspira a ser embajador de Países Bajos. La imposición de Alejandra del Moral no es menor porque la militancia no la quiere, las dirigencias no la apoyan y los liderazgos no la reconocen".
En este contexto, las encuestas más recientes de intención del voto arrojan que Morena encabeza las preferencias electorales frente a un escenario de alternancia con el PRI.
La candidata Delfina Gómez, profesora, senadora con licencia, ex secretaria de Educación y ex alcaldesa de Texcoco, aspira al cargo por segunda ocasión. Ahora, su coordinador de campaña será el ex titular de Aduanas, Horacio Duarte; acompañado del senador mexiquense, Higinio Martínez.
Sobre Gómez pesa un escándalo por la investigación que realizaron las autoridades electorales para investigar el pago de "diezmo", en el que se retuvo el 10% de salario a trabajadores texcocanos, pues se determinó que dichos recursos se utilizaron para financiar a Morena en el pasado. Esto, derivó en una sanción de 4.5 millones de pesos.
"Esto colocó a Delfina Gómez como una impresentable", consideró Jiménez, "sin embargo, recordemos que la gente en realidad no va a votar por ella sino por la marca de Morena que es el presidente Andrés Manuel López Obrador quien continúa en campaña permanente. Y él buscará que la joya de la corona quedé en manos de Morena".
VGB