PACHUCA. - Desde agosto de 2023, Lorena detectó que su sangrado mensual era más abundante, acudió al ISSSTE en Pachuca, Hidalgo, pero los médicos le dijeron que no había nada anormal en su menstruación y se negaron a atenderla. A partir de esa fecha y hasta noviembre, Lorena insistió en que la revisaran y la atendieran, visitó por lo menos cuatro ocasiones más el hospital del ISSSTE en busca de una solución al sangrado que mes a mes iba en aumento.
Fue hasta diciembre que le dieron fecha para una cirugía - justo cuando de un sangrado moderado ya había pasado a las hemorragias que le ocasionaron una anemia - le hicieron la histerectomía casi total, sólo le dejaron un ovario, y le extirparon la matriz y un ovario.
Sin embargo, la cirugía no la hizo sentir mejor, por el contrario, presentaba náuseas, mareos, fiebre y malestar general, al acudir nuevamente con el médico, éste le comenta que era parte de los riesgos de la cirugía, le recetaron ketorolaco e ibuprofeno, pero nada le generaba mejoría.
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Con la herida abierta, constantes curaciones, una infección no atendida e ignorada por los médicos, así pasó casi un mes, hasta que un día expulsó una gasa en estado de putrefacción que en la cirugía la habían dejado dentro del cuerpo.
Nuevamente, acude con el médico, comenta su situación, entonces le hacen estudios y un ultrasonido, el subdirector del ISSSTE le hace el comentario que lo de la gasa eran cosas que pasaban. Lorena y su hija quedan sorprendidas por el comentario, pues pareciera que es algo muy común, y a pesar de los lavados vaginales y quirúrgicos que le hicieron no notaron que tenía una gasa. Eso no fue lo único que expulsó, también salió una bola de hilos.
En busca de ayuda
Tras el hallazgo de la gasa, Lorena y su hija buscan ayuda, acuden a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), pero ahí le comentan que no tienen competencia, pues se trata de una dependencia federal.
En su trajinar, también acudieron a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), pero ahí les comentan que sólo les dan acompañamiento para que les reduzcan el tiempo de las citas, no así para la denuncia por la presunta negligencia médica del actuar del médico Mario Alberto Pérez Cervantes.
Cansadas de tocar varias puertas sin ningún resultado positivo, Lorena y su hija buscan que las trasladen a otra clínica del ISSSTE, pues ya no confían en el hospital Columba Rivera en Pachuca, pero incluso ese derecho les han negado.
“Nosotros acudimos a la procuraduría y nos dijeron que necesitábamos un respaldo de un doctor para meter la denuncia, fuimos con doctores públicos, pero no quisieron emitir un dictamen, nos dijeron que no nos iban a apoyar porque no les conviene pues pierden tiempo y dinero”, comentó Karen la hija de Lorena.
También acudieron a la Fiscalía General de la República (FGR), pero al igual que en la CONAMED les piden un dictamen médico, el cual nadie está dispuesto a hacer; ahí supieron que su caso no es único, que hay más denuncia por negligencia en contra del ISSSTE y por el mismo motivo.
Ahora, lo único que piden es que las trasladen a otra clínica porque ya no confían en el cuerpo médico del ISSSTE de Pachuca, piden se les respete su derecho a la salud, y aún no puede creer que un mioma y quistes le hayan generado tanto problema de salud.
“Es increíble que no nos presten la atención porque al final del día somos seres humanos, no somos animales (...) como derechohabiente pido respeto y que se resguarde mi vida porque está en riesgo”.
Lorena pide le hagan caso, pues tiene pánico de entrar a otra cirugía, ya que su confianza en los médicos de Pachuca es nula y piensa que su vida está en riesgo.
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