Entre girasoles y mensajes que exigen justicia, en punto de las 13:00 horas, familares, amigas y colectivas feministas se comenzaron a reunir en el monumento a la Revolución para gritar el nombre de Ariadna, la joven que fue víctima de feminicidio y fue hallada a la orilla de la carretera a Morelos.
Al avanzar, las mujeres organizadas levantaron sus pancartas que muestran las fotografías de los presuntos responsabes del feminicidio, Rautel "N" y Vanessa "N", quienes se encuentran detenidos. Además, exigen la renuncia del fiscal general de Morelos, Uriel Carmona, quien el pasado 4 de noviembre declaró que el fallecimiento de la joven “legalmente no tiene los elementos suficientes para catalogarse como feminicidio”. Ante esto, la familia pidió la realización de una segunda autopsia a la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, la cual concluyó que sí fue un feminicidio.
“Para la fiscalía de Morelos somos una broma, no les importamos", dijo el hermano de Ariadna sobre la declaraciones de la fiscalía de Morelos. “Buscamos justicia para Ari, que nos den certeza. Quiero que se nos dé justicia y se nos cuide a todos”, señaló.
Mientras automovilistas enojados e indiferentes a la situación intentaban llegar a sus destinos, mujeres organizadas retenían el tráfico de la Ciudad de México para exigir que los feminicidas de Ariadna reciban pena máxima. La rabia, el enojo y a la espera de la llegada de justicia se hizo presente cuando las manifestantes llegaron a las inmediaciones de la Fiscalía General con la intención de reunirse con la Jefa de Gobierno.
Aunque originalmente la marcha concluiría en el Zócalo de la Ciudad de México, las manifestantes cambiaron la ruta y se dirigieron a la sede de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde gritaron consignas como "Rautel no es empresario, es un asesino", mientras familiares de Ariadna Fernanda ingresaron a la dependencia. En el lugar, Omar Rodríguez, uno de los hermanos de Ariadna, fue recibido por autoridades de la Fiscalía para tener una reunión e informar sobre los avances del caso.
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Entre preguntas revictimizantes de los medios de comunicación como: “¿ya vieron las imágenes del cuerpo de Ari?”, “¿están limpiando el nombre de Ariadna?”, “¿Cuál es su respuesta ante el acto de Reutel al presentarse en el funeral?” y “¿Están contentos con los resultados”, el hermano de Ariadna expresó que la rabia es lo que acompaña a su familia y amistades desde que identificaron a la joven.
“Las pruebas lo dicen todo. Rabia, coraje e incertidumbre; ¿dónde estamos parados? ¿Qué vamos a hacer? Siento rabia, ¿por qué a una jovencita de 23 años le harían esto?”, compartió Omar Rodríguez.
Al entrar a la reunión, las amigas, mujeres organizadas y colectivas feministas se mantuvieron a las afueras de la Fiscalía capitalina para recordarles a las personas transeúntes que “Ariadna no murió, Rautel la asesinó” y que seguirán en pie de lucha hasta que no haya “ni una más, ni una más, ni una (mujer) asesinada más”.
Los rayos del sol se mantienen tan intensos como los gritos de “¡Justicia para Ari!”, pero el cansancio de las piernas al caminar por las calles del centro de la ciudad comienza a ceder en algunas de las manifestantes, por lo que, colocan los carteles en el piso de la Fiscalía.
"Qué caiga todo el peso de la ley a los culpables", "Agradezcan que queremos justicia y no venganza", "No quiero las flores de mi feminicida" y "Justicia para Ari, hoy por ti y por mí" son algunos de los mensajes de los carteles con los que mujeres organizadas se manifestaron este lunes.
Para terminar, plasmaron la exigencia de justicia con latas de pintura en las rejas de la institución encargada de garantizar a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia. Al pasar casi dos horas, la familia de Ariadna salió de la FGJCDMX, quienes de primer momento establecieron que no habría más declaraciones sobre el caso. Sin embargo, al ser acorralados por la prensa, reafirmaron lo comentado anteriormente por Omar Rodríguez:
“Queremos justicia para Ari y protección para todos. No queremos más feminicidios. Las pruebas ahí están, Rautel ya está detenido”, dijo el hermano de Ariadna.
Ariadna no murió, un macho patriarcal la asesinó
La marcha avanzó de manera paralela a la conferencia de prensa que dio la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien acusó que el fiscal general de Justicia de Morelos, Uriel Carmona, encubrió al feminicida de Ariadna, con quien presuntamente tiene nexos: "El fiscal de Morelos está encubriendo y tratando de tapar un feminicidio, presuntos nexos entre el feminicida y la Fiscalía General de Justicia de Morelos", dijo Sheinbaum.
"Sí fue feminicidio, sí lo fue, el caso de Ariadna sí fue feminicidio, hay pruebas", destacó Sheinbaum, quien añadió que era responsabilidad de la Fiscalía de Morelos esclarecer el caso y si no hubiera entrado la Fiscalía de la Ciudad de México, el caso habría quedado impune.
De acuerdo con los que han informado las autoridades, Ariadna Fernanda salió con amigos el pasado 30 de octubre, priemro convivieron un rato en el restaurante Fisher's y después se fueron al departamento de Rautel "N", novio de Vanessa "N", amiga de la joven.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó la mañana del domingo sobre el arresto de Vanessa "N" y este lunes se entregó a las autoridades Rautel "N", quien de acuerdo con lo que informó la fiscal Ernestina Godoy fue captado por las cámaras de seguridad cargando a Ariadna sobre sus hombros, inconsciente, y metiéndola a una camioneta.
Un juez dictó prisión preventiva a Vanessa "N" este lunes, mientras que Rautel "N" fue puesto a disposición de las autoridades mientras determinan su participación en el feminidicio de Ariadna Fernanda.
La Fiscalía de la Ciudad de México informó que Ariadna murió debido a un politraumatismo, versión que refuta la que había dado la Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos, que indicó que la joven falleció por broncoaspiración derivada del consumo de alcohol, dicho que la revictimizaba.
La responsabilidad de las Fiscalías con las mujeres
Por su parte, en una investigación realizada desde 2021 de Amnistía Internacional, se ha señalado que las autoridades no siempre examinan todas las líneas de investigación y su falta de actuación conlleva a las familias de las víctimas de feminicidio–generalmente a las mujeres– a asumir el liderazgo de las investigaciones invirtiendo sus propios recursos. Además, de acuerdo con una nota realizada en La Cadera de Eva, se identificaron tres grandes deficiencias sistémicas en las investigaciones sobre feminicidios por parte de las fiscalías de justicia en México:
- La primera es que en las investigaciones, los servidores públicos pierden evidencias relacionadas con los hechos. Las autoridades no inspeccionan correctamente el lugar de los hechos, no resguardan propiamente las evidencias y no realizan a tiempo las diligencias, causando la pérdida de sustancias, objetos o testimonios.
- Las autoridades no investigan de forma suficiente: No siempre examinan toda la linea de investigación posible en cada caso, originando que algunos feminicidios sean determinados como suicidio. Incluso, en múltiples ocasiones, no se consideran como sospechosos a personas del entorno de las víctimas. Esta falta de investigación y mal uso de información, perpetúa estereotipos y termina culpando a las víctimas e su propia muerte.
- La perspectiva de género no se aplica correctamente: Se ha documentado que las diligencias no se realizan como lo establecen los Protocolos para la investigación de Muertes Violentas de Mujeres, provocando la pérdida de evidencias que son determinantes para acreditar el tipo penal de feminicidio.
Las mujeres siguen siendo asesinadas por razones de género, son víctimas y sobrevivientes de la violencia feminicida que viene acompañada de impunidad, donde las autoridades toman como “accidentes” o “suicidios” a las muertes violentas de mujeres, siendo descartadas, minimizadas e ignoradas por las propias instituciones que se supone que existen para cuidarlas.
El Estado mexicano le ha fallado a las mujeres y sigue fallando en su función de garantizar una vida libre de violencia, a cada una de ellas y a sus familias, a quienes sigue revictimizando y violentando, mediante hostigamiento, discriminación e impedimento al acceso a la justicia.
“Las fiscalías no tienen fondos ni capacitación en perspectiva de género, pero tampoco en derechos humanos o procedimiento penal adecuado, hacen mal uso de información en su poder y como servidores públicos lo usan de manera dolosa para criminalizar a las víctimas y sus familiares, entorpecen los procesos y desvían la atención de los feminicidios”, escribe Aranza Díaz para La Cadera de Eva.
En cualquier caso de feminicidio o de violencia en contra de las mujeres, es urgente la exigencia de la garantía de los derechos humanos, la dignidad y la integridad desde la sociedad. Y por otro lado, es de suma importancia que los medios de comunicación, tomen la responsabilidad de no revictimizar, agredir ni acorralar a las familias por hacer de un feminicidio un espectáculo.
MRV