VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Violencia vicaria en Hidalgo: un año sin rastro de Isabella, sustraída por su padre

Ana Luz denuncia la sustracción de su hija Isabella por su padre y acusa inacción de autoridades; teme que no estudie y exige frenar la violencia vicaria en Hidalgo

Isabella fue separada de su mamá cuando tenía catorce años
Violencia contra la mujer.Isabella fue separada de su mamá cuando tenía catorce añosCréditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Pachuca.- Día a día, Ana Luz Ángeles García lucha por abrazar de nuevo a su hija, de quien fue separada hace cuatros años por su expareja sentimental y desde hace un año desconoce su paradero, si estudia, si come y cómo está. Ellas son víctimas de violencia vicaria, una forma de agresión ejercida por los cónyuges.

De acuerdo con los datos de la asociación civil Ley Sabina, al hay menos 20 mujeres en Hidalgo sufren de esta violencia, de las cuales solamente dos iniciaron carpetas de investigación ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH). Además, la agrupación de defensa dijo acompañar 300 casos de petición de pensión alimentaria para niños y niñas hidalguenses.

Ana Luz contó a LSR Hidalgo su historia de vida y resistencia desde que comenzaron las violencias de su expareja, un artista visual originario de Colombia, a quien conoció en Oaxaca. Alguien en quien la hidalguense confiaba y no creyó que llegaría a buscarlo por sustracción parental.

Hoy, Luz Ángeles sumó 442 días sin ver a Isabella. “Mi hija se llama Isabella Pinzón Ángeles, actualmente tiene 15 años y lamentablemente nuestro vínculo se ha visto interrumpido, bloqueado por su progenitor”.

La entrevistada contó que trabaja como maestra de inglés en una primaria y también se dedica al campo, pues siembra maíz en milpas de Alfajayucan, de donde es originaria.

“... si Isabela llega a leer esto, pues quiero que sepa que estoy aquí y que sigo luchando por ella y que no me voy a cansar hasta que ella sea una mujer libre”.

La historia de la pareja

Ana Luz y su exesposo, oriundo de Colombia, se conocieron en Oaxaca en el 2006; luego de varios años de relación formaron una familia. Isabella nació en noviembre de 2009, fue entonces cuando él comenzó a ejercer varios tipos de violencia en contra de la hidalguense.

Crédito: Especial

Violencia psicológica, violencia económica, violencia patrimonial, algunas veces violencia física”, enlistó Ana y agregó que el colombiano también era alcohólico, vicio que incrementó durante la gestación de la hija de ambos.

Luego de 13 años juntos -cuando Isabella tenía 11 de edad- Luz Ángeles y su pareja se separaron por decisión de ambos, él lo propuso y ella lo aceptó. Esto ya había pasado con anterioridad por impulso de él; sin embargo, en ese momento ella estaba convencida de no quererlo en su vida.

“Ya estaba muy cansada de ese ciclo de violencia que él ejercía en contra mía. Yo sabía que era uno de sus múltiples arranques en los que me maldecía y me odiaba y tres días se arrepentía y me pedía perdón, pero esta vez ya no acepté el perdón y decidí separarme como me lo había pedido”.

Comienzo del proceso legal

En 2021, Ana Luz comenzó un proceso en justicia alternativa para llevar el tema de la guardia y custodia de Isabela ante las autoridades sin que fuese un tema legal; esto, ya que la hidalguense comenzó a notar manipulación por parte de su expareja para evitar el vínculo madre e hija.

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“... cuando ya tocaba que Isabela se viniera conmigo, ya era como de ‘no, es que dice mi papá que mejor me quedé otros días con él’. O sea, empezó a no respetar los acuerdos verbales a los que habíamos llegado”, contó.

Con eso, la mamá buscaba llegar a acuerdos pacíficos, armónicos, en igualdad de derechos y de obligaciones tanto económicas como morales y educativas con la niña de 12 años, sin embargo, el papá se quiso llevar a Isabela a Colombia durante el proceso.

Entonces, el colombiano inició una carpeta de investigación por presunta violencia contra Isabella y demandó pensión alimenticia, así como la guardia y custodia de la niña.

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“Fue muy horrible, el tipo me dejó totalmente endeudada, pagué un montón de deudas, le presté un montón de dinero y me demanda y me pide pensión. Y entonces me tocaba darle pensión a pesar de toda la violencia económica que sufrí a su lado”, confesó con el ceño fruncido, por lo que ella consideró que las autoridades deben hacer un estudio más profundo antes de poder determinar una guarda y custodia provisional.

Desde ese momento, Ana comenzó a ver cada vez menos a Isabella, pues las autoridades de justicia le otorgaron la guarda y custodia provisional al padre.

“Él impidió totalmente las convivencias con mi hija. Quitó toda relación de mi hija con su familia materna. Y pues prácticamente la aisló. La aisló de todo”, declaró.

Tu mamá no te quiere: manipulación de Isabella

"Isabella me llegó a decir: mis abogadas me dijeron que tú quieres meter a la cárcel a mi papá”, recordó Ana, una de las muchas frases que su hija le recriminaba y que ella consideró habían sido usadas por su papá para causar la ruptura de lazos entre la niña y su mamá.

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Cuando se inicia un proceso, las autoridades protectoras de niñas, niños y adolescentes piden a los adultos no inmiscuir a los hijos en el asunto legal, refirió la hidalguense, sin embargo, esto no fue acatado por el colombiano, quien habló mal de la mamá, la familia materna y la puso en su contra.

“Pues tu mamá no te quiere, tu mamá te abandonó, cosas como no te acuerdas que tu mamá te golpeaba, o sea, les alteran la realidad y se aprovechan de que son pequeñitos o que no tienen realmente claras las cosas… esa es la manipulación que ellos ocupan para alejarlos de nosotras”, mencionó.

Además, explicó que a partir de ello, los niños y niñas prefieren no estar con su mamá o les tienen odio, por la “lealtades” hacia sus progenitores.

“Los progenitores que ejercen violencia vicaria hacia nosotras, pues no son personas normales, regularmente son personas enfermas que lo único que quieren es seguir dañando a la madre, seguir ejerciendo control y poder sobre ellas y como ya están fuera de su alcance porque decidieron salirse de la relación, entonces usan a los hijos como herramienta de odio, de control, de poder, de violencia”, explicó el maltrato hacia los hijos, hijas y mamás.

La relación madre-hija

Los lazos que Ana Luz e Isabella desarrollaron por más de una década comenzaron a verse afectados durante el juicio para determinar la custodia, ya que cuando ella contestaba algo en contra de su expareja, él se lo hacía saber a la hija de ambos y en la siguiente reunión, la menor de edad le reclamaba.

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La entrevistada narró que cuando tenía convivencias con su hija a veces estaba bien, “a veces podía llegar tranquila conmigo y pasar un bonito momento y de repente llegaba muy molesta, principalmente cuando yo daba alguna contestación en el juzgado. (Isabella) llegaba muy molesta porque su papá ya le decía: mira, tu mamá hizo esto, contestó o pidió tal peritaje o su psicóloga dijo”, comentó.

Lo anterior causó una relación irregular, aunado a que al inicio del proceso -por la de denuncia de violencia que inició el colombiano- las convivencias madre-hija eran en consejo de familia; después les otorgaron reuniones no vigiladas, pero solamente por una o dos horas, es decir, un corto tiempo a comparación de todas las horas que el papá podía tenerla.

El último día que la vi: 23 de mayo

Las convivencias sin vigilancia fueron determinadas a realizarse en un local de café cercano a la casa de Isabella, donde Ana y su hija se contaban las novedades de su semana. El 23 de mayo del 2024, tocaba reunión.

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Luz Ángeles se alistó y acudió a una cita a la que Isabella nunca llegó, sin embargo, la vio pasar corriendo con su papá frente al local donde ella esperaba; desde ese día ella no sabe nada de la menor de edad.

“Se pasaron enfrente del café corriendo y ella llevaba una maletita. La verdad, yo nunca me imaginé que se la llevaba para alejarla de mí totalmente. Entonces, fue la última vez que la vi”, relató con la voz entrecortada.

Unos días antes, el juzgado familiar le había dado la guardia y custodia de Isabella a Ana, salió la notificación y “cuanto él recibió la notificación se la llevó”, razonó.

“Desde hace ya más de un año, en mayo del año pasado, decidió llevársela y desde ese entonces pues no tengo idea de dónde está mi hija”, exclamó.

Alertan sustracción parental

A un año de que el papá se llevó a Isabella, la asociación Ley Sabina y la colectiva Mamá-hijo-hija en libertad lograron acercamientos con la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Hidalgo (CBPEH) y con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), instituciones que otorgaron la ficha de búsqueda para la hija de Ana Luz

De acuerdo con la ficha de búsqueda con número CBPEH/518/2025, Isabella Pinzón Ángeles fue vista por última vez el 23 de mayo de 2024 en Ixmiquilpan, Hidalgo; tenía 14 años al momento de su desaparición, este año cumple 16 años.

La adolescente fue descrita como una mujer delgada, de tez blanca, cabello rizado castaño claro y tiene una cicatriz en la ceja izquierda.

Ana Ángeles dio a conocer que la Secretaría de Relaciones Exteriores contestó que no tiene registro de que la menor de edad salió del país y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no detectó la inscripción de Isabella en ninguna escuela del país, por lo que teme que no esté estudiando.

“O sea, mi hija no está estudiando desde el año pasado”, expresó con frustración.

¿Qué sigue en el caso?

Luego de la sentencia del caso de patria potestad y la sustracción de Isabella, Ana comenzó carpetas de investigación por sustracción y violencia vicaria, solicitó la Alerta Amber y una orden de aprehensión para su expareja, sin embargo, estos últimos dos procesos no le fueron otorgados.

“Ni en juzgado ni en fiscalía ha procedido nada. Lleva más de un año que mi hija está desaparecida y no han hecho nada. Solo se tiran la bolita”, comentó.

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Explicó que ya hay una carpeta judicializada por sustracción, violencia y lo que resulte, sin embargo, no se ha llevado a cabo la audiencia inicial porque no han podido notificar al colombiano en el domicilio “que hace más de un año saben perfectamente que dejó”, lo que retrasa el proceso para volverse a encontrar con su hija. El proceso judicial fue fechado con el 23 de mayo de 2025.

“Pues tristemente uno ya no puede confiar cien por ciento en las autoridades, más bien tocará buscarla por mis propios medios”, exteriorizó con un suspiro hondo.

“El proceso ha sido horrible”

Para Ana, estos cuatro años han sido de desgaste emocional, físico, económico y psicológico, pero agradeció el apoyo de su familia que la respalda en el proceso y sin sus compañeras de la colectiva 'Mamá, hija e hijo en libertad'.

“Yo agradezco que me colectivicé. Todas las mujeres que pasamos por situaciones similares, pues nos acompañamos, nos ayudamos, nos acuerpamos. Yo creo que sin la asociación, sin mis hermanas de Ley Sabina y sin mi familia, pues sinceramente no creo que estuviera aquí ya. Ósea, no creo que hubiera podido sobrevivir a este proceso tan horrible”, explicó su sentir, pues para ella lo emocional ha sido lo más complicado.

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El no saber si Isabella está bien o mal, enferma, si ya comió, si está aprendiendo, si hace lo que le gusta: es un pesar para Ana, quien lucha por recuperarla y poder abrazarla.

La separación con su hija se siente como “una tortura constante, es un duelo que no termina, es como -yo creo- que vivimos el mismo duelo que viven las madres buscadoras”, definió el sentir que le causó ataques de ansiedad y depresión.

Por lo anterior, la entrevistada llamó a las mujeres que atraviesan por violencia a buscar siempre una red de apoyo, acudir a terapia psicológica y “crear lazos, lazos que te apoyen, que te sostengan, es muy importante, porque si no sí es muy muy difícil pasar una situación así”.

“Nos culpan a las víctimas cuando en realidad no, ósea, nosotras no teníamos ni idea que iban a resultar con ese tipo de cosas, que iban a actuar de esa forma en contra de nosotras, que su odio iba a ser tan grande como para hacernos ese daño y no nada más a nosotras, a sus hijos, porque eso no es querer a tus hijos”, agregó sobre las situaciones de revictimización a las que se ha enfrentado por parte de la sociedad.

Por todo lo mencionado, pidió a las autoridades concientizarse, estudiar, investigar y ser más empáticas con las mujeres que son víctimas de violencia vicaria.

¿Qué dice el Código Penal de Hidalgo?

La violencia vicaria fue incluida en el Capítulo IX del Código Penal estatal, en donde la definen como “el daño provocado a una mujer a través de una acción u omisión que afecte física o psicológicamente a sus hijas, hijos, persona con la que tenga otro parentesco o relación afectiva” y el agresor es con quien la mujer tuvo o tiene una relación “de hecho, matrimonio, concubinato, o de parentesco por consanguinidad o afinidad, con o sin convivencia”.

La sentencia para dicho tipo de violencia -según el Artículo 243 Bis- es de uno a seis años de prisión, además de una multa de 50 a 100 Unidades de Medida Actualizada (UMA) y la pérdida del derecho de pensión alimenticia. Así como tratamiento psicoterapéutico reeducativo.

sjl