PACHUCA.– Católicos o no, cada 2 de febrero es tradición para los pachuqueños reunirse en a comer tamales el 2 de febrero, un platillo de origen precolombino que también forma parte de la dieta diaria del mexicano. Desde temprano y durante todo el día, tamales, atoles y café desfilaron por oficinas de gobierno, primarias, secundarias y comedores de viviendas de todas las clases sociales.
De acuerdo con la tradición, regalan tamales quienes les salió el Niño Dios en la rosca de Reyes, el 6 de enero. Aunque la celebración tiene un origen religioso no es un acto exclusivo de personas que practican el culto católico, el objetivo primordial es la convivencia, es la esencia del festejo, que fusiona dos culturas: la mesoamericana y la europea, durante la época colonial se utilizó para catequizar a la población indígena.
El significado religioso proviene de la presentación del Niño Jesús en el templo, y el acto de purificación de la Virgen María después del parto, a 40 días de la Navidad, de acuerdo con el texto “Fiesta de la Candelaria, celebración única en el mundo”, de Roberto Álvarez Manzo, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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Por otra parte, Roberto Álvarez explica través de su artículo publicado el pasado 30 de enero en la Gaceta de la UNAM, que el Día de la Candelaria es parte de un festejo religioso proveniente de Europa, que consistía en encender candelas, pero que en México se les dicen velas.
Así es que esta práctica se conjunto con las tradiciones como las ofrendas de maíz para Tlaloc, el dios de la lluvia y de los cerros, a quien le dedicaban las mazorcas de la cosecha anterior.
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En el mes de febrero se iniciaban las peticiones de lluvias que se prolongaban hasta el mes de abril e inicios de mayo, de acuerdo con el texto “La fiesta de Atlcahualo y el paisaje ritual de la cuenca de México” de Johanna Broda que retoma el académico de la UNAM.
De los rituales a los tamales
De acuerdo con Álvarez Manzo, “en el proceso de colonización los españoles se dieron cuenta que la sincronía de ambas fiestas podía ser un mecanismo ideal para la catequización. Así, las candelas se fusionaron con esta celebración de tipo agrario que buscaba obtener una buena siembra”.
Así es que la celebración que hoy en día conocemos tiene antecedente en la época colonial, pero fue hasta el siglo XIX cuando se popularizó. En la actualidad, el Día de la Candelaria, que se festeja cada 2 de febrero, es el motivo perfecto para degustar tamales, pero también se acostumbra llevar a las imágenes del Niño Dios a las parroquias.
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