Pachuca.- Hidalgo es uno de los estados con más Pueblos Mágicos del país, una marca turística creada en 2001 —con Huasca de Ocampo como pionero— que hoy funciona como motor económico y vitrina de promoción nacional e internacional. Sin embargo, este distintivo también implica un desafío creciente: sin presupuesto federal destinado a su operación, los municipios deben sostener con recursos propios el patrimonio histórico, natural y cultural que les da identidad.
Presidentes municipales, directores de turismo y representantes de Metztitlán, Huichapan, Huasca de Ocampo y Acaxochitlán compartieron con La Silla Rota sus experiencias sobre los avances y obstáculos de operar bajo una marca que impulsa la economía regional, pero que exige al mismo tiempo una gestión permanente y una conservación cuidadosa sin apoyo económico de la Federación.
Metztitlán: turismo en crecimiento
A dos años de recibir el nombramiento como Pueblo Mágico, Metztitlán ha visto cambios tangibles. La presidenta municipal Susana Rivera Cano y la directora de Turismo, Cultura y Deporte, María de la Luz Rodríguez Hernández, coinciden en que el distintivo ha detonado una ola de reconocimiento hacia su riqueza natural, culinaria e histórica.
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La gastronomía, así como el Convento de los Santos Reyes, la Reserva de la Biosfera son los principales atractivos que hacen evidente, de acuerdo con la alcaldesa, la derrama económica en el municipio, no obstante, pese al crecimiento, lo que se repite en varios municipios: el nombramiento no llega acompañado de un presupuesto federal, y todo recae en recursos municipales y gestiones.
“Hoy contamos con más hoteles, y vemos que los fines de semana que no son fiestas tienen una ocupación del 100 por ciento, especialmente por turismo de aventura y de eventos sociales como bodas, XV años o visitas a zonas naturales”.
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Afirman que el distintivo exige dinero, y el dinero no llega del gobierno federal. “No hay recurso de Pueblo Mágico”, reconoce la directora, por lo que la inversión para carnavales, ferias, carreras, eventos culturales y deportivos, así como la creación de oficinas dedicadas al turismo, han sido posibles gracias a la organización de sus habitantes y la inversión directa del ayuntamiento.
Huichapan: patrimonio histórico que impulsa una vocación turística sólida
Con un poco más de una década como Pueblo Mágico, Huichapan, en el bajío hidalguense, presume una de las cargas históricas más importantes del país, cuya arquitectura virreinal y edificios de cantera son admiradas por su belleza. La presidenta municipal, Yeymi Solís Zavala, lo dice contundente “aquí nace la patria”.
La vocación turística, según la alcaldesa es cultural, ya que, entre sus atractivos cuenta con la declaratoria federal como Zona de Monumentos Históricos, un sello adicional que fortalece su atractivo, pero afirma que mantener esta infraestructura también requiere inversión, y los recursos provienen de una suma de esfuerzos entre obras públicas, desarrollo económico, cultura y turismo.
Un ejemplo de inversión reciente es del proyecto “Rutas Mágicas del color”, en el cual se destinó 400 mil pesos para mejora urbana en el primer polígono del municipio y detalló que el crecimiento en hotelería y servicios se impulsa especialmente con eventos culturales.
De cara al futuro, Huichapan ve una oportunidad clave: la llegada del tren México–Querétaro, cuya estación más cercana estará en San Juan del Río, lo que podría convertir la región en un corredor turístico estratégico junto con Tecozautla, Nopala y otros municipios del Bajío.
“Creemos que con estas nuevas rutas o infraestructura en el tema carretero obviamente nos ayuda muchísimo en la captación de turismo y de esta manera se hace un circuito de pueblos mágicos, así que invitados todos a la histórica, bella y emblemática Huichapán”.
Huasca de Ocampo: el primer pueblo mágico
Como primer Pueblo Mágico de México, Huasca de Ocampo ha visto transformarse su economía desde 2001. Su alcalde, Luis Felipe Lugo Salinas, reconoce que el distintivo detonó una diversificación económica que hoy beneficia especialmente a los ejidos.
El turismo comunitario, hoy tan mencionado, ya era parte fundamental del municipio desde hace décadas: Santa María (Prismas Basálticos), Los Reyes (El Arquito) o San Miguel Regla desarrollaron modelos propios de operación que hoy son ejemplo nacional. “Son ejidos que viven del turismo”, explica Lugo Salinas.
Pero el crecimiento trae presiones, ya que, con 18 mil habitantes, Huasca recibe hasta 6 mil visitantes en fin de semana. La presión ambiental es real: residuos, tratamiento de agua, contaminación, por ello, compartió, el municipio trabaja en la actualización del programa de ordenamiento ecológico, de los pocos existentes en Hidalgo.
“No hay recursos federales. El municipio financia la mayor parte de la operación turística con ingresos propios: licencias de funcionamiento, de construcción y recaudación local, entre otros; aproximadamente destinamos un 10 por ciento de la recaudación, alrededor de un millón y medio de pesos”.
El reto es desarrollar mecanismos de recaudación más eficaces, así como estrategias de colaboración con el turismo extranjero, que obliga a invertir en seguridad, infraestructura y servicios. “El objetivo es aprender y fortalecer a Huasca”.
Acaxochitlán: un Pueblo Mágico joven
Con apenas dos años de haber recibido el nombramiento, al igual que Metztitlán, Acaxochitlán forma parte de la nueva generación de Pueblos Mágicos. Su secretario de Turismo y Cultura, Carlos Andrés Islas Rodríguez, compartió que el crecimiento se ha notado de inmediato.
“Han aumentado las inversiones, los establecimientos de hospedaje, alimentos y bebidas, y actividades recreativas. La promoción estatal y federal ha colocado al municipio en el mapa, y la confianza de inversionistas ha comenzado a dar frutos” afirmó.
Respecto a la próxima clasificación nacional de Pueblos Mágicos, que definirá categorías como AA, A o B, Islas Rodríguez asegura que Acaxochitlán cumple con todos los requisitos posibles dentro de su antigüedad. “No hay riesgo de perder nombramientos, al contrario, estas estrategias ayudan a mejorar”.
“Hemos detectado, en la planeación del área de Turismo, la necesidad de captar una mayor inversión, sabemos que carecemos hospedaje para atender eventos fuertes y para eso nos estamos preparando; en temas de imagen urbana, estamos creando un manual ya que no se cuenta con un reglamento de imagen urbana, además de atender la regulación del comercio informal”.
Turismo federal
Nathalie Desplas Puel, subsecretaria de Turismo del Gobierno de México, recordó que, si bien el distintivo no se acompaña de un recurso económico etiquetado desde la federación, el proyecto se centra en reconocer la riqueza que se conserva en los estados, además de favorecer directamente en la generación de empleo a partir del turismo.
“No se otorga dinero a los municipios o estados, la Secretaría de Turismo apoya mediante programas en los que se suman empresas mexicanas, un ejemplo es ‘Rutas mágicas de color’ para la renovación visual de las zonas turísticas, ya sea mediante murales o pintura en fachadas, con el objetivo de mantener espacios ‘impecables y atractivos’ para visitantes nacionales y extranjeros”.
Además, Desplas Puel informó que la federación trabaja en coordinación con el sector bancario para que artesanos y cocineras tradicionales puedan capacitarse y cobrar con terminales de pago, una herramienta indispensable ante el perfil del turista actual, que viaja mayormente sin efectivo y realiza transacciones con tarjeta. “Es un gran avance que los artesanos puedan cobrar de manera sencilla”, subrayó, al recordar que la falta de medios de pago solía ser un obstáculo para sus ventas.
Del mismo modo, señaló que se impulsa la extensión de mayores puntos de Wifi en los Pueblos Mágicos, una necesidad que no solo favorece al visitante, sino también a los prestadores de servicios locales. Reconoció que, en algún momento del programa, existió un aporte directo del gobierno federal, pero actualmente se trabaja más bajo esquemas de apoyo, acompañamiento y coordinación.
Uno de los ejes centrales, dijo, es potenciar el turismo comunitario, ya que la mayoría de los Pueblos Mágicos cuenta con vocación para este modelo. En ese sentido, aseguró que el distintivo es garantizar que las comunidades, especialmente las de pueblos originarios, tengan voz para decidir sobre su propio destino turístico y también la capacidad de gestionar la forma en que desean ser mostradas al país y al mundo.
“Este acompañamiento es clave para avanzar hacia la llamada prosperidad compartida, donde ninguna comunidad quede atrás. El turismo representa casi el 9 por ciento del PIB nacional, por lo que es fundamental que todas las regiones con vocación turística ‘se suban al tren’ del desarrollo y puedan beneficiarse de él”.
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