SANTA MUERTE

Dios no la escuchó, y la Santa Muerte, sí: historia de Carmen

Carmen no se siente devota de la Santa Muerte, pese a ello, todas las mañanas le pide protección para su familia y se persigna frente a ella

Carmen, de apenas 30 años, no se considera muy devota, porque no sabe mucho de la también nombrada “niña blanca”.Créditos: Verónica Ángeles
Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Carmen no se siente devota de la Santa Muerte, pese a ello, todas las mañanas le pide protección para su familia y se persigna frente a ella, en un altar que ha colocado en su casa.

La mujer, de apenas unos 30 años, no se considera muy devota, porque comenta que no sabe mucho de la también nombrada “niña blanca”, pues ya ha conocido personas que “saben muchas cosas de ella”.

 

“Es que hay quienes sí saben muchas cosas de ella, pero yo no, lo que sí te puedo decir: es que yo le prometí que siempre iba a estar en mi casa y a ella le pido siempre que nos cuide y con ella me persigno”, expresa.

¿Cómo comenzó con la creencia? Se le pregunta y responde que fue porque siempre que pidió a Dios, él no le hizo caso, en cambio cuando pidió a la Santa Muerte, todo el tiempo ha dado respuesta. Ella recuerda que cuando tenía miedo o necesitaba ayuda, elevaba sus oraciones a Dios, pero nunca sirvió de nada.

Un día, su pareja no aparecía por ningún lado y nadie sabía nada de él, “pensé que le había pasado algo malo, recordé que un amigo me dijo que él creía en ella y pensé en que, si siempre le pedía a Dios y nunca me había ayudado, tal vez debía pedir por otro lado”.

Inmediatamente acudió a un santuario y compró una Santa Muerte a la que le prometió que, si su pareja regresaba con bien, ella siempre tendría su imagen en su casa. El hombre apareció horas después, sano y salvo.

Ella asegura que jamás le ha pedido “nada malo”, sólo en momentos de desesperación y por salud.

También, recuerda que una ocasión su mamá estaba muy mal, entró a urgencias y su estado de salud se reportaba grave, - “entonces yo le pedí a ella que por favor la ayudara, mi mamá nunca supo que le pedí por ella… Luego me metí a bañar y cuando salí para irme a verla, mi mamá ya había salido de urgencia y ya iba para su casa que se sentía mejor”.

 

Carmen dice que cada que alguien le regala flores, ella las coloca en el altar, “aunque me dijeron que no le gustan las rosas blancas, a la mía sí, porque le he comprado y a veces se ven como marchitas, se las pongo y a otro día las pone bien bonitas”.

Este 2 de noviembre de 2024, Carmen ha colocado una copa de vino, una manzana, flores, veladoras y dulces porque es la celebración de la Santa Muerte.

 

*Fotos: Verónica Ángeles