PACHUCA.- La construcción de la estación terminal del Tren México–Pachuca implicará la compra los predios ubicados en su trayecto final dentro de la capital hidalguense, incluyendo casas, bodegas, terrenos y negocios. Así lo confirmaron autoridades estatales, quienes advirtieron que no hay margen para modificar la ubicación ya establecida en planos desde el arranque de la obra en marzo pasado. La terminal en Pachuca se ubicará en inmediaciones de la colonia Industrial La Paz, cerca del bulevar Luis Donaldo Colosio y el Río de las Avenidas, una zona con alta concentración urbana.
El secretario de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible, Alejandro Sánchez García, reconoció que, a diferencia de otras estaciones como la de Téllez —donde sí se pudo ajustar ligeramente la ruta—, en el caso de Pachuca no existe alternativa técnica viable, por lo que el gobierno deberá adquirir todos los predios, sin excepción. “A veces veo más complicado ese tema que la ingeniería misma”, admitió el funcionario al referirse a las dificultades legales y sociales que implican las negociaciones con particulares, ejidatarios y propietarios de grandes extensiones.
El problema de adquisición de tierras no se limita a Hidalgo. También en la Ciudad de México se han enfrentado obstáculos para liberar el derecho de vía del Tren México-Pachuca, sobre todo en zonas con alta densidad urbana. En ambos extremos de la ruta —que superará los 100 kilómetros—, las autoridades han tenido que modificar trazos originales o enfrentar procesos largos de negociación, lo que ha generado retrasos en algunas áreas.
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En Pachuca, los terrenos colindantes a la futura estación incluyen almacenes del IMSS, residencias particulares de varios niveles, bodegas, áreas baldías y parcelas de cultivo. Aunque aún no hay una cifra oficial de las propiedades afectadas, se anticipa que el número será considerable.
“Los predios que se tienen que comprar son muchos, porque a lo largo del tramo se va a ampliar el derecho de vía. Ya en la estación final de Pachuca prácticamente se tienen que comprar todos los terrenos. A veces veo más complicado ese tema que la ingeniería misma”, señaló el funcionario.
El tema, además, es competencia directa del gobierno federal, por lo que el estatal se mantiene como enlace técnico en la obra. Las autoridades han reconocido que las afectaciones serán amplias, pero insisten en que el proyecto es estratégico para mejorar la movilidad entre Hidalgo y el Valle de México.
Así es el Tren México-Pachuca
El Tren México–Pachuca es uno de los proyectos ferroviarios más importantes en materia de movilidad impulsados por el gobierno federal en los últimos años. Se trata de una línea de tren de pasajeros que conectará a la Ciudad de México con la capital hidalguense a lo largo de más de 100 kilómetros, atravesando zonas urbanas densamente pobladas, así como regiones en desarrollo del Estado de México e Hidalgo.
Este tren forma parte del Sistema Integral de Movilidad del Valle de México y busca atender una de las rutas con mayor flujo vehicular del país: la autopista México–Pachuca, por la que circulan diariamente miles de personas que viajan por motivos laborales, escolares o comerciales. La saturación de esta vía ha provocado desde hace años problemas de tráfico, contaminación y largas horas de traslado, lo que ha generado una demanda creciente por un transporte masivo, eficiente y sustentable.
El proyecto contempla estaciones intermedias estratégicas en puntos como Ecatepec, Tecámac, Tizayuca y Zempoala, además de las estaciones terminales en Buenavista (CDMX) y Pachuca (colonia Industrial La Paz). Con una capacidad estimada de hasta 719 pasajeros por convoy, el tren pretende reducir de manera significativa los tiempos de traslado entre ambos extremos, brindando una alternativa segura, moderna y con estándares ambientales adecuados.
Desde su anuncio, el Tren México-Pachuca ha sido promovido como un detonador del desarrollo económico y urbano a lo largo de su ruta. Sin embargo, también ha enfrentado diversos retos, entre ellos la adquisición de terrenos privados, ejidales y urbanos, el reordenamiento territorial y los conflictos por derecho de vía, sobre todo en zonas con alta densidad habitacional como la ciudad de Pachuca. A pesar de estos obstáculos, las autoridades han reiterado que el proyecto avanza conforme a lo planeado y que su puesta en operación tendrá un impacto significativo en la calidad de vida de miles de habitantes del centro del país.
