HUICHAPAN.- Es momento de disfrutar del tiempo libre que brinda el fin de semana, o bien, si se quiere en las próximas vacaciones, y para no desaprovechar la oportunidad te hablamos sobre el lugar en Hidalgo que tiene manantiales para nadar entre ahuehuetes milenarios, venados y más.
El lugar se llama parque ecológico Los Sabinos y queda a solamente cinco kilómetros de Huichapan, que a propósito es uno de los nueve pueblos mágicos que tiene el estado, aunque a decir de los habitantes locales vale la pena dedicar una visita especial al sorprendente destino ante todos los atractivos.
Pero se vuelve a realizar otra pausa para un siguiente consejo dirigido especialmente hacia los turistas y este ahora es que se debe acudir preferentemente en los días sábados, ya que se tendrá una experiencia adicional que forma parte de las costumbres y tradiciones, ante lo cual vale la pena hacer caso.
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Aunque si no se quiere tomar nota, entre semana la experiencia es igual de única, pero se debe levar ropa adecuada, pues básicamente se trata de un bosque que fue adaptado para recibir a los paseantes, quienes tendrán muchas amenidades a su alcance y lo mejor es que se gastará poco dinero.
Hay ahuehuetes milenarios de hasta mil 500 años de antigüedad y con leyendas
La primera parada obligatoria una vez que se llegue hasta el parque ecológico Los Sabinos es el bosque que mayormente está ocupado por ahuehuetes, que también reciben el nombre de “sabinos” o “cipreses de Moctezuma”, ante lo cual son exclusivos de México y sagrados desde épocas prehispánicas.
Los árboles son valorados por su longevidad, ante lo cual en el destino turístico de referencia existen al menos tres ejemplares que son muy llamativos, pues presumen una antigüedad aproximada de entre los 800, mil 200 y hasta los mil 500 años cada uno de ellos, por lo que han vivido mucho tiempo.
En ese sentido, hay varias leyendas que envuelven a los árboles citados y una de ellas asienta que un rayo partió uno de los troncos, ante lo cual los pobladores añaden que el fenómeno aconteció debido a la furia de San José, que el santo patrono de la comunidad, aunque se desconoce cuál fue el motivo.
Aunque hay otra leyenda en torno a los ahuehuetes milenarios y esta asevera que Los Sabinos está resguardado por cuatro peces que datan desde que la humanidad ya tenía razón; los ejemplares son dorado, plateado, azul y blanco. También, se dice que existe la planta única Houao que da urticaria a infieles.
Nada en cristalinos manantiales
Luego, sin importar el día que se vaya, pero de preferencia con calor y mucho Sol, se debe ir a los manantiales de agua cristalina que brota de la tierra cargando consigo minerales que se dice son curativos para el cuerpo humano con solamente meterse a nadar. Se dice que San José bendijo el líquido.
Quienes se adentren, no querrán salir, pues a la redonda tendrán un bosque de ahuehuetes, ya que esa especie prefiere los afluentes o corrientes de agua, lo que dará escasas dignas de postal y contribuirán a la relajación que se tenga, pero se debe salir para disfrutar de otros atractivos del parque.
Contempla venado cola blanca y disfruta estos atractivos
Para quienes quieran todavía más en el parque ecológico Los Sabinos, queda acudir y esperar para poder contemplar a los venados cola blanca que tienen en el lugar una especie de santuario de conservación y que ha sido todo un éxito, pues hay varios ejemplares que andan libres pastando y saltando.
Luego, se puede ir por los caminos en cantera rosa que crean un ambiente limpio y natural, ante lo cual cada uno de ellos conduce hasta el resto de las atracciones, como más manantiales y sitios exclusivos para descansar mientras se está rodeado de naturaleza e incluso se puede hacer día de campo.
Pues hay una zona especial para ello y lo mejor es que no se prohíbe la entrada de alimentos ni bebidas, excepto las que contengan alcohol; luego de reposar, se debe seguir caminando para llegar a las curiosidades que aguardan y los amantes de la contemplación de animales estarán felices con las aves.
Finalmente, fue resaltado que se debe acudir cuando se celebre “La Mesa”, que es una tradición que realiza un grupo de habitantes de San José Atlán, quienes rezan por 24 horas seguidas con la finalidad de agradecer a los dioses por la abundante agua que emerge de los milenarios manantiales de la región.
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