A 5 años del terremoto del 19 de septiembre de 2017, las cifras sobre el número de viviendas afectadas y reconstruidas aún no está claro y los damnificados temen que la base de datos para recibir los apoyos pueda estar “inflada”, así lo afirma el vocero de la organización Damnificados Unidos, Israel Ballesteros.
El también habitante del multifamiliar Tlalpan –en el cual se colapsó el edificio 1C y los nueve restantes resultaron dañados– explica a La Silla Rota que el portal de la Comisión de Reconstrucción del gobierno capitalino muestra que, de 22 mil 187 viviendas afectadas, se han entregado 12 mil 773, es decir 57 % del total.
Pero Ballesteros cree, con base en el detalle de la propia base de datos, que la cifra podría estar inflada.
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Lo dice con conocimiento de causa. Para no ir más lejos: la base del propio multifamiliar Tlalpan tiene errores, pues la página de Reconstrucción informa que los 10 edificios que forman parte del conjunto que está a unos pasos del Metro Tasqueña suman 520 departamentos.
Pero en realidad son 500, pues ni en el caso del 1C se reconstruyeron más departamentos.
“¿En cuantos predios más se repite ese error? El tema es que está entregado y resulta una forma de engrosar ficticiamente el número de viviendas y por lo tanto su porcentaje”, cuestiona Ballesteros, quien, junto con Francia Gutiérrez, también del mismo conjunto, se convirtieron en la voz no sólo de sus vecinos, sino de damnificados de otras alcaldías como Tláhuac, Tlalpan e Iztapalapa.
OTROS CASOS
El activista añade que no se trata del único caso donde aparecen números inflados en la base de datos de la Comisión de Reconstrucción. En el edificio de Doctor Lucio 103, en la Doctores, en la alcaldía Cuauhtémoc, aparece duplicado el número de viviendas, que es de 48.
Ballesteros –que durante las movilizaciones para pedir al gobierno la reconstrucción de viviendas participó con otros damnificados en marchas, bloqueos en Tlalpan y acudió a la jefatura de Gobierno tanto en la anterior administración de Miguel Ángel Mancera como en la actual, encabezada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum– expresa una preocupación.
Teme que pueda haber más números inflados y eso termine además por excluir a gente damnificada que aún está a la espera de la reconstrucción de su casa.
“Esos números ya implican la exclusión de miles y miles de damnificados a los que les han negado atención”.
Apunta que, de hecho, en la sumatoria de la base de datos, que está en un formato de Excel, aparecen 21 mil 888 viviendas, 299 menos que los que vienen en la portada de la página, que es una cifra de 22 mil 187.
Ballesteros teme que ahí también haya datos rasurados.
“El problema es que ellos ya habían dado a conocer dos censos previos. El primero en la Gaceta oficial de la CDMX del 5 de febrero de 2019 donde dicen haber identificado 26 mil 672 inmuebles (no viviendas) y el 14 de septiembre de 2021 en su portal informaron que posterior a este censo identificaron 7 mil 148 inmuebles más, o sea un total de 33 mil 820. Ahora solo reconocen 11 mil 108, es decir que rasuraron 22 mil 712 sin explicación”, lamenta.
Entre esos inmuebles hay algunos que representa la organización y sobre los que las autoridades reportaron avances y ahora están olvidados, afirma.
Uno de ellos es el de la calle licenciado Primo de Verdad 7, en el Centro; otro es Oriente 255 en la Moctezuma y uno más en Manuel Payno 86, en la Obrera.
Dice que, si no está inflado, entonces por lo menos denota que a 5 años del sismo aún hay desorden y “son incapaces de tener información certera”.
DATOS DE OTROS EDIFICIOS
Ballesteros en estos cinco años ha estado al pendiente de otros edificios. Uno es el del Licenciado Primo Verdad 7, en el Centro Histórico, cuya reconstrucción está detenida.
“Está en un callejón frente a la puerta 3 de Palacio Nacional. El edificio tiene daños previos al sismo, pero con el de 2017 se volvió inhabitable, con dictamen de alto riesgo de colapso. Resultó que, aunque el edificio estaba habitado, en realidad era un inmueble del gobierno capitalino, así que primero estuvimos pidiendo su desincorporación, cosa que logramos el año pasado”.
Se acordó que como sus habitantes no eran propietarios, el Instituto de Vivienda lo demolería y reconstruiría ahí un proyecto de vivienda y las compañeras que lo habitaban cubrirían el costo de mediante un crédito del INVI. Se firmó un convenio de desocupación, algunos ya no vivían ahí, pero otros, pese al riesgo, continuaban.
“Su demolición debió comenzar hace un año e inexplicablemente se detuvo y ahora ya no aparece en la plataforma. Ese edificio lamentablemente tuvo una segunda tragedia el 7 de diciembre de 2019 cuando un hombre entró y disparó contra los habitantes, cinco personas fallecieron, cuatro de nuestros compañeros y un vecino más. Otros tanto resultaron heridos.
“Fue el mismo día que el concierto de Café Tacvba en el Zócalo. El hombre que protagonizó la agresión fue abatido por un policía, pero se le localizaron documentos que indicaban que era un elemento del Ejército con residencia en Oaxaca. ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué decidió entrar justo a un edificio organizado en Damnificados Unidos y asesinar sin ningún motivo aparente? No lo sabemos, nadie nos ha dado una respuesta”.
Un problema distinto se registra en Alfonso Reyes 188 en la Condesa, cuyos vecinos forman también parte de la organización. Ahí, después de una votación, se impuso la redensificación, una alternativa contra la que DUCDMX siempre se han opuesto.
“Como prácticamente todos los de redensificación, es un problema que les cuadre la corrida financiera. Finalmente, el año pasado comenzó la reconstrucción de sus nueve departamentos, tres más que antes del sismo, pero se detuvo”.
“Ya debería estar por acabar, pero parece que la empresa ganadora no tiene solvencia económica, ya se gastó el dinero que salió del erario y depende de vender los tres departamentos redensificados en preventa para continuar la obra, no sabemos si para acabarla”, continúa.
Otro caso es el del conjunto habitacional Villa Centroamericana y Del Caribe en Tláhuac, una de las zonas de la capital más golpeadas por el sismo del 2017. Es un conjunto de dos mil viviendas, donde por los problemas del suelo, muchos edificios o módulos se dañaron. Incluso se llegó a hablar de la posibilidad de necesitar reubicación, lo que hubiese sido un problema mayúsculo, por haber demasiada gente. En el Condominio 9 hubo siete edificios dañados, detalla.
“El gobierno de la ciudad fijó una ruta larguísima y ahora que llega, excluyó a cinco de los edificios, solo se rehabilitarán dos y la rehabilitación casi que solo es de pintura”, asegura.
La Silla Rota solicitó una entrevista con la comisionada de Reconstrucción, Jabnely Maldonado Meza, sobre los temas planteados por Ballesteros, pero no ha habido respuesta.