Una usuaria denunció, a través de redes sociales, que todos los inquilinos de un edificio ubicado en la Condesa, de la Ciudad de México se fueron debido al excesivo costo de las rentas, quedando ella como única inquilina. Esto forma parte de diversas problemáticas que hay en diversas ciudades centrales del país, pues la gentrificación, turistificación y los desalojos forzosos impactan en el derecho al acceso a la vivienda.
A través de Twitter, la usuaria @aledunnet reveló que su contrato termina en febrero y que por ahora paga 10 mil pesos de renta. Sin embargo, las demás personas que habitaban el inmueble se vieron obligadas a desalojar los departamentos, debido a que el edificio pasó a ser propiedad de Airbnb y las rentas se dispararon pasando de los 10 mil pesos a más de 90 mil pesos.
"Mi edificio en la Condesa fue desalojado, yo soy la única vecina que queda y mi contrato se termina en Feb. Pago 10 mil pesos de renta. Todos los demás departamentos ahora son Airbnb", escribió la usuaria.
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La usuaria además compartió una imagen del costo de la renta de cada departamento del edificio de la Condesa, ubicada en la Ciudad de México, en donde se aprecia en la aplicación de Airbnb que el costo es de 85 mil 776 pesos por casi tres meses.
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La Ciudad de México como atractivo turísco; ¿turistificación o gentrificación?
El pasado 26 de octubre, el gobierno de la Ciudad de México anunció durante una conferencia de prensa que el gobierno capitalino sostuvo una alianza con Airbnb y UNESCO, con el objetivo de impulsar un "turismo creativo". La mandataria capitalina dijo que este acuerdo dejará una derrama económica de mil 400 millones de dólares al año, con la esperanza de que “no suban las rentas”.
Durante la presentación, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, negó que esta iniciativa de Airbnb vaya a elevar los precios de la renta de inmuebles. Sin embargo, señaló que sí se está revisando si hay impacto en el costo de la renta en zonas donde están llegando los nómadas digitales, como la Condesa, Roma u otras colonias de la alcaldía Cuauhtémoc, o es el impacto de la pandemia y la inflación a nivel mundial.
En ese sentido, el “turismo creativo”, el cual invita los nómadas digitales (prinipalmente de Estados Unidos) a trabajar en el país de forma remota. Sin embargo, personas expertas y activistas por el derecho a la vivienda han criticado a este proyecto como un problema de turistificación y gentrificación, dos fenómenos que están impactando en la forma de vivir de la ciudadanía capitalina.
Por su parte, durante un espacio de diálogo en Twitter gestionado por Habitat International Coalition en América Latina (HIC-AL), personas expertas también declararon que la alianza con la plataforma Airbnb podría sugerir la exharcerbación de una problemática que ya existía en las ciudades principales del país.
“La turistificación de espacios urbanos se refiere a cuando se priorizan para atraer el turismo, buscando que estos lugares se parezcan a los imaginarios, prejuicios y estereotipos que tienen los turistas sobre la zona”, de acuerdo con Carla Escoffié, abogada especializada en derecho a la vivienda y derecho a la ciudad, y directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey.
La experta señala que con la turistificación lo que se busca es que una zona de la ciudad sea hecha para el turismo. Esto tiene el objetivo de atrae el comercio, aunque directamente no está de la mano, pero esto hace que la derrama económica que traen los turistas, o en este caso los nómadas digitales, comienza a priorizarse este proceso de atracción que la real atención a quienes ya viven en esas zonas.
“Eso entra con el factor Airbnb, porque se empiezan a tomar también estos espacios para hospedarte, pero no para vivir sino hospedaje turístico. Es decir, la dinámica de la zona se empieza a modificar por el turismo”, explica Escoffié en entrevista para La Silla Rota.
En ese sentido, el acuerdo generado entre el Gobierno de la Ciudad de México y la plataforma Airbnb ha causado diversas opiniones, pues para Raquel Rolnik, ex Relatora de la vivienda en la Organización de Naciones Unidas (ONU), "Airbnb es un hotel y si es un hotel tiene que estar en las zonas de hotel. Ciudades como Barcelona ya delimitaron zonas donde no puede haber Airbnb por el tipo de uso", indicó.
Además, desde el anuncio de dicha alianza entre Airbnb con la CDMX, colectivos, organizacione y redes vecinales se han reunido para solicitar que las actividades de Airbnb se vean limitadas hasta tener un análisis adecuado del impacto que tendría el "turismo creativo" en el derecho a la vivienda de quienes habitan la Ciudad de México. Por ello, el Observatorio 06600 publicó una petición en Change.org para "suspender la colaboración con Airbnb hasta contar con un diagnóstico público y medidas de prevención y mitigación de su impacto en el acceso a la vivienda".
La gentrificación y el desalojo forzoso en la CDMX
La turistificación tiene rasgos similares a la gentrificación, pero lo que hace diferentes a estos fenómenos, es que “la turificación sucede cuando los espacios urbanos se priorizan para el turismo, mientras que la gentrificación modifica la dinámica completa de un barrio donde se busca que personas con mayor poder adquisitivo vivan ahí", explica Escoffié.
La gentrificación, los desalojos a comunidades y las mafias moviliarias son un tema que las redes vecinales llevan combatiendo por años, sobre todo en las ciudades centrales principales como la Ciudad de México. Y esta problemática continúa impactando en la vida cotidianda de la ciudadanía capitalina, e incluso en las ciudades principales de otras entidades del país como Guadalajara y Monterrey.
En su mayoría, los urbanistas coinciden en que la gentrificación se trata de “un proceso en el cual la gente rica empieza a ver con buenos ojos a los barrios que antes rechazaba y a los que rara vez visitaban”, de acuerdo con Carla Escoffié.
Cuando se habla de gentrificación, se refiere a que las personas con mayor adquisición económica deciden que sería buena idea irse a vivir a “los barrios centrales” de la ciudad para formar parte de la vida que allí se encontraba. Pero no llegan a vivir como la gente de los barrios, sino a traer otras dinámicas de consumo y de uso del espacio público, explica la experta para una nota de La Cadera de Eva.
“Los barrios comienzan a cambiar, comienzan a ser más caros y comienzan a ser pensados para los nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo que las familias que tradicionalmente vivían ahí”, comparte la abogada.“La gentrificación en un proceso barrial, es una modificación que termina expulsando a pobladores originales que eran de clases medias o bajas”, agrega.
Sin embargo, la gentrificación no es la única problemática que interfiere el derecho a la vivienda, pues los desalojos forzosos o ilegales junto las mafias inmoviliarias cada vez afectan a más personas al quitarles sus casas para venderlas a precios que un salario promedio no cubriría.
Un desalojo forzoso es aquel que se realiza mediante procesos judiciales donde prevalece la corrupción, intimidación y violencia, donde el objetivo es sacar a las familias de sus casas para despues utilizar las propiedades para otras construcciones, incluso para usarlas como Airbnb. En muchas occasiones, los desalojos forzosos se realizan con violencia sin intervención, registro o regulación de alguna autoridad, ni vigilancia de derechos humanos, de acuerdo con la abogada.
“Son desalojos que se realizan a base de corrupción, sin una orden judicial o sin una notificación previa a las partes; sin darles tiempo suficiente para sacar sus cosas y buscar otro lugar. Cuando se realizan durante la noche o con uso excesivo de la fuerza, por ejemplo, es violatorio al derecho de la vivienda”, explica Carla Escoffié.
Para evitar un desalojo ilegal, en el caso de las personas que rentan una vivienda, es contar con un contrato por escrito, ya que servirá como protección. Sin embargo, en México el 59% de los arrendamientos no cuentan con un contrato por escrito.