VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

“Se bajó los pantalones”: trabajadoras del Conalep acusan al director Abel Rojo de hostigamiento sexual

Las denunciantes aseguran que Abel Rojo Hernández, director general del Conalep Hidalgo, las acosó y hostigó laboralmente; piden la intervención de la Secretaría de Educación Pública estatal

LSR Hidalgo tiene cinco oficios en los que las trabajadoras denuncian agresiones sexuales de Abel Rojo
Denuncias.LSR Hidalgo tiene cinco oficios en los que las trabajadoras denuncian agresiones sexuales de Abel Rojo Créditos: Especial
Escrito en HIDALGO el

Pachuca.- Cuatro mujeres que por trabajo han interactuado con el director general del Conalep Hidalgo, Abel Rojo Muñoz, narraron que han sido víctimas de agresiones sexuales, hostigamiento laboral, maltrato psicológico, aislamiento y despido injustificado.

En entrevista con LSR Hidalgo, Sofía, Natalia, Julia y Kasandra, cuyas identidades están protegidas debido a que algunas aún trabajan en el Conalep, señalan como el principal perpetrador de las agresiones a Rojo Muñoz.

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Una de las trabajadoras, menciona que en una ocasión, el funcionario se bajó los pantalones, los calzones y le enseñó el miembro, a otra de ellas, le tomó de la mano y se la puso entre las piernas, a otra le acercaba la boca a la comisura de los labios, a una de ellas la invitaba a su casa a tomar vino.

Aunque en la Dirección del Conalep Hidalgo existe el Protocolo Cero y el Comité de Ética, las mujeres no sintieron confianza de presentar quejas en esos órganos, al considerar que están conformados por personas “machistas”.

No obstante, las entrevistadas sí hicieron denuncias de acoso sexual en el Conalep Hidalgo, las cuales están en poder de LSR Hidalgo. En total fueron cinco oficios, de los cuales, dos están dirigidos al secretario de Educación estatal, Natividad Castrejón Valdez; uno al director general del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, Rodrigo Rojas Navarrete, otro al Ejecutivo y uno más al director general de Educación Media Superior, Juan Antonio Terven Becerra. Hasta el momento, ninguno ha sido respondido.

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Le quitó el puesto a Sofía por su embarazo

Fue en noviembre de 2023, cuando Sofía empezó a trabajar en la Dirección General de Conalep Hidalgo. Narró que los primeros meses fueron normales hasta que en mayo ascendió a un puesto en el que tenía contacto directo con Abel Rojo Muñoz.

Sofía narra que él se empezó a despedir de beso, se lo daba en las comisuras de los labios, después de unos días, dice, cuestionaba aspectos de su vida privada, " ¿Tienes pareja? ¿Quieres tener hijos?", fueron algunas de las preguntas que la trabajadora respondió, afirmó, de forma cortante.

"Él al despedirse prácticamente me daba el beso aquí (Se señala el filo de la boca). Mira, hasta el momento siento una sensación bastante desagradable al recordar... él comenzó a contarme de su vida personal, yo lo escuchaba, pero después de eso me empieza a hacer invitaciones ‘quiero que vayas a mi casa, vamos a tomar un vino, quiero que cocines para mí’, yo decía ‘¡ah sí! está bien’, pero nunca pasó", narró la joven mujer.

Imagen ilustrativa | Crédito: Especial

Sofia refirió que toleró el acoso debido a que no creyó que iba a escalar, que lo veía como una persona "inofensiva", hasta que, detalló que unas semanas después la llamó a su oficina y la acorraló contra el escritorio. “Me empezó a respirar en la cara”.

La interacción laboral duró alrededor de dos meses, hasta que el 21 de agosto del 2024, Abel Rojo se enteró de que Sofía estaba embarazada.

La entrevistada recordó que Rojo Muñoz molesto la cuestionó “¿Por qué? ¿Cómo pasó?” el embarazo, además de que en el momento le dijo “ya no vas a poder trabajar. Además, tu plaza va a pasar a ser la misma que tenías cuando entraste. Son instrucciones del gobernador”.

A partir de entonces, Sofía quedó en un limbo laboral, no tiene un área asignada y tiene miedo de ser despedida cuando termine su etapa de lactancia.

“A la fecha yo no tengo actividades, no tengo nada que hacer, solamente estoy ahí buscando una actividad para que yo pueda hacer. Y sí, también me han dejado a un lado, me han discriminado, me han ignorado. Esta situación lleva más de un año”, explicó.

Me pidieron justificar despidos 

Julia -otra de las entrevistadas- explicó que ella tenía un puesto en el área jurídica del Conalep Hidalgo, cuando Sofía estaba de incapacidad por embarazo y lactancia, recibió instrucciones de encontrar o armar algo para justificar despedirla.

“... siempre se le argumentó que era una violación a los derechos de ella y que no procedía, que se tenía que cuidar la imagen del colegio y que eso era una violación evidente”, dijo.

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No obstante, el acoso administrativo persistió. A lo largo de los meses, la joven madre recibió oficios de requerimientos y apercibimientos por supuestos errores en el trabajo. Sofía se negó a firmarlos. También le descontaron días de trabajo pese a haber presentado justificante del ISSSTE.

“Llegaron al grado de investigarme en el ISSSTE, eso ya es como que invadir mi privacidad”, consideró.

Natalia fue excluida

En enero de 2024, Natalia empezó a trabajar en el Conalep Hidalgo. Meses más tarde fue transferida a un área cercana a la dirección general. A los tres días, recuerda que Abel Rojo le dijo: “no te puedes embarazar”, también la empezó a llamar por su diminutivo. Las conductas incómodas empezaron unas semanas después.

“Me daba un abrazo para despedirnos, pero eran esos abrazos que te hace sentir rara. Él es una persona que te abraza y se te pega y no te quiere soltar y sientes su respiración encima de ti, pero si soy honesta, es una respiración excitante para él, lo puedo decir de esa forma”, Natalia recuerda y sacude su cuerpo y hace una mueca de asco.

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La joven recuerda que el ingeniero, como ella lo llama, la invitó a salir varias veces, al mismo tiempo, le molestaba que ella se relacionara con otras personas de la oficina.

Un Día Naranja -que se celebra el 25 de cada mes para la eliminación de la violencia contra la mujer-, Natalia se puso un vestido anaranjado. Detalla que el funcionario se acercó a ella cuando estaban solos y le dijo: “a ver qué día vamos a tomar esa copa de vino que está pendiente, pero te llevas ese vestido que traes puesto hoy, porque me gusta cómo se te ve”, desde entonces, ella cambió su forma de vestir.

Natalia cuenta que ese día también fue advertida por una de sus compañeras sobre la forma en que Abel Rojo la miraba, como: “queriendo desnudarte con la mirada”, me dijo.

Días más tarde, recuerda la joven que le dijo al ingeniero que tenía una relación, a partir de ahí, empezó a ser excluida de reuniones, juntas y convivios.

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Posteriormente, fue cambiada de área y la obligaron a firmar la baja de plaza y sueldo, esto bajo la justificación de que eran indicaciones del gobernador Julio Menchaca Salazar. A partir de ello y el deterioro emocional, Natalia decidió acudir a la SEPH, así como a la Subsecretaría y Dirección de Educación Media Superior, donde le aseguraron que su caso sería atendido.

“Al día de hoy, pues yo sigo laborando en Conalep, realmente yo he vivido un cierto número de movimientos este año laborando ahí, pues no hay explicación alguna, porque me tienen dos meses aquí, cuatro meses acá, o sea, me están moviendo como si fuera una pieza de ajedrez que hoy me sirves aquí, pero ahora tu movimiento lo voy a pasar para acá”, manifestó su sentir.

Explicó que sus compañeros no le hablan, no le asignan actividades, ni le brindan información y esparcen información falsa sobre ella.

Despedida por no despedir a sus compañeras

Julia entró a la dirección Jurídica del Conalep en la administración previa. En agosto de 2023 conoció al nuevo director general, Abel Rojo. Transcurrido alrededor de un año, recuerda, el ingeniero —como se refiere al funcionario– la mandó llamar a su despacho para entregarle un informe. Le habló de su vida privada, que tenía dolor de espalda debido a que en la pandemia de Covi-19 lo operaron de una hernia lumbar.

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“... de la nada se levanta, me dice: ‘por favor, ven’. Yo pensé que me iba a dar algún documento. Y sin más y sin motivo alguno se baja los pantalones, se baja los calzones, se sube la camisa”, relató la situación de abuso sexual que vivió con su exjefe y agregó “no tenía por qué bajarse los pantalones, ni los calzones, ni mostrarme”.

Luego del evento, Julia recordó que Abel Rojo la ignoró por al menos una semana, para después despedirla, bajo la justificación de que “eran instrucciones superiores, siempre decía lo mismo, ya sea por el gobernador (Julio Menchaca Salazar) o ya sea por el secretario (Natividad Castrejón)”.

“Ese día fue un acoso, un hostigamiento laboral espantoso, tormentoso, porque primero me despide, después me vuelve a llamar y fue cuando me dijo ‘te quito la plaza federal y te pongo en la Subdirección Jurídica, donde es una percepción mucho menor’. Acepté y así se quedó hasta que al final de la jornada me dijo: ‘ya arreglé las cosas, no te preocupes, te quedas en el mismo puesto’. Yo asumo que como no accedí a su pretensión, pues él quería desesperarme, él quería deshacerse de mí”, expresó Julia.

Explicó que aceptó que le bajaran el salario y el puesto por necesidad debido a que es la proveedora de su familia.

Meses más tarde, a Julia le pidieron que se presentara en el despacho de Abel Rojo. Afirma que fue agredida verbalmente por no integrar pruebas para el despido de Sofia y Natalia. Después, fue apartada e ignorada por todo el personal de la Dirección General del Conalep.

“A partir de ahí, como los demás casos, (Abel) empezó a ignorarme. No me convocó a las reuniones, a ninguna reunión. Tenían reuniones y me dejaba excluida, renegada, hasta el grado de solicitar a todo el personal no dirigirme la palabra y mucho menos meterse a mi oficina”, expresó.

Julia asegura que en junio de este año el director de Planeación, Carlos Evaristo Álvarez, la encerró en una oficina casi dos horas para obligarla a firmar su renuncia, luego, instruyó su traslado a un plantel del Conalep.

“... su actuar fue siempre para humillar a la mujer de una, de otra manera, recluirla, exhibirla, este ofenderla. Me cambió al plantel, para mí fue super traumático, super doloroso, diario lloraba y sufría”, cuenta así su experiencia en el Área de Escolares, de donde la cesaron dos meses después “sin motivo, sin justificación”.

Me prohibió reírme

Julia rememoró que Abel Rojo le prohibió reír, además, acusó de ignorar a las mujeres en las reuniones y prestar atención únicamente las opiniones y propuestas masculinas.

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“A principios de año fuimos a una reunión y de regreso me dio una regañada de que: ‘a ver licenciada, usted no se puede reír, usted no puede estar haciendo comentarios’, pero los demás sí podían estar contando chistes misóginos, machistas, donde señalaba nomás a la mujer”, explicó.

Cambiaron 6 veces de área a Kasandra

Kasandra ingresó en el 2024 a la Dirección General de Conalep Hidalgo y en pocos meses fue cambiada a diversas áreas; pasó por Administración, Tesorería, Formación Técnica y Capacitación, Recursos Humanos, Infraestructura y Mantenimiento y Adquisiciones.

Al momento de solicitar una audiencia con Abel Rojo Muñoz para solicitar capacitación a una de las áreas que había sido ubicada, Kasandra fue agredida verbalmente por el ingeniero, quien le gritó que las instrucciones se siguen, que vienen de arriba y que las tiene que llevar a cabo, “su actitud a mí me sacó mucho de onda”, dijo y recordó que le pidió respeto, pero a cambio fue excluida.

“... me puse muy nerviosa con esa actitud. Entonces él se levanta y me dice: ‘me voy a salir de aquí y no te quiero volver a ver jamás y cuando regrese no te quiero ver’. Se levanta, pero así de una manera muy agresiva y me azota su puerta”, relató la entrevistada y agregó que al siguiente día fue cambiada a Recursos Humanos y luego a Infraestructura y Mantenimiento.

“A partir de este momento jamás volví a ser convocada una sola reunión, fui excluida totalmente. Mis actividades medio me las comunicaban, incluso me acerqué a mi directora y me dijo ‘no te preocupes, no hagas nada’, me trataba muy déspota. Intentaba arreglar algo del colegio y eran puras trabas”, expresó.

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Ante dicha situación, Kasandra acudió al director de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), Juan Antonio Terveen Becerra, con quien se sintió escuchada y le aseguró que iba a exponer su caso, pero días después, fue encerrada en una sala para firmar su renuncia.

Pese a negarse, la entrevistada fue cesada de sus labores en el Conalep y se le prohibió el ingreso al edificio.

“¿Qué hice yo como para tener ese tipo de agresión?” se cuestionó y recordó que el 14 de febrero tuvo una interacción incómoda con Abel Rojo, quien la llamó a su oficina y la abrazó de una manera “morbosa”; además de que en varias ocasiones le hizo comentarios fuera de lugar como elogios a su físico y apariencia.

“... en repetidas ocasiones incluso se llegó a quedar con mi labial porque también le iba a dar el beso y se volteaba y me lo daba a mitad de los labios. Y otra ocasión, no recuerdo si fue igual el 14 u otra ocasión, se levanta, me saluda y me pone mi mano sobre su miembro”, acusó el acoso sexual que vivió en el Conalep de Hidalgo y evocó que no pudo reaccionar, se paralizó ante dicha acción.

Para Kasandra aguantar dichas conductas era parte de “no querer perder el empleo”, ya que sus papás dependen de ella económicamente y requiere del ingreso; pero su estancia en la dirección le causó sufrimiento y desgaste emocional por el hostigamiento laboral.

“Mi trabajo siempre lo llevé bien, tan es así que nunca existió un acta administrativa ni ningún apercibimiento. No hay ningún antecedente que diga que yo hice las cosas mal. Realmente mi despido fue totalmente injustificado. Solamente por capricho y por abuso de autoridad”, declaró.

Las víctimas acusaron a Abel Rojo Muñoz de tener al menos siete familiares trabajando en la dirección del Conalep Hidalgo, entre sobrinos, ahijados, primos y otros conocidos.

sjl