Pachuca.— Elisa Laviada, madre de una estudiante de la Escuela Secundaria General Jaime Torres Bodet, denunció públicamente la inacción de docentes y directivos del plantel ante una serie de agresiones físicas, amenazas, discriminación y la violación sexual de la que ha sido víctima su hija por parte de un compañero de clase.
La madre de familia compartió que, desde hace varios meses, su hija ha sufrido bullying sistemático en la escuela Secundaria General Jaime Torres Bodet, una situación que se ha agravado hasta desembocar en hechos de violencia sexual. Según su testimonio, pese a haber reportado los incidentes ante las autoridades escolares y estatales, no se ha tomado ninguna medida efectiva para sancionar al presunto agresor.
De acuerdo con Elisa, su hija fue acosada por uno de sus compañeros de salón de manera verbal y física, situación que fue reportada a docentes y directivos de la institución, reporte que quedó únicamente en un llamado de atención para el estudiante, aunado a ello, la joven ha sido discriminada por tres alumnas más quienes en repetidas ocasiones la han atacado físicamente.
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“Mi hija se volvió aislada, con problemas de apetito y sueño, porque su agresor contantemente la amenazaba con hacerle daño si decía algo porque el acoso continuaba incluso después de la escuela. Sus compañeras la han golpeado y le cortaron el cabello y aunque se ha notificado en la escuela, no hay cambio”. Asegura que el entorno escolar no sólo ha sido omiso, sino que también ha revictimizado a la menor. “Algunos maestros han minimizado lo ocurrido y han llegado incluso a responsabilizar a mi hija por lo que le ha pasado”, denunció.
Expediente por discriminación, amenazas y lesiones
Luego de no tener medidas que garantizaran un ambiente seguro dentro de la escuela, pese a la serie de señalamientos con tutores, docentes y directivos, se generó ante autoridades el expediente 12-2025-05303 por discriminación, amenazas y lesiones, y posterior a la evaluación psicológica de personal del DIF se confirmó la violación sexual a la menor de 13 años.
“Mandaron a mi hija a psicología del DIF y en una sesión se me informó que su agresor no solo la había tocado, sino que la violó. También ya se levantó la denuncia con número de caso 12-2025-05097. El nivel de violencia que ha sido ejercida en contra de mi hija es horrible y aún más la indiferencia, la omisión y negligencia de docentes y directivos”.
Tras las denuncias, se le informó que personal del Registro Estatal de Prevención, Atención y Erradicación de la Violencia Escolar acudiría a la institución para recabar información de los hechos y de los estudiantes involucrados, no obstante, el presunto agresor fue retirado de la escuela.
“Realmente no se ha hecho nada, el director me dijo que a la escuela se les hizo una llamada de atención de la SEPH y al niño se lo llevó la mamá para resguardarlo porque temen por su vida, cuando el mismo personal de la escuela ha dado santo y seña de mi casa y familiares de las jóvenes agresoras han estado dando rondines donde vivo”.
Acoso escolar
Según informe de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), con corte a abril de este año, la dependencia registró un total de 540 casos de acoso escolar (bullying) en instituciones educativas del estado, de los cuales 326 han sido concluidos y 214 permanecen pendientes de resolución.
Se precisó que en las denuncias de estudiantes se evalúan los reportes y las facultades de la Secretaría de Educación y sus organismos internos de control para la resolución y de ser necesario se canaliza al Registro Estatal de Prevención, Atención y Erradicación de Violencia Escolar, la Procuraduría General de Justicia, la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y la Familia y al Sistema DIF en el estado.
sjl
