TULANCINGO.- Una ciudad en el estado de Hidalgo puede presumir que era la favorita del famoso comediante y actor Mario Moreno Cantinflas, pues además de hacer constantes visitas se recuerda que puso de si propio dinero para remodelar un icónico parque que aun existe y no creerás cuál fue.
Esa peculiar donación quedó asentada en una fotografía histórica que guarda otra anécdota, y es que antes de que el protagonista de la película El sube y baja pusiera de sus bolsillos para poder hacer el punto de reunión familiar que es actualmente La Floresta en Tulancingo, la idea inicial era otra distinta.
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Aunque antes, sobre la razón de que la llamada ciudad de los satélites era la favorita de Cantinflas al grado de que era visto constantemente décadas atrás, la cronista Lorenia Lira asentó que el comediante quien igual protagonizó El barrendero tenía a un muy buen amigo a quien le confiaba su vida.
Se trató del empresario Juan Pedro Ize Theodorides, quien en la década de 1950 fue presidente del Club de Leones del municipio de Tulancingo, por lo que era común ver a ambos caminando o en restaurantes y hasta en la casa del primer personaje mencionado, lo que reforzó más su amistad.
Un evento benéfico fallido en favor de La Floresta
La historia de la cronista Lorenia Lira junto a la fotografía histórica precisaron que Cantinflas había sido invitado especial para un evento benéfico a favor del parque La Floresta, pues anteriormente su piso era muy rústico y para que tuviera una mejor vista se había decidido instalarle un hermoso mosaico.
Sin embargo, no había el suficiente dinero para hacerlo por cuenta propia y ante ello se tuvo la idea del evento dicho que iba a ser una corrida de toros y en la que la atracción principal sería el actor que presume un catálogo de 53 producciones cinematográficas grabadas, siendo la mayoría de ellas un éxito como El patrullero.
La fecha para poder reunir los fondos necesarios para el icónico parque fue el domingo 18 de julio de 1954 y debido a la fama de artista se esperaba que iba a haber éxito al vender muchas entradas al espectáculo taurino y para lo anterior se hizo una curiosa propaganda con el personaje delante de un toro y en grande su nombre.
Sin embargo, las expectativas de los organizadores salieron mal y todo falló, pues ni si quiera haber tenido a un importante personaje del cine y la televisión alcanzaron para captar el dinero para la remodelación de La Floresta, proyecto que se veía casi cancelado al no tener lo suficiente para poder avanzar.
Así fue la corrida de toros; hubo lleno total
El día y la hora llegaron, domingo 18 de julio de 1954 a las 16:30 horas y tras algunas amenidades en el ruedo de la plaza de toros que albergaba el evento benéfico finalmente salió Cantinflas y lo hizo con su peculiar forma de vestir que es una playera de manga larga y pantalones a la cintura que no le impidieron hacer su acto.
Aunque se desconocen las causas por las que falló la recaudación del dinero, la fotografía histórica mostró que el lugar lució completamente lleno al grado de que algunas personas subieron a los techos de edificios contiguos para ver al comediante sortear a los toros y de lo que se dice no decepcionó.
Cantinflas dio de su dinero para remodelar La Floresta
Al saber que su asistencia había fallado en los planes para remodelar la icónica plaza La Floresta en Tulancingo, Cantinflas demostró que era una ciudad favorita para él y puso el resto del dinero necesario para comprar el mosaico y así pasar de un piso rústico a uno más elegante para el disfrute de las familias.
La obra del protagonista de El extra lució por algunos años y era vista por quienes acudían al jardín, principalmente los domingos; aunque en la década de 1980 el azulejo, que fue fabricado en Tulancingo y se había elegido un color vino con amarillo, fue retirado para en su lugar poner adoquín que era más resistente.
cem