PRISIÓN PREVENTIVA

Vecinos de Provenza Pachuca presionaron a vigilante para sacar a perro que fue asesinado

Aunque el delito de maltrato animal no contempla prisión preventiva, la juez de control determinó que el vigilante de 55 años permanecerá en el Cereso de Pachuca

En su declaración, el vigilante dijo que los vecinos del fraccionamiento presionaron para que sacara al perro.Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.– Guillermo N, detenido por matar a un perro en la privada Provenza, señaló en su declaración que los habitantes del fraccionamiento lo presionaron para sacar al can del complejo habitacional situado a un costado del salón Benevento de Pachuca.

La persona imputada por hechos que la ley señala como maltrato animal es un adulto de entre 50 y 55 años que hace dos meses ingresó a laborar como guardia de seguridad en Provenza, donde un perro perdió la vida la noche del 23 de abril debido a que fue asfixiado con una correa.

Por el suceso, Guillermo N fue detenido y presentado la tarde de este miércoles ante la jueza de control Karina Vertiz Marín, quien le dictó prisión preventiva justificada en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca donde permanecerá mientras se resuelve si es o no vinculado a proceso. 

La abogada de Guillermo, adscrita a la Defensoría Pública, solicitó no recluir a su representado en la cárcel al considerar que la medida no era idónea ni proporcional; sin embargo, la jueza de control argumentó que sí era necesario para evitar que el imputado se sustrajera de la acción de la justicia. 

El adulto mayor permanecerá en prisión; sin embargo, en Hidalgo, hay otros casos de maltrato animal donde los presuntos responsables están en libertad como el agresor de Nieve, una perrita golpeada y degollada el 13 de febrero de 2023 a manos de un sujeto de iniciales S.H.G., como venganza a su expareja, luego de que esta decidiera terminar una relación afectiva.

¿Qué pasó la noche del 23 de abril?

El Ministerio Público (MP) de la Procuraduría de Justicia de Hidalgo (PGJEH) en audiencia pública le imputó a Guillermo N el delito de maltrato animal, un ilícito que contempla de seis meses a dos años de prisión, de acuerdo con el Código Penal para el estado. 

Guillermo N | Foto: Especial

De los datos de prueba que presentó el MP se desprende que el guardia de vigilancia explicó que un perro de color negro con manchas cafés ingresó la mañana del domingo 23 de abril a la privada Provenza y que permaneció en el complejo habitacional hasta que los vecinos se quejaron por la presencia del can e incluso, reportaron a Guillermo y los demás elementos de seguridad por no echarlo a la calle. 

Entre las 20:30 horas del mismo día, una residente observó que Guillermo pateó al perro y una vez en el suelo, lo arrastró cinco metros. Los resultados de la necropsia arrojaron que el perro murió de asfixia por estrangulamiento debido a una lesión en el cuello.

Tras los hechos, Guillermo fue retenido por alrededor de 40 residentes y también recibió golpes hasta que alrededor de las 21:25 horas fue detenido y resguardado por policías municipales de Pachuca para evitar que escalaran las agresiones, de acuerdo con lo que se expuso en la audiencia. 

A las 04:03 minutos del 24 de abril el guardia de seguridad fue puesto a disposición del Ministerio Público y a las 10:00 horas del 26 de abril fue trasladado a la sala número seis de los juzgados de oralidad para su audiencia inicial, a la cual se presentó con el mismo uniforme de seguridad con el que fue detenido desde hace tres días. 

Prisión preventiva 

Tras escuchar la acusación, Guillermo N omitió declarar y pidió un plazo de 72 horas para resolver su situación jurídica; es decir, hasta el próximo viernes la jueza de control resolverá si hay elementos para vincularlo o no a proceso.   

Como parte de las medidas cautelares, el Ministerio Público solicitó imponer prisión preventiva justificada, tras argumentar el guardia trató de huir el día de los hechos.

Asimismo, justificó que el domicilio que proporcionó a la Unidad de Medidas Cautelares no fue corroborado, debido a que personal acudió a su vivienda, pero nadie abrió, mientras que los vecinos de la zona dijeron no conocer a Guillermo.

Sin embargo, la abogada defensora argumentó que no se atendió la puerta porque no había nadie en la casa y señaló que únicamente buscaron a sus redes familiares en una ocasión. 

Al momento de resolver, la jueza Karina Vertiz consideró que existía un riesgo de que Guillermo se sustrajera de la acción de la justicia porque no se comprobó su arraigo en la ciudad y porque únicamente proporcionó un domicilio como medio de contacto sin agregar otros como teléfonos o correos electrónicos donde pudieran localizarlo. 

En consecuencia, le dictó prisión preventiva justificada la cual será temporal mientras se resuelve el asunto.

sjl