TEPEJI DEL RÍO. - Hidalgo y sus 84 municipios encierran grandes hechos históricos, pero igual lo hace con mitos y leyendas que han pasado de generación en generación y causan asombro, temor y miedo, que hacen un clima perfecto para las festividades de Halloween y Día de Muertos, por lo que LSR Hidalgo te presenta un sitio turístico más en su serie de terror.
No cruces solo y de noche, el Puente de las Ánimas
Se cuenta que hace muchos años en el Puente de las Ánimas, que va de Santiago Tlautla a La Cañada en el municipio de Tepeji, en Hidalgo, dos hermanos de la primera localidad acudían con emoción a un baile como parte de la feria patronal de la segunda zona habitacional.
Los jóvenes caminaban despreocupados para llegar a su destino y mientras tanto hablaban sobre sus vidas y se elogiaban sus botines y sombrero que recién estrenaban y lucirían ante las bellas chicas que igual acudirían al encuentro social; pero en un momento dado sobre el desnivel que está hecho de roca vieron a una mujer que de reojo se les hizo conocida.
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Al preguntarse quién era aquella joven de la que describieron era de incomparable belleza que se complementaba con un vestido blanco de elegantemente porte, se respondieron que se trataba de una vecina de su localidad Santiago Tlautla y notaron que al parecer ya regresaba de la feria patronal, aunque si bien ya era noche aún era temprano.
A medida que la mujer se acercaba más a los hermanos observaron también que tenía un rostro de ensueño y sus cabellos ondulaban de un lado para otro, brillando hermosamente y haciendo un juego perfecto con la Luna, las estrellas y los luceros que esa noche había en el firmamento y acompañaban a los hermanos en su camino a sus ganas de bailar.
Ante lo que sucedía, el relato de la leyenda del Puente de las Ánimas agregó que el mayor de los hermanos le dijo al otro que debía regresarse a su casa, pues él haría gala de sus dotes y encantos para encarar a la joven y pedirle que fueron novios y si había suerte en la respuesta lanzar una aventurada invitación de acudir juntos al baile de La Cañada.
Ante la indicación, el joven hermano accedió sin remilgar y volvió a su casa dejando solo a su familiar; mientras que el muchacho fue tras la bella joven que caminaba y procuraba cuidar sus pasos de incomparable encanto, pero en cuanto más se aproximaba a ella parecía que más se alejaba, pero eso no importaba porque el objetivo era claro.
Para ello, el coqueto varón le decía palabras bonitas a quien creía era su vecina y añadía que lo esperara, pues que quería platicar con ella, además de decirle de forma pícara que no anduviera tan solita y prefiriera estar con él; pero la joven de blanco vestido seguía sin inmutarse y cuando por fin logró alcanzarla la tomó del hombro.
Aunque al momento de verle el rostro, al hermano mayor se le erizó la piel y exclamó un grito de horror, pues descubrió que el rostro de la joven mujer era en realidad el de una mula de prominentes ojos y dientes, por lo que se echó a correr despavorido directamente a su casa, donde al llegar despertó a su hermano y lo obligó a ir al domicilio de su supuesta vecina.
¿Si era su vecina? No lo creerás
Al llegar al domicilio contiguo en la localidad Santiago Tlautla de Tepeji, tocaron desesperadamente la puerta de madera hasta que salió una mujer adulta mayor, quien era madre de la presunta joven que habían visto en el Puente de las Ánimas. “¿Qué se les ofrece?”, preguntó la señora a los jóvenes hermanos limpiándose los ojos de sueño.
“Solo hacerle una pregunta, ¿su hija fue al baile a La Cañada?, preguntó el hermano mayor de los jóvenes tras el momento de terror que vivió. “No muchachos, ustedes han de andar borrachos y no molesten más, ella está aquí dormida”, respondió la adulta y les mostró a los varones la cama donde plácidamente descansaba su vecina.
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