PACHUCA.- Septiembre tiene un toque especial porque además de la llegada del otoño y entrar a la recta final del año, es el mes donde puedes sentirte más mexicano, celebrar la Independencia y sin culpas degustar de los deliciosos platillos típicos de México. Pozole, tostadas, chiles en nogada, chalupas, tacos dorados, chilaquiles, esquites, son algunos de los antojitos que se encuentran en el menú para esta noche mexicana.
Si aún no decides qué preparar o comer este 15 de septiembre en LSR Hidalgo te compartimos algunos de los manjares más exquisitos que puedes encontrar en la cocina mexicana y que además son representativos también de la gastronomía hidalguense. Porque, es Hidalgo uno de los estados más vastos y ricos en cuanto a la cocina se refiere.
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Para abrir el apetito
Si estas en una cena con amigos o familia y quieres sorprenderlos lleva tu mesa algunos de estos platillos mexicanos con sabor a Hidalgo. Una buena entrada para iniciar la cena y abrir el apetito podrían ser un platito de escamoles al centro preparados a la mexicana con chilito picado, cilantro, cebolla y jitomate. Este caviar hidalguense lo acompañas con unas tortillitas de maíz, por su puesto hechas a mano. Puedes degustarlos en tacos o sopes y con salsita extra roja o guacamole, sal, limoncito y a saborear.
Si tu paladar no es tan excéntrico, pero quieres degustar algo típico de Hidalgo, unos pastes son los bocadillos ideales para este entremés. Los encuentras tradicionales de papa con carne, frijol, hasta de salchicha, mole, minero, atún, pollo. Un tip extra es que puedes comprarlos en las sucursales de pastes Luisita muy famosas en la capital hidalguense, Pachuca. Son pequeños, cuestan 12 pesos y son deliciosos. Para algo más tradicional, las chalupas. En Hidalgo estas se preparan con manteca de puerco. Las tortillas son pequeñas, redonditas y llevan su salsita verde, papa molida, lechuga, pollo deshebrado, rábano y quesito.
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El plato fuerte
Ya que los comensales prepararon el estómago, sirve como segundo plato un pozolito hidalguense. Este puede ser verde, blanco o rojo y se prepara con maíz cacahuazintle, carne de cerdo y pollo. Encima se corona con una variedad de ingredientes como lechuga, rábanos, cebolla y orégano. Este también se acompaña de tostadas con crema y queso, para chuparse los dedos.
En caldos y sopas te sugerimos también probar sirviendo una pancita. En otros estados se le conoce como menudo y consiste en un caldo preparado con el estómago de la res (panza), con chiles secos y especias. Se acompaña al igual que el pozole con cebolla, orégano, limón y chile piquín. En el tip extra, la puedes comprar en La Luz Roja ubicada en los portales de la Plaza Juárez, un lugar de tradición en la capital hidalguense. Ahí mismo, compra unas tostadas de pata para acompañar tu platillo.
¡Quiero más!
A tu menú le puedes añadir los famosos guajolotes de Tulancingo. Se trata de una torta asada en manteca, untada de frijoles con dos enchiladas verdes y un huevo hervido picado. Su nombre lo recibe porque era un alimento base de los obreros que trabajaban hasta en temporadas navideñas en el proyecto de electrificación de la zona y recibían en lugar de su pavo, este manjar llamado en tono sarcástico Guajolota.
Actualmente los hay con diversos ingredientes y de los mejores los encuentras en el popular comercio La Preferida ubicada en la carretera México-Tuxpan kilómetro 40.7, colonia Javier Rojo Gómez. También hay una sucursal en Pachuca ubicada en el bulevar Nuevo Hidalgo número 402, Puerta de Hierro.
Para algo más tradicional mexicano, unos buenos pambazos y para algo extra hidalguense, una barbacoa. Es este el platillo por excelencia del que todos somos fanáticos. Se puede elaborar en un hoyo de tierra donde se deja cociendo toda la noche y se acompaña de un rico consomé. En esta elección te sugerimos comprar en La Oveja Reina ubicada en la carretera Tulancingo-Pachuca kilómetro 95.
Para cerrar con broche de oro
Por supuesto en tu noche mexicana no puede faltar el postre y las bebidas. Para deleitar a tus invitados te recomendamos las cocadas, palanquetas, obleas, gelatinas, borrachitos, dulce de arroz. Y para afinar garganta un buen tequila o mezcal. Tampoco pueden faltar las aguas de horchata, jamaica y pepino jugando con estos colores patrios que nos dieron libertad, verde, blanco y rojo. Ahora sí, la mesa está puesta, a comer y gritar ¡que Viva Hidalgo, que Viva México!
jgp