Tula.— La Zona Arqueológica de Tula enfrenta falta de mantenimiento, escasez de personal, ausencia de proyectos de conservación y desarrollo, así como abandono de este patrimonio de valor histórico y cultural de la nación, expusieron trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El emblemático sitio conocido como “lugar de los tules o juncos” y “ciudad o metrópoli”, se localiza al norte de la cuenca de México, es el asentamiento que posterior al periodo Epiclásico o Clásico Tardío unificó, a través del comercio y la conquista, un vasto territorio en Mesoamérica. En la actualidad, la zona arqueológica está bajo el resguardo del INAH, se conforma por el Museo de Sitio y el área de Monumentos, donde se ubican las esculturas toltecas.
En los últimos años, la zona enfrenta una serie de desafíos como la falta de personal para la custodia, la intermitencia del servicio en el museo de sitio; la consolidación de investigación en la zona de monumentos, conservación, restauración, protección y recuperación, así como la falta de corresponsabilidad entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el INAH.
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Un trabajador de la Zona Arqueológica, quien solicitó anonimato, expuso que un déficit en la Zona Arqueológica de Tula, derivado de la falta de personal de custodia, debido a que solamente laboran 7 personas: un administrativo, uno más por contrato y 5 custodios de base, número que será reducido a 3 por jubilaciones.
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“El panorama es gris. Hace dos años salió un custodio y a finales de este 2024 se jubilarán dos más, y aunque contamos con el apoyo de elementos de la Policía Industrial Bancaria, sólo habrá tres trabajadores de base para atender las necesidades en toda zona y aunque hacemos nuestras funciones y más, el esfuerzo no es suficiente, seguimos limitados en la custodia y resguardo”.
La apertura de plazas es promovida por concurso de forma conjunta entre el INAH y los sindicatos de Restauradores, Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia y Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural, por mencionar algunos; en 2023 se abrió convocatoria, pero los aspirantes a ocupar los puestos no aprobaron y el trámite quedó congelado.
“Todos hablan mal de los trabajadores y más de los sindicalizados, pero ellos trabajan a marchas forzadas, en malas condiciones para proteger bienes nacionales y además tienen que poner de su bolsa para solventar gastos de mantenimiento, porque el INAH administrativamente no tiene un presupuesto para Tula; si bien es el noveno sitio más visitado del país, el ingreso económico que llega, que tampoco es tanto, se distribuye y no regresa a la zona”, detalló Raúl Bustamante Guerrero, exdirector de la Zona Arqueológica de Tula, en el periodo febrero-diciembre 2023.
Proyectos e iniciativas de consolidación
Los últimos trabajos de consolidación, indicó el trabajador del sitio, se realizaron hace más de 12 años y correspondió al Edificio K y una parte de la Pirámide C, dejando pendientes mantenimientos mayores en las áreas de monumentos, así como la remodelación del Museo hace poco más de cinco años, mismo tiempo que estuvo cerrado y que apenas abrió hace cuatro meses, pero sólo una cuarta parte y el servicio es intermitente.
“A través del Sindicato Nacional de los Trabajadores Democrático de la Secretaría de Cultura se ha solicitado a INAH Hidalgo y nacional se abra el Museo en su totalidad, porque hay una colección inmensa que ofrecer y es un derecho de los visitantes conocerlo, no sólo exposiciones temporales. En fechas importantes, como el pasado 21 de marzo, estuvo cerrado intermitentemente por indicación de la dirección y en Semana Santa hubo atención en días diferidos y eso causa molestia al turismo que paga su boleto, porque hay zonas restringidas en el área de Monumentos y también es notable el deterioro”.
En mayo del 2023, un grupo de empresarios presentó una serie de trámites ante el INAH para construir una gasolinera que se encuentra en la esquina del camino que va a Tepetitlán y el bulevar Tula-Iturbe, a unos metros de la Zona Arqueológica y a las zapatas del paso del ferrocarril, el proyecto fue encargado a unos custodios para tratar el salvamento del área a intervenir, cerca de un lugar estudiado hace 30 años y se conoce existió un barrio alfarero.
“En estos casos, como sucedió con el establecimiento del centro comercial Walmart, el empresario tiene que pagar el salvamento, que implica el trabajo de arqueólogos por fuera y la supervisión de arqueólogos del INAH, en el caso de la gasolinera el trabajador responsable del INAH planteó el proyecto, pero fue relevado de la función por el delegado del Centro INAH en Hidalgo, contraviniendo el acuerdo del Consejo de Arqueología, y él retomó la labor de salvamento. Hasta donde sé el plazo de la excavación concluyó, supongo que no se hará la gasolinera de lo contrario habría avance, el dictamen debió indicar que ahí hay vestigios, el problema es que en el lugar donde se investigó ya no está delimitado ni protegido y hay excavaciones abiertas”, detalló el especialista en Patrimonio Cultural, Bustamante Guerrero.
En este sentido, el trabajador de la Zona Arqueológica de Tula, corroboró que las excavaciones quedaron expuestas, ya que la malla ciclónica que protegía y delimitaba el terreno sufrió daños y una parte ha sido robada, lo cual permite que las personas accedan al lugar a vandalizar, excavar y robar pieza.
“Está claro que no se llevó a cabo un correcto salvamento, ya que la normativa indica que cuando se hacen calas (excavaciones) y se encuentran vestigios se registran los bienes, se extraen para estudio y al final se cubre la zona; en este caso no fue así, sabemos que se obtuvo algunos costales con tepalcates (piezas de cerámica), pero desconocemos cuantos fueron y en dónde lo tengan, esos objetos deben ser analizados para identificar su procedencia y función con el resguardo del INAH”.
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
Una situación que se suma al contexto y que está presente en la temporada de estiaje dentro de la Zona Arqueológica de Tula son los incendios, ya que al contar con un extenso terreno, es insuficiente el equipo humano para atender las emergencias, lo cual pone en riesgo a trabajadores, turistas y el mismo sitio.
“Como trabajadores pedimos que exista una corresponsabilidad con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), es necesario definir funciones y responsabilidades de cada dependencia para un cuidado en común. El sábado 30 de marzo, se suscitó un incendio a un costado del área de monumentos, y la emergencia la atendieron custodios y elementos de seguridad de apoyo para evitar daños a los monumentos y no hubo presencia de Conanp, aunque se solicitó. Además del trabajo en la custodia y atención al turismo, los trabajadores tenemos que proveer seguridad a los visitantes, detalles como esos son los que atendemos porque, si bien tenemos capacitación para ello, no está dentro de nuestras funciones, sin embargo, por las necesidades se realizan”.
Tula es atractivo para los turistas
Pese al panorama del sitio en Tula con respecto a otros al sur del país y la promoción del Tren Maya, sigue siendo un lugar atractivo para el turismo nacional y extranjero, ubicándose entre las 10 zonas arqueológicas más visitadas en México, al tener cercanía con las pirámides de Teotihuacán.
“Considero que seguirá llegando gente a Tula, aunque también los riesgos aumentan; por la sequía los incendios, en temporada de lluvia deslaves que afectan los monumentos y humedades en lápidas, no se diga la falta de personal para atender a los visitantes, por eso el Museo permanece abierto por temporadas, esa es la prioridad”.
Al mismo tiempo, Bustamante Guerrero mencionó que la colaboración entre gobierno municipal y estatal podría facilitar el desarrollo de proyectos que capten turismo y la profesionalización al sector para el cuidado de la herencia patrimonial que se refleje en una mayor derrama económica por ocupación hotelera, restaurantes y en general prestadores de servicios de la región.
“Hay un buen nivel de visitantes, me atrevo a decir que no es necesario que vengan más turistas, la cuestión es que los que vengan tengan una buena experiencia y de ahí se pueda aprovechar el turismo hacia otros lugares y al beneficio de muchas economías, Tula por si solo vende, hay que mejorar los accesos y servicios”.
Manifestaciones y paro de labores en Zona Arqueológica de Tula
Desde el pasado mes de diciembre trabajadores del INAH en Hidalgo denunciaron la falta de presupuesto para mantenimiento de las zonas arqueológicas de Tulancingo y Tula, y para el Centro de Investigación en Pachuca, así como el hostigamiento y acoso laboral por parte del delegado en el estado, Osvaldo Sterpone, una medida reciente por parte del personal de base en el sitio de Tula fue un paro de labores intermitente.
En un plan de acción, el 14 de marzo técnicos y profesionistas del INAH pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, abordaron a los visitantes previo al acceso para explicar el movimiento que tiene por propósito la defensa del patrimonio cultural y el ejercicio pleno de labores para luego facilitarles un recorrido guiado.
“No podemos cerrar la zona porque afectaríamos a la nación, pero pedimos que no se olvide Tula, el director general del INAH, Diego Prieto, sabe las necesidades que se tienen, necesitamos que volteen a vernos y dejen de imponer a gente que no cuentan con las credenciales para ocupar direcciones, nosotros como trabajadores tenemos ese cariño y entrega para hacer nuestro trabajo, pero es una tristeza que se deje otras zonas arqueológicas a nivel nacional por atender el Tren Maya”.
Por su parte, Raúl Bustamante expresó: “Tula está volando bajo, es normal que esté así, pero con las omisiones de Sterpone esto empeoró. Considero que tanto gobierno estatal como el INAH deben tomar en cuenta que es uno de los 10 sitios más visitados del país, es el sitio turístico más importante de Hidalgo porque es el que más extranjeros recibe, las estadísticas están y si es nuestra carta de presentación al mundo, Tula debe estar en mejores condiciones no para quedar bien con extranjeros sino porque es patrimonio de los hidalguenses, el estado tiene mucho patrimonio histórico y cultural y Tula es una joya que requiere investigación, lo que se ve es apenas un 10 por ciento el resto está oculto, es cosa de prestar atención e invitar a que inviertan porque al INAH no le alcanza”.
Con el objetivo conocer los proyectos y postura sobre lo que se narra en este trabajo periodístico se solicitó entrevista sin éxito con el delegado del Centro INAH en Hidalgo, Osvaldo Sterpone, bajo el argumento de compromisos ineludibles dentro y fuera del estado.
sjl