La economía de Hidalgo ocupa un lugar intermedio dentro del contexto nacional, con una estructura productiva diversificada que combina actividades agrícolas, industriales y de servicios. Su ubicación en el centro del país, cercana a los principales corredores comerciales e industriales, le ha permitido consolidarse como un actor relevante en la región, aunque todavía enfrenta retos para incrementar su competitividad y participación en el Producto Interno Bruto (PIB) de México.
El Producto Interno Bruto por Entidad Federativa (PIBEF) 2023, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revela que la estructura productiva de Hidalgo se integra en un 3.1 % por actividades primarias (agricultura, ganadería y pesca), 37.2 % por actividades secundarias (industria manufacturera, construcción y energía) y 54.1 % por actividades terciarias(comercio y servicios).
En cuanto a las tasas de crecimiento anual, las actividades primarias reportaron una caída de -2.3 %, mientras que las secundarias crecieron 3.0 % y las terciarias avanzaron 2.7 %, lo que refleja un dinamismo mayor en la industria y en el sector servicios.
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Según las cifras del INEGI, el PIB de Hidalgo alcanzó en 2023 un valor de 544 mil 665 millones de pesos, lo que equivale al 1.8 % del total nacional. Estos datos colocan a la entidad como la 19ª economía del país, según el observatorio económico México, ¿Cómo Vamos?.
Contexto nacional y regional
Con este nivel de aportación, Hidalgo se ubica por debajo de la mitad de la tabla en comparación con el resto de las entidades federativas. Estados como Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León y Jalisco concentran los mayores porcentajes del PIB nacional, mientras que economías como Colima, Nayarit y Tlaxcala registran una participación más reducida.
A nivel regional, Hidalgo destaca por su cercanía con la capital del país y su conexión con los principales corredores industriales del centro, lo que ha favorecido la instalación de sectores estratégicos como la manufactura automotriz, la construcción, la industria química y el comercio, actividades que han ganado peso en los últimos años.
Retos para Hidalgo
Aunque la participación de Hidalgo en el PIB nacional sigue siendo moderada, especialistas señalan que existe un potencial de crecimiento derivado de la llegada de inversiones en el sector industrial, así como de proyectos de infraestructura en transporte y energía.
La entidad también enfrenta desafíos: mejorar la productividad agrícola, consolidar cadenas de valor en la manufactura, y fortalecer el turismo en regiones como la Sierra y los Pueblos Mágicos, que son clave para dinamizar la economía local.
El observatorio México, ¿Cómo Vamos? advierte que, si bien Hidalgo mantiene finanzas públicas sanas y niveles bajos de endeudamiento, la entidad debe apostar por la diversificación económica y el impulso a la innovación tecnológica para elevar su competitividad.
En este escenario, Hidalgo se mantiene como una economía en crecimiento que, si bien no figura entre las más poderosas del país, muestra señales de estabilidad y oportunidad. La disciplina financiera, el bajo nivel de endeudamiento y la ubicación estratégica son ventajas que pueden impulsar su desarrollo, pero el verdadero desafío radica en transformar su potencial en resultados tangibles: diversificar la industria, fortalecer la innovación y mejorar la competitividad regional. Solo así, la entidad podrá escalar posiciones en el mapa económico nacional y consolidar un papel más protagónico en los próximos años.
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