Pachuca.— Entre aromas intensos de cacao y diseños que parecen salidos de un lienzo, la chocolatería artesanal La Hija del Fuego, fundada por Braulia Leonor Rodríguez Galloso, presentó su nueva colección “México en Cacao”, una serie de barras pintadas a mano que evocan escenas, oficios y costumbres que forman parte de la identidad cultural del país.
La marca, nacida en noviembre de 2019 con el propósito de “compartir gotitas de amor y felicidad en cada corazón del mundo”, trabaja exclusivamente con cacao de origen mexicano, endulzado con fruto del monje, un edulcorante natural con cero índice glucémico, para ofrecer un producto saludable, libre de azúcares refinados, saborizantes y colorantes artificiales.
Un recorrido en chocolate por la vida mexicana
La colección México en Cacao está integrada por 15 piezas únicas que retratan escenas cotidianas: mujeres tendiendo ropa, cortando flores para el altar de Xantolo, familias recolectando cosechas, artesanos trabajando el barro o zapateros reparando el calzado, así como momentos festivos y la ceremonial al cacao antes de su corte.
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La artesana chocolatera detalla que cada barra es elaborada de forma manual, desde el tostado y pelado semilla, hasta la refinación de la pasta durante 72 horas, logrando chocolates de 70, 80, 90 y 100 por ciento de cacao, así como versiones con leche de almendra o semillas como avellana y almendra.
Un emprendimiento con raíces y retos
Rodríguez Galloso junto con su esposo, trabaja con productores de Oaxaca y Chiapas, estados con un cacao de calidad excepcional; sin embargo, explica que la producción enfrenta retos: el cambio climático ha afectado las cosechas y México, a pesar de ser centro de origen del cacao, ocupa apenas el lugar 17 en producción mundial, dependiendo en gran medida de la importación.
“Muchas personas han olvidado qué es el cacao. Reconocen el chocolate, pero no su sabor puro. Nuestra labor es educar el paladar para que volvamos a consumir lo nuestro, de forma natural”, afirmó la ingeniera agrónoma.
La colección completa tiene un precio de 4 mil 500 pesos, aunque también se pueden adquirir cajas con bombones rellenos de mole, granada o café de olla por 500 pesos, o barras individuales por 250 pesos. Los productos están disponibles en su taller-boutique que se localiza en Juan Barragán 302, Colonia Morelos, Pachuca.
Con seis años de trayectoria, La Hija del Fuego es marca registrada, con análisis nutrimentales y código de barras, pero conserva un proceso artesanal que transforma el cacao y, como asegura su fundadora, “también transforma corazones”.
sjl
