Como parte de la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible, el Gobierno de México impulsa la creación del Parque Ecológico y de Economía Circular de Tula (PEECT), una iniciativa que busca posicionar a esta región del estado de Hidalgo como referente nacional en restauración ambiental, gestión de residuos y economía circular.
Alicia Barcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnath), en su columna publicada este sábado en El Universal (Del extractivismo neoliberal al ambientalismo humanista: Tula como nuevo paradigma de la justicia ambiental), señaló que se trata de un ambicioso proyecto dentro del nuevo plan ambiental impulsado por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca reemplazar el modelo extractivista por uno basado en principios de sostenibilidad, justicia ambiental y participación comunitaria.
Entre los organismos involucrados en el PEECT se encuentran las Secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes; de la Función Pública (a través de la Unidad de Anticorrupción y Buen Gobierno); la Comisión Nacional del Agua (Conagua); Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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Un nuevo modelo de desarrollo sostenible para Tula
La secretaria de Medio Ambiente señaló que Parque Ecológico de Tula nace como respuesta a décadas de degradación ambiental provocadas por actividades industriales intensivas y mal manejo de residuos. En México, señlaó, se generan cerca de 120 mil toneladas de residuos sólidos al día, de las cuales el 90% se deposita a cielo abierto. Solo el sector de la construcción aporta más de 10 millones de toneladas de desechos al año.
Ante este panorama, el proyecto en Tula plantea un cambio estructural mediante tres pilares fundamentales:
- Restauración ambiental del territorio y cuerpos de agua, como el río Tula.
- Aprovechamiento sustentable de residuos y materiales locales.
- Valoración cultural y vinculación comunitaria con el entorno natural.
El plan incluye la recuperación de suelos contaminados, la rehabilitación del ecosistema local, y el desarrollo de tecnologías que permitan transformar los residuos orgánicos e inorgánicos en nuevos productos con valor económico, reduciendo la presión sobre los recursos naturales.
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El río Tula
Uno de los componentes centrales del PEECT, explicó Alicia Barcena, es la restauración y saneamiento del río Tula, considerado una de las cuencas prioritarias del país debido a los altos niveles de contaminación que presenta. Esta acción forma parte del Plan Nacional Hídrico, que también incluye intervenciones en los ríos Atoyac y Lerma-Santiago, con el objetivo de promover soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar la crisis hídrica y ambiental.
Un modelo replicable de economía circular en México
El Parque Ecológico y de Economía Circular de Tula busca demostrar que es posible un crecimiento económico con enfoque verde, donde los desechos se conviertan en oportunidades de desarrollo local y se reduzca la huella ecológica de las actividades humanas, precisó la titular de la Semarnat en su columna.
Con este enfoque de economía circular y desarrollo sostenible, mencionó que el Gobierno de México establece las bases para un modelo que podría replicarse en otras regiones del país. Además, se busca impulsar empleos verdes, fortalecer la participación comunitaria en la toma de decisiones ambientales y promover una nueva cultura ecológica en el territorio nacional.
Más allá de la recuperación ambiental, el PEECT representa un punto de inflexión en la narrativa económica y social de México. De acuerdo con la Semarnat, el proyecto busca sentar las bases de una nueva relación entre el Estado, la naturaleza y la ciudadanía, donde el desarrollo no se mida únicamente por la acumulación de capital, sino también por el bienestar colectivo, la justicia climática y la regeneración de los ecosistemas.
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