Entre los límites de Hidalgo y Veracruz se esconde un tesoro natural poco explorado: el Arroyo del Cura. Este cañón, formado por la erosión del agua y el viento, cautiva a quienes se atreven a recorrer sus senderos entre montañas, cuevas y formaciones rocosas gigantes. Ubicado en la comunidad de Atecoxco, municipio de San Agustín Metzquititlán, este lugar ofrece una experiencia única para los amantes de la aventura, el ecoturismo y la fotografía.
A solo dos horas de Pachuca, este rincón forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Barranca de Metztitlán, un área natural protegida reconocida por su biodiversidad y paisajes imponentes. El acceso al cañón requiere una caminata guiada de aproximadamente una hora, entre subidas, bajadas y escenarios sorprendentes: manantiales, vegetación semidesértica y vistas que parecen salidas de otro planeta.
Eso sí, desde esta caminata el recorrido comienza a sorprenderte entre manantiales, ríos, vegetación, grandes montañas y uno que otro animalito de la región. Para ingresar, deberás contar con la compañía del guía que te lleve por la ruta correcta para admirar las rocas gigantescas; así como para mantener todos los cuidados para el ingreso y salida del lugar.
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Deja sorprenderte
El Arroyo del Cura es un majestuoso cañón, en cuyo interior encontrarás un sendero con enormes formaciones rocosas. Las huellas de la erosión causada por el viento y el agua, moldeadas por la lluvia, dan vida a sorprendentes y singulares estructuras geométricas.
Cuando los rayos del sol están en su máximo esplendor se reflejan a lo largo y ancho del lugar trazando pinceladas de diferentes tonalidades. Este mágico fenómeno se convierte en un escenario perfecto para tomar las mejores fotografías como sacadas de un cuento o una película.
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¿Cómo llegar?
El Arroyo del Cura se encuentra a solo 2 horas de distancia si viajas desde la ciudad de Pachuca. Deberás tomar la ruta con dirección al municipio San Agustín Metzquititlán y después tomar la desviación hacia San Nicolás Atecoxco, justo en la esquina de una gasolinera.
Si decides lanzarte a la aventura, la recomendación es que utilices ropa cómoda, o un cambio por si te mojas, zapatos deportivos o de montañismo y de preferencia una gorra o sombrero, porque el territorio suele ser desértico. Incluye en tu mochila un kit de primeros auxilios, así como agua, y un snack energético. La experiencia varía según la temporada; durante las épocas de lluvia, las grutas se llenan de agua, mientras que en las temporadas secas, el paisaje revela su propio atractivo.
jgp